Una pregunta tonta para una respuesta tonta, claro que creía en los espíritus en pena o lo que sea que dejaba plantada al alma de una persona en la tierra, después de todo tenían una prueba frente a sus ojos, los Pokémon tipo fantasma. Podría ser solo un nombre vago que algún hombre escogió por mero morbo, pero de algo estaba segura, y era de que el mundo estaba lleno de cosas sin explicación, creer que todo recae en hechos científicos o negarse a la existencia de criaturas fantásticas era una tontería... ¡literalmente veían lagartijas escupir fuego! Dragones, hadas, ¿qué otra prueda necesitaban? En todo caso de nada le serviría caer en el temor de las maldiciones que se rumoraban caían a las personas que se acercaban demasiado a un fantasma, a lo que realmente hay que temer es a los vivos, asesinos y criminales, es lo que se decía una y otra vez en su cabeza cuando sus pasos le adentraron a la vieja y encantada Tennebris Town.

El tétrico pueblo fantasma le engullia en sus fauces como si no fuera más que un bocadillo, la oscuridad le rodeaba, parecía que el hermoso amanecer jamás llegaría en aquel lugar; no era para más, algunos creían firmemente que la mayoría de personas en Tennebris eran en verdad espíritus, el sentir como si millones de ojos te observarán era algo que  cualquiera experimentaba al pisar esa desolada tierra.

Ah... era como si el tiempo se hubiera detenido en ese solitario punto, donde las almas en pena se reunían para descansar o hacer menos agobiante su existencia; teorías extrañas nunca faltaban, y de hecho su pequeña Vulpix estaba tan aterrada de ellas que fui imposible sacarla de su pokeball. El clima era extraño, podía sentir como un escalofrío recorría su espina dorsal con tan solo haber caminado unos cuantos pasos por los alrededores, siempre con el cuerpo tenso. Un pueblo escondido entre las entrañas del tiempo, eso es lo que decían los viajeros, siempre aterrados de lo que se encontraron en lo más profundo. ¿Y que hacía en tan escalofriante escenario? Incluso los más valientes salían corriendo como Torchics asustados, pero no Airi, estaba decidida a tomar las riendas de su futuro de una vez por todas.

Comenzar por lo peor, una vez hayas superado tus mayores miedos todo lo demás será pan comido, eso es lo que tenia entendido, y si bien era una joven terca y de cabeza dura, también tenía sus demonios que le obligaban a temblar por las sorpresas que le avecinaban. Fantasmas, no es como si nunca hubiera visto antes algún Pokémon de este tipo, de hecho hace poco consiguió a una pequeña Misdreavus, pero de algún modo se sentía observada, como si más que simples criaturas de bolsillo le vigilaran, no había nadie que transitara las calles a esa hora... y aun era temprano, podía notarse lo pálida que se puso su piel a medida que dejaba el sendero convencional y tomaba dirección hasta el cementerio. ㅡ Solo son Pokémon, solo son Pokémon... ㅡ Comentó para si misma mientras controlaba su respiración, poco a poco la calma volvía a su mente, primero capturaría a algun Pokémon de gran fuerza, y después iría al gimnasio para dejar esa pesadilla atrás, o al menos ese era su plan, una lástima que sus planes nunca funcionaran.

Paso tras paso entre un camino lleno de pequeñas piedras, cruzó entre la neblina donde todos los susurros de las diferentes almas bromistas se reunían. Entre la noche ella dejo escapar una plegaria hacia el poderoso Arceus, fingía no estar asustada, pero la verdad se esforzaba para no temblar, era ridículo tener miedo, nunca lo admitiría, ni siquiera cuando la penumbra le envolvía por completo. Cuando alzó su mirada noto la gran cantidad de ramas secas que se alzaban con orgullo, se preguntaba si alguna vez habían florecido, o si serían nada mas que un vestigio de memorias pasadas. ¿Habría perdido su camino? Podía sentir una brisa gélida calar hasta sus huesos, era extraño, era pleno verano... ¿estarían cerca? Tragó saliva, acomodo su bufanda para que cubriera parte de su nariz y se dispuso a andar, no debía parar por un segundo, no debía dejar que le tomarán por débil. Y entonces, entre la extraña niebla que comenzaba a cubrir todo a su alrededor un sonido bajo se hizo presente, como pequeños susurros, lo que pronto le erizo la piel a la joven. ㅡ ¡Ja! M-muy graciosos. ㅡ Comentó con una sonrisa temblorosa mientras se cruzaba de brazos, eran sólo fantasmas, ¿qué daño podrían hacerle? ¿Verdad?  ¿¡Verdad!?


