- Bienvenido al gimnasio de Glacius Town, bajo la sombra de Cumbre Nevada. Es un placer tenerte aquí hoy. – Fueron las primeras palabras de la chica, haciendo gala de sus buenos modales mientras se limpiaba con la servilleta. Hizo un gesto a Glaceon, aunque éste no se acercó lo más mínimo, pues parecía encontrarse cómodo en su pilar. Algo que no provocó reacción alguna en la líder de gimnasio.

- Apuesto a que fue una sorpresa encontrarme aquí. Pero no temas. Siéntate a la mesa. Disfrutemos del frío que la montaña trae consigo en esta tarde. – Invitó, con mucha calma, mientras el viento elevaba de forma casi mágica su larga melena, aún sin dejar ver las verdaderas intenciones por las que había decidido reunirse de ese modo con su retador antes de tiempo. - Ah, y agradezco tus halagos acerca de la decoración. Los lugareños fueron muy amables ayudándome con todo esto. – Añadió. No parecía querer levantarse y hablarían cada uno sentado a un lado de la mesa.

- Vert Akaime… Lo recordaré. ¿Por qué no compartimos unas pocas opiniones? Me gustaría conocerte antes de que subamos esas escaleras. El símbolo es tuyo ya, pero primero vamos a hablar como personas que se acaban de conocer. – Ladeó un poco la cabeza. Lo que mostraba era… curiosidad sincera. - ¿Qué te ha traído a mi gimnasio aquí hoy? Por lo que puedo ver en tu forma de reaccionar… no es que fuera una sorpresa gratificante verme aquí antes de tiempo. ¿Me equivoco? – A pesar de que era un pequeño interrogatorio, su semblante era serio, pero a la vez intentaba calmar a su invitado. No había nada que temer.

- Estamos lejos del cuento de hadas... aunque más cerca de la representación teatral. – Corrigió la chica, aunque sus ojos se iluminaron con sus palabras. ¿Un halago? Inesperado era, a pesar del tipo de retador que parecía tener delante. Se acomodó un poco sobre la mesa, aunque una vez había terminado, mantuvo los brazos sobre sus piernas cruzadas, mientras miraba al frente, al otro lado de la amplia mesa.

- El apoyo que tienes sobre tus pokémon es grande. Digno de admiración. – Puntualizó, viendo como sus pokémon lo ayudaban a mantener sus… modales en la mesa. De todas formas parecía un joven bastante tranquilo. La conversación proseguiría un poco más. - El hecho de estar aquí es… porque quería conocerte personalmente. Jamás había visto a alguien como tú antes. Eres en cierto modo, especial. Te criaste con pokémon, ¿verdad? Lo puedo ver en tus ojos. Ese vínculo… – Observó al techo de la habitación, algo risueña. Aquello parecía emocionarla. Un vínculo tan fuerte y puro…

- ¿Odio hacia los humanos? ¿Por qué? – Dirigió una mirada seria el chico. Se sentía como una psicóloga, pero aquello era importante. - Los entrenadores que visitan mi gimnasio… deben tener la mente en calma y paz. ¿Ese odio también es hacia ti mismo? ¿Odias el trato que el ser humano tiene hacia el mundo pokémon? ¿O hubo… alguna ocasión especial en la que te sintieras así y por ello lo has arrastrado el resto de tu existencia? – Preguntó, profundamente. A pesar de todo, se sentía identificada en parte, especialmente si aquellas preguntas fueran a ser respondidas de cierta forma.

- Veo entusiasmo. Eso me agrada. Y también la agrada a ella. – Contestó, con cierto misticismo. Quizá todo era porque la prueba estaba llegando a su final inminente, o bien porque… había algo más que debía revelar. - No todo es lo que parece. Pero siento que a ella le resultas agradable. Quizá porque en ocasiones… pensamos parecido. – La chica bostezó, llevándose la mano a la boca para cubrirlo. ¿Ahora se aburría? No, había algo más allí.

