El miembro 'Taichi Yagami' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

* Cloyster obtiene +5 en sus dados porque Agua>Fuego.

El miembro 'Raine Liza' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

OST:

Habían llegado al final. Cada paso, cada palabra, cada respuesta, cada estrategia, cada ataque…todo se dirigía a la última página del libro escrito entre él y Raine, ese que se quedaría guardado en sus memorias por un largo tiempo. Su tercera medalla de Ysiel estaba a una exhalación, a una secuencia que parecía ir en cámara lenta al contrario de sus latidos y respiración acelerados por la emoción, mientras Delibird volaba hacia la posición de los dos con propósito desconocido. Se sentía completamente unido a Charizard, volando con él, empuñando la misma mano que él en dirección hacia Cloyster…

…buscando el mismo objetivo que él. Eran uno solo.

Ya no quedaban fuerzas, ya no quedaba estrategia que idear. Sus corazones fueron hacia el frente, desafiando lo que Raine había escogido como último recurso para detenerlos, como última dificultad a sortear: un Hiperrayo. Sin embargo, ninguno de los dos tenía miedo. Su pasión y fervor acrecentaba su valentía, tanto que por un simple instante de inspiración Taichi pudo hablar antes de dejarle el resto a su Pokémon.- ¡No debes temerle al fuego, Raine! ¡Puede ser violento y devastador, pero también es cálido y comprensivo! ¡Y te lo vamos a demostrar! – gritó, haciendo una casi exacta imitación de lo que ella misma le dijo sobre el elemento que dominaba antes de iniciar aquel combate, alzando su puño derecho al cielo.

- ¡¡Ahora!!

Menos de diez metros les separaban, sabiendo todos lo que pasaría si el estruendo de energía llegaba a ser disparado. Cierto ave de hielo también lo sabía, y en el ínfimo instante previo al lanzamiento, un presente alteró la concentración del Pokémon marino, creando una oportunidad de oro y diamantes para el retador. La luz de la garra derecha se envolvió en fuego, y el brazo se retrotrajo buscando el impulso. Dentro de su adrenalina Tai creyó haber visto una figura de piel oscura por un segundo llegar hasta Cloyster, rugiendo con todas sus fuerzas mientras ese ataque que bautizaba como Puño Dinámico Ígneo en su mente era ejecutado…

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'Combate' :

* Cloyster obtiene +5 en sus dados porque Agua>Fuego.

❄Terraza de la resolución❄

 

❄ La nieve cae con fuerza, como es costumbre. Pero la victoria es tuya, entrenador. Has sabido dar un gran espectáculo junto a tus geniales pokémon. Y has sabido ganarte a las estrictas normas de la líder de gimnasio. ¡Buen trabajo! La medalla finalmente podrá lucir con seguridad en tu estuche. Estás un paso más cerca de la Liga Pokémon.

❄¡RECIBES LA MEDALLA COPO DE NIEVE!❄

Así, en un momento tan efímero como una exhalación, como un segundo más que recorre el reloj, el combate había llegado a su fin. Cloyster había caído ante un jadeante Charizard que le miraba con seriedad, hablando por medio de la intensidad de sus ojos. Más segundos pasaron, y el estrés de la situación límite desapareció transformándose en una inmensa felicidad, reflejada en el grito y el rugido al cielo de la pareja vencedora. - ¡¡Si!! ¡Lo logramos! ¡Yahoo! – exclamaba con los puños apretados Taichi, antes de ir corriendo a por su agotado Pokémon, el que igualmente se las arregló para acortar las distancias. Se fundieron en  un abrazo fraternal que el lagarto dominó, pero que luego el humano recuperó acariciando la cabeza de su compañero más poderoso. – Eres el mejor – le sonrió ampliamente y ambos chocaron puños suavemente en señal de fraternidad. Aquel triunfo había sido una auténtica hazaña.

Raine se acercó a ellos tras haberles dejado el tiempo y el espacio necesarios para que celebraran, aunque ambos sabían que detrás de eso había una justificación más para mantenerse lejos del inicial de Kanto. Charizard se distanció un par de metros más con tal de que no le afectase tanto, y su entrenador agradeció aquel gesto en silencio. Escucharon con atención a la joven peliblanca, y un galope le iluminó aún más los ojos al ganador, viendo venir tras unos segundos al caballo relámpago que frenó justo antes de embestir a su entrenador, ganándose un abrazo de genuino reencuentro, como si no lo hubiera visto hace años.- ¡Zebstrika! ¡Lo logramos! Todos juntos lo hicimos…me alegra tanto que estés bien…- le decía mientras le acariciaba la crin y su cabeza alternadamente. No podía estar más feliz. – Nunca dudé de que Zebstrika estuviera en peligro luego de quedarse en la cámara, pero de todas maneras te agradezco muchísimo que lo hayas cuidado tan bien. – Le dijo inclinándose levemente, gesto que también hizo Zebstrika doblando un poco las patas.

Sí, sabía muy bien a qué se refería la líder tipo hielo con sus palabras siguientes. Más allá de ese enfrentamiento, ambos tenían batallas muy importantes que luchar y vencer ya fuera contra ellos mismos o contra su propia historia. Y como él creía firmemente, los combates Pokémon servían para fortalecer tanto a entrenadores como a sus compañeros. Aquel no había sido la excepción. Cierta emoción recorrió su cuerpo cuando vio la brillante medalla en la mano de Raine, y una sensación inmensa de satisfacción le sobrevino cuando estuvo en la suya  propia. – Muchísimas gracias, por todo. Y de verdad lamento mucho los problemas que te causé. – comentó mientras abrazaba la medalla con toda su mano, guardándose a fuego en la memoria aquel momento.