Un intrépido viento paso por su cabeza, arrancando ese gorro lanudo de sus cabellos y robandole un chillido agudo a la pelirroja, su cuerpo entero se paralizó, su rostro se torno completamente blanco y pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos. ¡Wooosh! En un abrir y cerrar de ojos la broma se vio descubierta cuando una brisa paso entre sus piernas, tan fuerte que levanto su falda y dejo al descubierto su ropa interior de encaje; un Shuppet se hizo visible y junto a un Haunter, que sostenía su prenda de lana, le sacaron la lengua para después carcajearse como si fueran a morir por segunda vez.

Airi nunca se había sentido tan avergonzada, engañada por unos estúpidos fantasmas... ¡y habían visto su ropa interior! Un tono furioso adorno sus mejillas y su cabeza casi estaba que hechaba humo, apretó sus dientes y puños con fuerza antes de explotar, no podía soportar tal atrevimiento. ㅡ ¡LOS MATARÉ DESGRACIADOS POKÉMON! ¡MALDITOS LISIADOS! ¡JODANSE! ¡los atrapare en una pokéball y no los dejaré salir en una eternidad engendros del demonio! ㅡ Su voz atronadora hizo callar a las criaturas antes de que se echaran a correr, o flotar, incluso se notó en ellas una pequeña gota de sudor correr por sus mejillas ante las amenazas de la pelirroja, aunque claro, muertos ya estaban. No pasó un segundo para que la joven saliera a la caza de esos dos bribones a toda velocidad, corrió como nunca antes lo había hecho, sin saber a dónde se dirigía, y antes de que pudiera darse cuenta había perdido de vista a ese par.

ㅡ ¿Dónde... ? ㅡ Una niebla mucho más espesa cubría todo a su alrededor, ni siquiera el cielo nocturno le daba confort en esa extraña situación. ¿Estaba pérdida? No recordaba haber echado que Tennebris tuviera una espesa... oh no. ¡No! ¡No! ¡No! ¡Era el camino hasta al gimnasio! "Escondido entre el sendero hacia el cementerio y la mansión podrás encontrarte con el gimnasio de Tennebris Town. Pero ten cuidado, algunos entrenadores jamás regresan, la neblina es tan pesada que puede tragarte viva." Tragó saliva al recordar las palabras de un anciano, su rostro volvió a palidecer, no estaba lista para ir en busca del gimnasio, un gran nudo se formó en su estómago. Dejó caer sus párpados con fuerza al tratar de recobrar un poco la calma, le tomó varios minutos volver a respirar de la forma habitual, de que sus piernas no temblaran como gelatina, entonces se dio ligeros golpes sobre sus mejillas para recobrar los ánimos, vamos, que era solo un poco de niebla. ㅡ ¡Sólo niebla! ㅡ Gritó mientras alzaba uno de sus puños al aire, si el destino quería que fuer directo al gimnasio entonces barrería el piso con todo lo que se le topará en frente.

Una vez logró recobrar la compostura agudizó su oído ya que ahora solo podía contar con su oído, no debía ser tan difícil, si podía distinguir las notas musicales escuchar a los Pokémon fantasma que se acercaban debía ser pan comido. Vaya ingenua que fue, aunque sus pasos fuesen mucho más seguros y su rostro pintará una sonrisa no quitaba el hecho de que estaba pérdida, sola, a merced de las garras de criaturas inimaginables o algo peor. ¿Por qué temer? Se pregunto una y otra vez mientras su alrededor se volvía cada vez más turbio, el frío que calaba hasta su alma le hizo abrazarse a sí misma, de pronto el ambiente se torno gélido, como si tratará de anunciar algo.