- Has crecido junto a pokémon muy curiosos. Tengo curiosidad por saber cómo son. No, no solo eso. Siento que los veré. – La voz de la chica había cambiado un poco. Quizá era el momento de dar un giro dramático a aquella representación teatral. - Yo no iba a disculparme. De hecho, no lo haría. Pero ella quiere que me disculpe. En fin, soy demasiado delicada para este tipo de cosas. Pero siempre igual… “Trata a los retadores bien, y dales tu mejor imagen”. Pues eso hago. – Y el giro dramático tuvo lugar, a sabiendas de que Raine ya no era realmente Raine, sino Froslass. Algo que había permanecido oculto desde un primer instante.

- Oh, chico, ella también está deseando conocerte, pareces muy interesante. Todos esos pokémon fantasma que estuvieron contigo parecen haberlo notado. Pero… acabemos este tétrico diálogo para poder dejarte pasar, ¿te parece? – El pokémon de hielo se elevó, a unos metros por encima de la mesa. Parecía que preparaba algo, pero era más bien como si fuera algún tipo de… representación teatral. Al fin y al cabo, a la Froslass de Raine le encantaba el teatro. - No creo que te odies del todo a ti mismo. Tu vínculo es fuerte, muchacho. ¡Fuerte como el guión de una obra! Del mismo modo que no deberías odiar a todas las personas. ¿Sabes? No todas son iguales. Pero allá vos con vuestra conciencia si hay que ir más allá. Tu opinión, tus normas. – Declaró, con aires de grandeza el pokémon fantasma, utilizando sus poderes hipnóticos para comunicarse.

- Siento que has tocado un tema muy interesante, el cual deberías… manejar con mi entrenadora cuando la conozcas realmente. ¡Última pregunta, muy atento! ¿Por qué opinas que la organización Genesis son todos unos mentirosos? – Preguntó Froslass con curiosidad, fijando sus profundos ojos en el chico. En cierto modo, aquella curiosidad… se veía reflejada en la propia líder también. Y era algo que el pokémon debía preguntar, antes de dejarlo marchar.

- Los escenarios son mi lugar, es lo que ella siempre dice. Los aplausos son la energía que mueve el mundo. Gracias, gracias. – Declaró orgullosamente el fantasma, a la vez que dedicaba una serie de reverencias al público inexistente que tenían alrededor. - La familia es importante. Aunque debo decir que la nuestra es tan solo algo más grande. Toda Cumbre Nevada es nuestra familia, así como las personas de Glacius Town. Excepto esos endemoniados Mamoswine… Pero al menos nos soportamos, y ella es feliz con ello. Adorable a veces, ¿no crees? – Aludió de nuevo a su entrenadora, aunque en un tono algo burlón. Froslass podía ser rebelde en ocasiones.

- Solo te convertirás en aquello que realmente quieras ser. Recuerda estas palabras. Si odias algo, tu mente lo va a rechazar, y solo la aceptación mutua terminaría aceptándolo. Abraza lo que tienes y adoras y jamás lo dejes escapar. Ese es el camino verdadero. – Sus palabras fueron sabias, aunque a la vez profundas. Aquel pokémon había aprendido mucho de Raine, y Raine mucho de ella. Un cambio solo era posible si se deseaba con fuerza y entusiasmo. Si no se deseaba el cambio, tan solo quedaba el vacío. - Ella no quiere anular ningún sentimiento tuyo. Quiere que seas sincero y demuestres como eres verdaderamente. El miedo a ser como eres es lo que quiere que dejes en esta sala. Las mentiras no están bien, del mismo modo que te mentí hoy. Pero fue divertido, ¿no? Creo que cualquier humano pagaría por una fotografía del gesto de sorpresa que me mostraste hace un momento. Ah, es broma. – Su humor era tétrico, pero a la vez… ¿certero? Aquel chico era curioso.