- Descansen ambos, luego iremos a celebrar como se debe. – Miró a sus Pokémon y sacó sus respectivas Pokéballs, brindándoles el reposo más que merecido luego de sus esfuerzos. Ya tenía más o menos pensado como premiarlos, pero aún habían cosas por hacer en el Castillo Congelado.- Yo soy quien tiene que pedirte disculpas por no ser lo suficientemente fuerte como para mantener mi tema a raya.. – ahora estaba más serio, dejándose las goggles colgando en su pecho- Yo también espero que algún día logres superar tu miedo. Y no dudes en contactarme si necesitas algo de interacción con Charizard. A pesar de lo fiero que se ve, es muy dócil. – Le sonrió, haciendo una mueca pensativa ante su última interrogante. ¿Qué iba a hacer ahora? – La verdad…sigo con la adrenalina a mil por haber ganado…no tengo pensado qué voy a… ¡Ah sí! ¡El té helado! –recordó de repente, chasqueando sus dedos- Pero si no te sientes bien, podemos dejarlo para otro momento. No me gustaría generarte más problemas. – Se sinceró, cual libro abierto que resultaba a ser a excepción de aquel apartado encadenado de su pasado.

Con un breve asentimiento confirmó lo que Raine esperaba, consciente y orgulloso de que había dado un paso más en dirección a su objetivo. Todavía faltaba muchísimo por hacer, pero cada triunfo debía de valorarse como merecía, más aún uno tan épico como ese. Los años de experiencia entrenando le permitían aquellas cosas luego de haber cometido infinidad de errores al principio. – De nuevo muchas gracias, atesoraré esta aventura por siempre. – Respondió con una amplia sonrisa, dejando que el viento jugara con sus cabellos con cierta fuerza. Cerró los ojos unos instantes para recibirlo con gusto, sintiendo cómo ahora era uno con el Hielo. La temperatura ya no era un problema para él, aunque su cuerpo pronto le pediría que regresara a por sus prendas para evitar un resfriado que pudiera aguar toda fiesta post-triunfo. Abrió los ojos cuando lo estimó conveniente y vio a la peliblanca sonreír como hace bastante rato no lo hacía, contagiándole de su propia felicidad.

Miró el bello paisaje ante sus ojos cuando la líder lo hizo, notándolo recién en ese momento. Le inspiraba paz, la que venía después de una tremenda tormenta. Tal y como él se encontraba, habiendo sobrevivido a la suya mental pero con la sensación ineludible de que pronto esa vendría por él otra vez, para ponerle a prueba. Se sentía preparado para enfrentarla aunque fuera ensalzado esto por el sabor de la victoria aún demasiado reciente, pero confiaba en que el futuro le permitiría una fortaleza natural, cuando las ansiadas respuestas por fin llegaran a él.

La conversación tomó un rumbo levemente más oscuro al oírle respecto a lo sucedido en la última ronda, pero procuró no reaccionar de ninguna forma negativa ante ello. Era cierto: no tenía forma alguna de saberlo, y eso le exculpaba en teoría, pero era casi una manía del castaño disculparse por cosas que afectasen a los demás por su causa sin intención, o indirectamente. Al final se quedó tranquilo con lo próximo, ampliando la sonrisa que se había hecho permanente en su rostro. – Claro. Ambos lo lograremos. – Complementó, dándolo por hecho. ¿Por qué había que creer lo contrario?

Tal y como supuso, Raine declinó su propia invitación por motivos más que evidentes y comprensibles. Aquello le produjo un leve pesar mas no decepción, ya que para él lo importante es que ella estuviera bien. Hubiera sido realmente incómodo en caso contrario. Súbitamente la Reina de Hielo se dio la vuelta, emprendiendo la retirada para un merecido descanso. Tai le contempló con respeto, hasta que mencionó aquel detalle de los tickets. Menos mal que no podía verle la cara, ya que podría haber derretido otra porción del campo de batalla con lo rojo que se había puesto su rostro. Cierta pelioscura de ojos felinos se apoderó de sus pensamientos, pero se aseguró de que el frío y el hecho de que Glaceon se acercaba a él le ayudasen a volver a la normalidad. Antes de coger el regalo del hocico del pequeño cuadrúpedo, se aclaró la voz. - ¡Te cobraré la palabra! ¡Muchas gracias por todo! ¡Hasta la próxima! – dijo antes de que su figura se volviera más y más pequeña a lo lejos, inclinándose en noventa grados en señal de profundo agradecimiento. Así permaneció por varios segundos hasta que una brisa pasó justo por su nuca, estremeciéndole.

- ¡Brrr! Será mejor que me abrigue o haré al frío aún más mío…- dijo cogiendo los tickets, corriendo a recoger sus ropas que habían quedado muy heladas por todo el tiempo en el suelo. Charizard las calentó antes de salir, y antes de abandonar la habitación, la miró por última vez, pasando por su cabeza todos y cada uno de los recuerdos y lecciones que había aprendido bajo la tutela de uno de los elementos más feroces de todos. Habiendo integrado todo eso a su propio ser, el joven de Lavacalda continuaría su viaje luego de una merecida visita a las aguas termales que le habían recomendado. Tras eso, a recorrer y a entrenar otra vez, persiguiendo sus sueños. Tal y como dictaba su espíritu Aventurero.