¿Por qué? Esa era la pregunta que se repetía en el cerebro del líder de gimnasio una y otra vez, mientras veía como el Drapion del oponente retrocedía, con partes de su cuerpo ligeramente rostizados por el impacto directo del ataque de Rotom. Quizá era el optimismo contagioso que su retador demostraba con cada palabra que empleaba, o la esperanza que en su corazón resguardaba con ferviente deseo y añoro. Realmente, a fin de cuentas, no importaba en gran medida el motivo, sino lo que el líder de gimnasio deseaba; perder. No era la primera vez que ocurría, dado que otros retadores que le hicieron frente también habían causado mella en su persona. ¿Acaso era algo que solo los ganadores tenían en su interior? ¿O eran meros delirios de un joven cansado de esperar por gente apta? Si, probablemente sean delirios, pero también había que reconocer la habilidad del oponente.

Rápido, mucho más rápido de lo que sus ojos pudieron reconocer; así había sido el movimiento de tan enorme bestia que, tras recibir el despiadado ataque del espectro de plasma, se las había ingeniado para vengarse y contratacar, cobrándose las pocas energías que el pequeño bromista guardaba para seguir. –Uno menos…- Atinó a pronunciar en voz alta, delicandole una silenciosa mirada a la Superball en su diestra, la cual encerraba en su interior al recién derrotado. Luego, tras un corto beso en la superficie azulada, le susurraría un simple “gracias” cargado de sentimientos que solo el entrenador y sus Pokémon podrían comprender. En esos breves momentos reservados para ellos solos, podía reafirmar que los sacrificios realizados para mantenerse de pie, y presenciar a los futuros campeones, valían la maldita pena.

Antes de hablar, sus ojos ya se habían fijado en su próximo compañero de combate, aquel que compartía el aura bromista de su camarada caído: Gengar, quién era uno de los fantasmas que más tiempo había compartido con su entrenador. Sus presentaciones eran, por lo pronto, anormales, dado que siempre le gustaba sorprender a todos los que pudieran deleitarse con su persona; desde arrojarse de las alturas, hasta arrojar cosas de todos los tamaños posibles y así hacer acto de aparición, siempre salía con una nueva forma de aparecer. En esta situación, tras recibir la mirada de su comandante, su cuerpo se “derretiría”, formando un pequeño charco de gelatina violácea en el suelo, a un lado del Jellicent restante. Acto seguido, y sin indicio alguno, se aparecería detrás del retador, golpeando con suaves palmadas una de las piernas ajenas.

-Si, lamento eso.- Comentó abiertamente el de ojos grises, rascándose la nuca con su diestra. Para ese momento, el fantasma de turno ya habría desaparecido de nuevo, solo para tomar posición junto al líder de gimnasio. No encontraba palabras para disculparse por la actitud de su bromista amigo, por lo que debía bastar con lo que ya había dicho. –Rayo Confuso.- Dijo, cortando una vez más la atmosfera, retomando la seriedad del momento, cosa que bien entendió el de orbes carmesí. Con sus manos en alto y una sonrisa burlona, Gengar se vería rodeado de un destello violáceo que generaría una distorsión a su alrededor, deformando el tamaño de aquel ser. Acto seguido, formaría una gran bola sombra distorsionada entre sus extremidades superiores, la cual lanzaría apenas el de pelos en alto dijera “Bola Sombra”.

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

Tras haber derrotado al pequeño Rotom, Drapion volteó su cabeza hacia su entrenador, sonriendo y chocando sus pinzas para generar un fuerte sonido, buscando encontrar aprobación por parte de H. Éste simplemente asintió y sonrió de vuelta, demostrándole a su pokemon que si había hecho un buen trabajo, aunque en el fondo seguía algo preocupado por la situación, ya que aún le faltaban otros 2 pokemon que derrotar. Mientras el líder del gimnasio se encargaba de su siguiente pokemon, el joven se dio el pequeño gusto de sentir nervios por lo que se avecinaba, los cuales  desaparecieron repentinamente, cuando sintió unos pequeños golpes en sus piernas desde atrás. El susto para H fue tremendo al ver que Flama estaba a su lado y no podría hacer eso, por lo cual se volteó rápidamente, a tiempo para ver como el Gengar de Yuto desaparecía, habiendo estado en ese lugar momentos antes dándole palmadas en sus extremidades inferiores.