- Quizá vosotros dos tengáis mucho de lo que hablar en vuestro combate. Aunque a veces esa chica no calla cuando se entusiasma. Pero eso le pasa por dejarme ocuparme de esta prueba. Espléndido. Casi merece otro aplauso. Irse por las ramas es quizá algo que ella querría. Desea con toda su alma… conocer a fondo a cada visitante que tiene. ¿Obsesiva? Solo… quizá en parte. – Una misteriosa sonrisa fue la que dejó escapar el pokémon a continuación. ¿Hacían falta más preguntas? No, realmente no. - Como pequeña curiosidad, debo decir que mi compañera odia al Equipo Genesis con toda su alma. Ha visto cosas horribles. Y su odio debe ser… casi tan intenso como el tuyo. Has respondido con sinceridad, así que… ¿Por qué no? Toma lo que es tuyo. Algo me dice que te has esforzado por llegar aquí. Y… no tengas frío. Atraviesa de nuevo esa puerta. Un nuevo camino se te revelará pronto… – El fantasma se desvaneció sin ninguna señal más, y en la helada mesa en la que se habían sentado, justo en el bodegón de frutas que se encontraba en el centro, se pudo ver un brillo intenso. Había algo más allí, además de las jugosas frutas. El símbolo de la Intuición reposaba con misticismo. Tal y como Froslass había dicho… quizá el chico tan solo tenía que volver a la habitación anterior con su símbolo tomado. El camino se revelaría pronto.

❄ ¡Prueba superada! ¡Y esta fue la última! Vuelves a encontrarte de nuevo en el hall, justo el lugar al que llegaste primero. Estás un paso más allá en las pruebas, tómate un buen descanso, con todo el tiempo que necesites. El lugar no ha cambiado un ápice. Nada más entras al hall de entrada, podrás ver unas escaleras que ascienden, con el símbolo del gimnasio en lo alto. En la planta baja podrás localizar tres puertas distintas frente a ti. Son tres pruebas que debes superar antes de ascender por las escaleras, reuniendo cada uno de los símbolos que necesitarás en la parte superior. Para acceder a cada una, pues no es necesario realizarlas en ningún orden, tan solo deberás decir el nombre de la prueba en voz alta. Las opciones son: Intuición, Confianza y Empeño. Cada vez que una prueba sea superada, deberás volver aquí, hasta completar las tres y poder retornar al gimnasio de nuevo, tal y como viene escrito en un pequeño mensaje en una de las paredes heladas. Este también será un lugar de descanso para ti y tus pokémon. Tómate todo el tiempo que creas necesario descansando y meditando aquí. Mientras el tiempo transcurra, Glaceon descansará en un rincón, todavía observándote. Como puedes ver, todo (hasta la mayor parte de las instrucciones) permanece igual. El aire del gimnasio permanece en calma, como si una tormenta hubiera terminado. Los tres jueces que te han observado durante tu camino, se encuentran aquí, por alguna extraña razón, descansando al pie de las escaleras de ascenso. Por lo que parece, esperan que finalmente las subas. El final del camino ha llegado.

❄ Llegarás a este lugar en varias ocasiones, así que no dudes en disfrutar del gélido descanso que ofrece esta zona. Cada vez que llegues aquí podrás curar a tus pokémon. Ascender hasta la habitación de la líder no será posible hasta que poseas los tres símbolos del gimnasio, habiendo uno tras cada puerta diferente. Puedes poner un recordatorio cada vez, acerca de los que llevas actualmente. Adicionalmente, generar cualquier duda en voz alta hará que Glaceon te guíe hacia la respuesta. Tus elecciones también deberán ser enunciadas en voz alta. En este momento dispones de los siguientes símbolos: Intuición, Confianza, Empeño. ¡Ya dispones de todos los símbolos! Descansa cuanto necesites aquí, casi estás ya, entrenador. Una vez estés listo, asciende esas escaleras, e introduce tus símbolos en las pequeñas ranuras de la puerta. Pronto podrás ver lo que se encuentra más allá de esa puerta final, pero por el momento, descansa aquí, antes de proseguir hasta el final. La líder te espera. Superar este paso conlleva un sencillo post de al menos 10 líneas.