Tragó saliva, entrecerró sus ojos y siguió con cuidado, moriría de vergüenza si llegaba a tropezar con alguna piedra o rama. Aún estaba que hechaba humo, se notaba en sus mejillas coloradas y esa expresión de pocos amigos que tenia pintada, solo debía esperar, una vez encontrará a ese par de bribones les sacaría los ojos con un tenedor y les dejaría por siempre en una polvorienta caja al igual que todos esos entrenadores famosos que solo capturaban Pokémon para ser "especiales" y "verdaderos maestros". Pff... como si esclavizar tantos monstruos fuera una cosa buena. En verdad trataba de no pensar en lo tétrico que era todo, el desviarse del camino, el silencio abrumador, la neblina que no le dejaba ver más allá de dos metros, mantener su cabeza llena de ideas era lo que necesitaba, aunque no fue algo difícil mantenerse ocupada por mucho tiempo.

La niebla, tan rápido como había cubierto su cuerpo, se desvaneció en un suave susurro de la noche, dejando que los cabellos rojizos danzaran con la brisa de verano, frente a sus ojos una magnífica estructura que solo podía imaginarse en los cuentos de hadas se alzó como si fuese la octava maravilla del mundo... de hecho lo era. Tal como sonaba, el clima de repente cambio para mostrar cómo una gigantesca torre tintineante aguardaba por visitantes, pero lo que le lleno de terror fue mirar a sus lados, nada por la izquierda, nada por la derecha. ㅡ ¿Pero que mierda...? ㅡ Susurró, frotándose los párpados antes de retroceder unos pasos en busca de la basta vegetación que antes le tenía prisionera. No podía desaparecer así como así, ¿cierto? ¡No podía! Era solo un estúpido truco, ¡si! Eso era, no había otra explicación lógica. ㅡ Bien jugado condenados fantasmas, pero no caeré tan fácil en su tonta broma, no está vez. ㅡ Musitó en un tomó bajo, tembloroso por el miedo que se apoderó de su cuerpo, pero manteniendo su sonrisa de oreja a oreja.

Tomó una gran bocanada de aire mientras ignoraba el incesante sonido de las manecillas del reloj, llenando sus pulmones de aire mientras daba media vuelta y comenzaba a caminar en dirección contraria de lo que sea que le deparaba el destino. ¿Acaso creían que estaba loca? Cualquiera con sentido común regresaría por donde vino, esto no era una tonta película de terror. Bajo la luz de la luna estaba a salvo, eso pensó hasta que las risas entraron por un oído y salieron por el otro, su cuerpo se detuvo de golpe y su cabeza giro para ver en dirección a la enorme torre de colores oscuros con los ojos bien abiertos. ㅡ Bastardos... ㅡ Ellos... sin pensárselo dos veces volvió a dar una media vuelta para comenzar a correr a toda velocidad a la supuesta trampa mortal que le tenían preparada, podría sólo ignorarlos y regresar al pueblo, más el tentador sonido de esas risas burlándose para luego ser acalladas con su puño era mas tentador.

Airi, la única entrenadora lo suficientemente tonta para creer que podía vencer a un tipo fantasma a puño limpio.

Mientras más cerca estaba más grande era la torre, de alguna forma podía sentir el peso de cientos de miradas clavadas sobre ella, como si algo bastante pesado se haya colgado de su espalda, el sudor frío empapaba su frente, pero no tenía tiempo para cerrar ante sus juegos mentales. Todo eso era una mentira, aún se negaba a creer que era más que una ilusión, con todas sus fuerzas, por ello cerró sus ojos con fuerza mientras se adentraba más y más por el camino principal que le daría la entrada a la gran construcción, no quería ver que tipo de lugar era, ni quien le aguardaba dentro, solo quería encontrar a los dos Pokémon que ganaron su odio eterno.


Y luego, en una fracción de segundo pudo sentir como su cuero caía de cara contra el suelo por tropezar con una estúpido desnivel en el suelo, menos mal que nadie estaba allí para verla, o eso pensaba. Apoyo ambos codos en el suelo seguido de llevar la diestra a acariciar su frente, su nariz estaba algo roja por el golpe, ¿qué más podría salir mal? ㅡ Maldita sea... ¿esto no podría ser pe...? ㅡ Su cuerpo entero se erizo por el pánico, su piel se torno tan pálida como la de un fantasma, de forma irónica, y apenas si podía pronunciar un sonido agudo sin tartamudear.