En cuanto el pokemon desapareció, H se volteó hacia el líder del gimnasio, en donde encontró nuevamente al fantasma junto a él. – No te preocupes, mis fantasmas son igual de bromistas en casa – señaló el joven, parándose firme nuevamente, atento al nuevo enemigo. Yuto le ordenó un ataque de Rayo Confuso, algo que el joven retador aun no sabía exactamente como contrarrestar, por lo que el tiempo que se tomó para pensar en algo fue demasiado, y su amigo terminó sucumbiendo ante la Confusión. Todo empeoraría cuando el Gengar creó una Bola Sombra, la cual claramente lanzaría al combatiente de H. - ¡Escucha mi voz, Drapion, debes esquivar ese golpe! – señaló el retador, ante lo cual su pokemon sacudió un poco la cabeza, pero se inclinó demasiado a la izquierda en su estado, y por poco se tropieza completamente hacia allá. A simple vista parecería que estuviera jugando, o incluso borracho, y aunque no era así el tipo Siniestro no pudo evitar el impacto de la Bola Sombra, movimiento que lo dejó bastante lastimado.

Drapion seguía en un mal estado mental, pero H no podía perder oportunidad de atacar al enemigo, así que decidió esperar a que se le pasara la Confusión con el tiempo, confiando en que su amigo podría pelear así mismo. – ¡Rápido, usa Carga Tóxica! – señaló el joven, ante lo cual su pokemon levantó su mirada, y disparó hacia arriba una bola de sustancia morada, claramente siendo un material tóxico, pero no llegaría a nadie a causa de esa dirección. - ¡No, sigue mi voz, debes atacar hacia abajo, Gengar sigue en el suelo! – dijo H luego, recibiendo una mirada confundida de Drapion, quien seguramente lo vería en el aire o algo así, pero no era así. Tras ver que su entrenador lo miraba seriamente, el tipo siniestro regresó su atención al combate, y tras apuntar hacia debajo de donde había disparado antes, lanzó un segundo ataque de Carga Tóxica, la cual si podría acertar al Gengar a pesar de que el ejecutor del ataque seguramente no lo estaría viendo allí, a menos que el objetivo pudiera esquivarlo o bloquearlo…

Gengar 60/60

Drapion (+5) 30/50

El miembro 'H Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

H se encontraba de pie junto a Flama, mirando hacia adelante, algo confundido. Poco a poco fue recuperando el sentido, dándose cuenta de esa forma que se encontraba a unos cuantos cientos de metros de Tenebris nada más, y no en medio de la espesa niebla en la que se había adentrado horas atrás. - ¿Qué pasó…? – señaló, llevando su mano a la frente, sintiendo algo de molestia en la cabeza con toda la confusión que sentía, pero al hacerlo notó que llevaba un pequeño objeto en su palma: La Medalla que Yuto le había entregado - ¡Cierto! La Medalla Espíritu… - señaló, mostrándosela al Blaziken a su lado, quien la observó sonriendo. – Espera… ¡Cierto! Algo puedo recordar, creo que ganaste, ¿No? – preguntó H, pero pronto pudo recordar algunas imágenes del combate de Flama contra Jellicent, nada específico, pero al menos pudo recordar el momento de la victoria con una Doble Patada.

Tras quedarse un par de minutos parados en la nada, H finalmente reaccionó: - Bueno, mejor volvamos a casa, muchas gracias por tu buen desempeño – dijo, pero luego lo recordó: 3 de sus pokemon habían sido tomados por Yuto, pero tras revisar su cinturón notó que Swampert, Sceptile y Noctowl estaban allí, completamente a salvo. – Menos mal… pero rápido, vamos al centro pokemon – dijo, comenzando a caminar hacia Tenebris, siendo seguido de cerca por el Blaziken, buscando un teléfono para llamar a casa y que Gallade pueda ir a buscarlos usando su poder de teletransportación, y de esa forma puedan tomarse un buen descanso…

OFF: El ex-líder Yuto me dio autorización de rellenar un poco para finalizar éste tema de forma más completa.