❄ Finalmente has conseguido subir esas escaleras, entrenador. El final está cerca. Tan pronto como introduces los tres símbolos en las pequeñas ranuras de la puerta, ésta se abre de forma elegante. Raine Liza, la líder de gimnasio, ha aprobado tu estancia en su gimnasio, y te permite alcanzarla. Ascender las escaleras te lleva a un gigantesco salón de muebles cristalinos. Numerosos pokémon de tipo hielo corretean a sus anchas por allí. Swinub, Snorunt, Smoochum y el Glaceon que te acompañaba, entre otros. Como mención especial, puedes reconocer al Smoochum que conociste instantes atrás, y Froslass te observa silenciosamente desde una esquina de la habitación, sin moverse demasiado. Aquel lugar es prácticamente una gran sala de juegos para pokémon en ese momento. Glaceon, el mayor portavoz del gimnasio, con una leve reverencia, te indica de poder continuar. Hay una puerta al otro extremo de la habitación, que permite la entrada de cierto viento frío, pero de alguna forma agradable, tras todo lo que has pasado, como si te hubieras adaptado a este tipo de clima, o bien como si de un tipo de magia extraña se tratara, por imposible que parezca. Pero no dejes tus abrigos aún, entrenador, queda el paso final.

Avanzar a través de la puerta que Glaceon te indicaba te lleva a una gran terraza, en la cual puedes observar el hermoso cielo nublado, y Cumbre Nevada al fondo, como si fuera un hermoso diorama planeado, todo sobre un gran campo de batallas pokémon, en un intenso color azulado gélido. Una ligera capa de hielo cubre todo el suelo de esta terraza, ten mucho cuidado de no resbalar. Y allí está ella, finalmente, con una sonrisa orgullosa, dándote la bienvenida. Parece contenta de que hayas llegado hasta aquí. Preséntate. Vuestro combate empezará pronto.

❄NORMAS DE LA BATALLA POR LA MEDALLA COPO DE NIEVE❄

❄ El combate será de 3vs3. Los intercambios no estarán permitidos, y los pokémon a utilizar deberán ser elegidos tan pronto como se entre en el interior de la sala, así como el orden de enfrentamiento. La líder hará exactamente lo mismo, imitando los pasos del entrenador.

❄ No podrá utilizarse el pokémon que fue utilizado en la Cámara de la Confianza. Sin embargo, éste te será devuelto tan pronto como finalice el encuentro de gimnasio.

❄ Los objetos restaurativos no podrán utilizarse durante el encuentro de gimnasio.

❄ El combate comenzará y finalizará con un sencillo post social, uno previo al encuentro (iniciado por el visitante) y uno posterior al encuentro (iniciado por la líder de gimnasio o el entrenador en caso de ser derrotado). La entrega de la medalla tan solo se llevará a cabo si se realizan estos dos posts sociales, además de disponer del consentimiento de la líder. Si se desea expandir este tipo de interacción de cualquier forma, la líder de gimnasio no se negará. Se podría decir que las fiestas del té están permitidas.

❄ Al igual que cada entrenador puede traer consigo al gimnasio a todos los pokémon que desee, la líder podrá equilibrar el combate con esto a su favor. Esto funciona de la siguiente forma: Se dispondrá de una serie de pokémon que ésta puede utilizar, pero también deberá nombrarlos al principio del encuentro. Se equilibrarán, de cualquier forma, los stages del equipo de la líder de gimnasio, de forma que estén parejos. ¡Batallas justas! Mientras la líder tendrá la ventaja del orden de equipo elegido, pues podrá elegir la segunda, el visitante dispone de la ventaja de iniciar el primero el combate.

❄ No hay mucho más que decir, entrenador. Que comience el encuentro por la Medalla Copo de Nieve. ¡Mucha suerte y disfruta del encuentro!