¡Fantasmas! ¡Fantasmas de verdad! Caminando con sus cuerpos inclinados hacia adelante y emanando una extraña luz desde el interior de sus cuerpos, casi parecía que estaban envueltos en una llamarada azul por lo intensa que esta podía ser. Como reflejo ante el miedo la joven se levantó de golpe para pegarse a una de las paredes que tenia cerca, siempre vigilando que ninguna de esas cosas se le acercarán. Por Arceus, estaba a unos cantos metros de la entrada y ya estaba llena de pánico por unos simples entes hechos de luz... a quién engañaba, no se movía porque estaba tan aterrada que le era imposible, permaneció en el mismo punto sin mover ni un músculo por casi treinta minutos antes de darse cuenta de que auqellas cosas eran todo menos peligrosas, es decir, no parecían notar su existencia... espera un minuto, ¿como no notar su fabulosa existencia? That's suspicious.
Con cuidado siguió avanzando sin despegarse de la pared y de esa forma no recibir sorpresas desagradables por parte de algun espíritu bromista, solo se concentró en seguir y no parar hasta que llegó a una zona neutra, la mayoría de los entes habían pasado de largo y solo unos pocos transitaban los siguientes corredores, tan largos que parecían infinitos. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que entró? ¿Algunas horas? El tiempo parecía haberse detenido hace mucho, y aún así sentía como si un día entero haya pasado. Cada vez era menos frecuente toparse con criaturas del otro mundo, pero las maravillas de la torre no acaban, era como un verdadero castillo hecho de metal, lo que en vez de asustar a la pelirroja le hizo sentirse mucho más segura. En esos momentos, cuando la paz regresaba a su corazón, las cosas se tornaban mucho más agitadas.

En medio de la calma dos sombras caminaron a tan sólo unos metros por ese lago pero casi deshabitado pasillo, solo que estos no tenían un rostro humano, solo... ㅡ ¡Ora ora ora ora! ㅡ Gritó en cuanto pudo diferenciar sus caras, Shuppet y Haunter, podrían cambiar sus cuerpos pero sus rostros de perro atropellado no se los quitaría ni el mismísimo Arceus. Olvidando toda preocupación se dispuso a perseguir a ese par de idiotas por todo el lugar como si no hubiera mañana, maldiciendo de tal forma que hasta el líder de Génesis flaquearia, se podría  decir que la furia de mil bestias descansaba dentro del cuerpo de Airi por la gran insistencia que ponía al molestarse, ir hasta el fin del mundo para darles su merecido era poco. Sin embargo sus esfuerzos por atrapar a ese dúo fueron en vano, antes de que pudiera notarlo el camino se dividió en dos caminos, el pasillo de la derecha y el de la izquierda, y esos desgraciados se separaron como los cobardes que son. Tenía que pensar rápido, aunque le dolía dejar libre a uno de ellos debía tomar una decisión antes de que el tiempo se le acabara.  



Bajo un poco la velocidad para no resbalar al seguir por la curva que le llevaría justo hasta el malicioso Haunter, el mismo que se había robado su gorro como todo un pelele, estaba segura de que si pudiera robar su ropa interior lo haría, por degenerado. ㅡ Tsk... Sabía que debía traer a Noctowl conmigo. ㅡ Carraspeo ya algo agitada por toda la persecución, al ser un ave podría seguirle el paso a Haunter con facilidad, eso hasta que el cruzará una pared como arte de magia. Aún si su corazón gritaba que tomara un descanso y sus pulmones ardieran como el demonio la joven no pararía de correr, nunca de los nunca.

Faltan unos pocos minutos para que la pelirroja sintiera la fatiga sobre su cuerpo, siendo que no estaba en óptimas condiciones físicas el andar correteando a un fantasma era el mayor ejercicio que había hecho hasta ahora -sin contar su expedición en las cumbres nevadas-. No hubo ni tregua ni descanso en contra del escurridizo espíritu, si bien estaba harté de tener que bajar la velocidad cada vez que doblar una esquina y de saltar por la gran cantidad de agujeros que presentaba el suelo no podía dejar de odiar con toda su alma a Haunter. En verdad tenía un serio problema de irá.

