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El desafiante entrenador alguna vez conocido como Patrick Lobo, ese entrenador valiente que desafió la liga, pero no pudo hacerse con el título de campeón y la bella pero retirada cordinadora Francisca Lobo, engendraron dos pequeños, el mayor conocido como Astro, había sido educado escuchando las llamativas aventuras que sus padres habían tenido a lo largo de sus viajes, como se conocieron, la forma en que valeroso Patrick desafiaba cada gimnasio, sus victorias así como las derrotas serían suficientes para que el hermano mayor decidiera emprender su viaje, entusiasmado e ilusionado con el deseo de conseguir los logros de su padre, que pudiera ser el quien llevará el orgullo de ser campeón a la familia Lobo.

Los meses pasaron, Adlet seguía escuchando aquellas historias con las que sus padres les habían llenado la cabeza a sus hijos, pero ahora el menor de la familia tenía unos extras más de los cuales emocionarse, su hermano le hablaba de sus victorias, de como siendo un genio de entrenador derrotaba los gimnasios, creaba en Adlet esa ilusión de que pronto presenciaría como Astro desafiaba la liga para buscar ser el nuevo campeón o en su defecto convertirse en un líder de gimnasio.

La mentira tiene patas cortas, dicen popularmente, la historia se cuenta por si sola, la emoción y felicidad de un niño se vio destruida al saber que su hermano, esa persona que había llegado a admirar, era un simple cobarde, un mentiroso que no había sido capaz de revelar a su familia que siquiera tenía valor de afrontar un reto de gimnasio, tan pronto como había empezado la aventura de Astro se vio acabada, sin embargo el cobarde no regreso a su hogar.

Nuestros héroes de la infancia no siempre resultan ser verdaderos, en ocasiones la verdad nos destruye, ese no fue el caso de Adlet Lobo, quien había sido decepcionado por su hermano. Desde que se destapo la verdad Adlet comenzó a estudiar sin descanso sobre la diferencia de tipos, las ventajas así como movimientos de las libretas que sus padres tenían en el recinto. Las amistades escaseaban para el menor, no le interesaba una vida social, solo conseguir las metas que su hermano no se atrevió a lograr, por eso fue conocido en Raibown Town como "El Insomne", siendo el último en dormir y el primero en levantarse.

Cuando finalmente llego el momento de iniciar su viaje pokemon recordó aquel compañero que su hermano había escogido tiempo atrás "Un Chimchar", los padres de Adlet notaban el resentimiento del menor a su hermano, cuestionaban el echo de que "El Insomne" tomará por compañero a un Chimchar, tremenda sorpresa se llevaron cuando el compañero de aventuras que el menor de los Lobos sostenía era un Chimchar.

Así Adlet emprendió su viaje Pokemon para fortalecerse como entrenador, como persona y sin dejar atrás sus ideales, no quería ser un cobarde más, su ferviente deseo de conseguir las mentiras que su hermano no pudo, era lo que lo estaba impulsando para enfrentar el largo como adverso desafió que la vida de entrenador ofrece.

Los pasos de una aventura así como un camino que seguir para poder desafiar la liga le habían llevado a Viridis City, la tranquila ciudad con una diversidad de fauna pokemon, un lugar totalmente natural, si Adlet no fuera tan fiel a su pequeño Raibown Town, diría que la ciudad actual es la más hermosa que a recorrido.

El Insomne tenía un plan de entrenamiento marcado con el objetivo de desafiar algún Gimnasio, no era un entrenador abusivo, no explotaba a sus compañeros, los respetaba, quería conseguir sus objetivos sin abusar de quienes le brindaban un apoyo incondicional, por eso cuando ellos dormían el con su libreta no dejaba de maquinar estrategias que podría usar en el futuro.

Uno de las rutinas de entrenamiento para Adlet solía ser adaptarse al entorno del lugar de entrenamiento, por eso no era extraño que cada recorrido en climas diferentes el chico se quedará de 2 a 3 días sin nada de acción, todo para que sus pokemons se acostumbraran al entorno, prefería prevenir que lamentarse por no reconocer ni aprovechar las ventajas que el entorno pudiera otorgar.

Por eso llegando a Viridis mis compañeros descansaron en el centro pokemon, hice un recuento de los víveres que tenía para mis compañeros, una costumbre era conseguir bayas a lo largo del viaje, para que no faltaran durante el camino, pero me hacía falta verdadera comida para ambos -Increíble... como pude olvidar lo más importante- me reproché para ponerme en marcha a buscar una tienda donde comprar comida.