"Click", escuchó al pisar una baldosa, la misma que se hundió tan solo unos centímetros antes de la tormenta. Airi no era estúpida, tan pronto como sus instintos le alertaron comenzar a correr como si el mismo Giratina le persiguiera, it's a trap! ㅡ ¡Me las vas a pagar! ㅡ Seguía culpando al desdichado fantasma por todo lo que ocurría, y no era para más, un mar de flechas varón de las paredes como si fuera una típica película del tesoro dentro de un laberinto de trampas, la misma mierda pero en carne propia, ¡una incluso paso sobre su cabeza! Su mala suerte -o buena- le llevo a tropezar una vez más por la prisa que llevaba, cayendo de cara una vez más de forma estrepitosa, pero salvandola del último proyectil que cayó a tan sólo unos centímetros de ella. ¿No era una suerte? Salió ilesa, o casi, solo una gran marca roja en su nariz por el golpe pero nada más.

Se levantó de inmediato aún buscando al bribón de enorme sonrisa, tomando el camino de la derecha en una intersección, proto vio como la sombra bajo por unas escaleras, ¡y vaya escaleras! Apenas se acercó noto lo empinadas que eran, sin mencionar que el fondo del camino se perdía entre la oscuridad, ¿cuánto tendría que bajar? Bufó. Con paso seguro comenzó a bajar ahora un poco confusa por causa de no poder ver a donde había ido a par Haunter gracias a su color morado oscuro, no podía ver nada mas que unos pocos escalones frente de ella por lo que era mejor ir con cuidado. No supo si en realidad le llevo una eternidad llegar hasta el fondo o solo fueron unos pocos minutos, pero lo que encontró le dejo sin aliento, sus ojos jamás esperaron toparse con tal maravilla arquitectónica. No le costó mucho adentrarse cada vez más y más, dentro de lo que que parecía ser una vieja iglesia dedicada a Arceus nuestro señor, casi como una obra de hace mil años.

Infló sus mejillas, nunca se había sentido tan desconcertada en toa vida. ¿Una capilla? ¿En serio dude? Eso debía ser una broma, pero todo parecía una pesadilla, el castillo que aparece de la nada, los interminables pasillos, ¿no sería esto algo normal en el mundo fantasma? Sacudió su cabeza al tratar de concentrarse, dando pequeños pero seguros pasos sin dejar nada fuera de su vista de vez en cuando se giraba para buscar a Haunter pero era inútil. Paro en seco al toparse con una gran estatua, de un color dorado, incluso parecía que la pudieron hace poco, fue cuando una sombra paso detrás de ella dando carcajadas. ¡Bingo! Dando un grito se abalanzó contra el fantasma creyendo que estaba justo detrás, pero solo alzó la voz al vacío, su objetivo estaba a unas cuantas bancas más adelante, escurriendose de pronto entre las estatuas.

Entonces tuvo una idea algo extraña, trepó a la estatua antes mencionada para ocultarse en su espalda, era de un gran tamaño por lo que mantenerse detrás de la cabeza de Arceus bastaría para cubrir su delicada figura. Allí espero paciente a que Haunter volviera a aparecer entre las sombras, si tenia suerte podría capturarle y reclamar lo que era suyo por derecho. Los segundos parecían horas, el único sonido que retumbaba por la gran sala eran las manecillas del reloj, por más raro que sonora no importa a donde Airi fuera, el tic tac seguía tan claro en su cabeza como si tuviera un reloj a lado.


Se lanzó contra Haunter al momento en que la vio cerca de su posición, casi como una luchadora que le hará una llave a su adversario, de tener cuello lo haría. Pero, ¿No era un poco extraño atacarlo de esa forma? Pude que tuviera la habilidad de atravesar paredes pero si lo tomaba desprevenido seguro podría recuperar su gorro, no eran intocables, la prueba era que podían usar para combates, ¿se imaginan si en verdad no pudieras tocar tocar a un tipo fantasma con nada? Sería imposible vencerlos, por más muertos que estuvieran aún eran capaces de sufrir.

ㅡ ¡Oh vamos! ㅡ Grito con las mejillas enrojecidas y unas pequeñas lágrimas amenazando por caer sobre sus mejillas, saltar sobre un fantasma nunca era una buena idea, NUNCA. ¿Astuta? Ni un poco, Hunter siempre estuvo al tanto de su pequeño plan para emboscarlo, bastó con volver su cuerpo intangible justo en el momento en que la joven le cayó encima, y vamos, darse otro golpe de cara contra el frío suelo ya comenzaba a ser una broma de mal gusto para la pelirroja. Bufó mientras limpiaba un pequeño hilo de sangre que bajaba de su nariz, poniéndose de pie de a poco, mientras su cuerpo dejaba pasar el fugaz dolor de una caída mucho mayor, no sólo le hacía sentir humillada, aseguraba que aprovecho ese momento para ver su ropa interior... ¡otra vez!

Las risas del espíritu resonaban por toda la capilla, volviendo el lugar mucho más tétrico de o que ya era, demasiado extraño a decir verdad, pero la furia de Airi le hizo deja todo en segundo plano, la extraña estructura, los entes que paseaban en la entrada de la torre, todo que no fuera darle su merecido a ese bribón. ㅡ ¿Te crees muy listo, eh? ㅡ Alzó su voz para girar su cabeza en dirección al tipo fantasma, sacudiendo sus ropas fingiendo que eso no fue nada para su gloriosa persona. ㅡ Bueno voy a moler a golpes esa estúpida sonrisa de tal forma que desearás jamás haberte convertido en un fantasma. ㅡ Golpeó su palma con el puño al hablar, frunciendo el ceño, y con qe ella le golpearía se refería más a que uno de sus Pokémon moliera a golpes al desdichado Haunter,quien seguía regodeandose en su "victoria", ya saben, un humano no puede hacer mucho contra un Pokémon salvaje.

De inmediato tomó la pokeball de Cherryblood, la tipo fuego más poderoso que tenia en su equipo por el momento, se arrepentía un poco de no haber llevado consigo a Toga, su Camerutp, pero aun sin la ventaja de tipo sabía que podrían vencer a Haunter. Dio un giro por comentó antes de lanzar la esfera al suelo, solo para que esa luz rojiza formará una gran figura robusta y algo atemlrizante, las llamas de su Magmortar aumentaron un poco la temperatura a su alrededor, bastaba su presencia para que las cosas se pusieran calientes. ㅡ [/b]Vamos a incendiar este lugar.[/b] ㅡ Posó ambas manos sobre sus caderas con una sonrisa de oreja a oreja, su Pokémon parecía sonreír de la misma forma aunque su eterno pico de paz era siempre un impedimento. Sin perder tiempo apunto sus cañones al cuerpo de Haunter, quien pronto cambio la expresión de su rostro al ver que esto iba en serio.

Magmortar solía usar Lanzallamas como primer movimiento sin importar con que clase de Pokémon se enfrentará, fue por lo mismo que la joven no se molesto en dictar alguna orden, solo esperar hasta el momento justo en el que Haunter fuera víctima de una llama eterna. Fuego, de entre esos enormes cilindros que portaba por manos una chispa se encendió, y bastó sólo de un segundo para que esta se transformará en un "rayo" a toda velocidad contra el perpetrador en cuestión, una intensa llama entonces cubrió ese cuerpo morado siendo una de las pocas cosas que si afectaban a los fantasmas. Pero no todo podía ser bueno, ¿o si? Incluso si logro acertar se not como Haunter se alzaba un poco más gracias a su capacidad de flotar, estaba libre de casi todo daño.

Aire chasqueo la lengua, su ceño fruncido contra la sonrisa tétrica de Haunter, antes de que pudiera decir palabra alguna las manos del Pokémon se movieron tal cual una adivina que ve el futuro en su bola de cristal, solo que este formaba un esfera sur, tonalidades moradas junto una ligera descarga de un color carbón, una vez esta fue del tamaño de un Hoothoot dejo que fuera a la velocidad de un rayo contra Magmortar, que vamos, no era muy rápida por su tremendo tamaño. La explosión que se formó después creo una especie de cortina de humo alrededor de la tipo fuego. ㅡ [/b]Pff... gran cosa.[/b] ㅡ Músito cuando su compañera se mostró intacta al menos por fuera- después del ataque. A su alrededor algo no cuadraba, a pesar de que tenía a Magmortar cerca sentía como la temperatura a su alrededor bajaba, incluso pareciera que las estatuas le miraran fijamente, le ponía los pelos de punta.