En la corta estancia de la tienda escuche a 2 hombres que hablaban sobre el Gimnasio de la ciudad, tras comprar los alimentos no dude ni un segundo en interceptar a los interlocutores para preguntarles sobre el supuesto Gimnasio de la ciudad -Disculpen honorables ¿Como llegó al lugar?-

Los varones se voltearon a ver entre ellos haciendo un gesto que a simple vista parecía expresar "No lo sé", estaba a punto de suspirar con decepción, aunque siempre podría preguntarle a alguien más cuando al mismo tiempo, comenzaron a hablar -No hemos tenido el valor para ir, pero tienes que atravesar "El Bosque de los Tréboles", podemos llevarte a la entrada, te aconsejamos que vayas caminando y sin ninguna envoltura contaminante-

El recuerdo de su cobarde hermano seguía arraigado en la mente de Adlet, por lo que no pudo pensar en aquellos hombres de la misma forma en la que considera a su hermano, sin embargo no pensaba rechazar la ayuda que el par le estaban ofreciendo -Encantado de seguirlos- fue la única expresión de Adlet que se vio dirigido por aquel peculiar dúo.

Los varones finalmente lo llevaron a la entrada, se despidieron deseando suerte al chico, Adlet observo atento aquella zona, el dúo le habían comentado sobre la reserva, que tenía que respetarla y principalmente por ello se prohibían los envoltorios contaminantes, antes de que se aventurase a ingresar, se detuvo a leer el cartel "Es una locura ingresar ignorando cualquier condición" pensó el chico que ahora se concentraba leyendo en voz alta el letrero -"Para aquellos que buscan encontrar al Guardián del bosque solo hay un consejo: Sed uno con el bosque. "- .

Adlet hizo una pausa observando lo que cargaba consigo, solo había llevado un cinturón donde cargaba sus seis pokeballs, su mochila la había dejado en el hostal y marchado sin ninguna clase de alimento, el chico no quería arriesgarse a sufrir una multa que lo hiciera terminar trabajando como criador para poder pagar una suma que heredaría a sus generaciones.

El letrero lo dejo pensativo hasta que Adlet comenzó a tomar una por una sus pokeballs haciendo surgir a sus compañeros a quienes observo con una sonrisa para comentar -No sé como ser uno con el bosque, pero estoy seguro que ustedes sabrán ayudarme- .

Sonreí para todos mis compañeros en ese momento recordé levemente como los había conseguido, Tsukki (Chimchar) mi fiel compañero, había sido otorgado por el profesor y juntos habíamos emprendido este viaje, si algo caracterizaba a mi compañero Tsukki era su espíritu de batalla así como su buen corazón el no podía evitar ayudar a los demás, carece de un carácter temperamental y entre el grupo de sus compañeros suele actuar como el intermediario de conflictos.

Aurus (Bunnelby), el primer rival de Tsukki, si, esos dos tuvieron el placer de luchar entre sí, fue derrotado y decidió unirse al viaje para hacerse más fuerte, Aurus es consciente de sus capacidades así como sus limitaciones pero no permite que se las recalquen, es el temperamental del grupo, aquel que no le gusta ser regañado, ese que constantemente se ve siendo calmado por Tsukki, el único que para Aurus tiene derecho a tranquilizarlo, después de todo fue quien lo derrotó.

Gio (Charmander), el segundo rival que Tsukki tuvo, pareciera que todos mis compañeros tienen historia con Tsukki, sin embargo Gio logró sacar un empate ante Tsukki, ambos se respetan, a diferencia de Tsukki, el es aventurado así como osado, podríamos decir que Gio es el desesperado del grupo, el impaciente, pero dentro del grupo es quien más se preocupa por sus compañeros.

Patrick (Pidgeotto) tiene una historia muy peculiar con Gio, después de todo ambos se enfrentaron en batalla, Patrick demostro su valía ante su rival y aunque no consiguió derrotarlo si le dejo la impresión de que sería cuestión de tiempo para conseguir sobrepasar los límites de su rival, en ese entonces siendo un Pidgey decidió unirse a la aventura en la ruta 1, antes de salir de aquel recorrido consiguió convertirse en Pidgeotto, Patrick posee un carácter muy maduro, actúa de forma responsable así como segura de si, se comporta como el líder de sus compañeros tomando las responsabilidades que ese papel a merita.

Shoker (Shinx) fue conseguido en la ruta 1, Shinx tuvo la fortuna de derrotar a Gio y librar un combate formidable contra Aurus, su estilo de combate lo ha llevado a ser el más seguro del grupo, su determinación es increíble, aunque a veces raya en la arrogancia, la convivencia con el grupo le hace recordar que está en una familia.

Mar (Popplio) a diferencia de mis demás pokemons, antes de salir de Raibown Town, una amable señora me regalo un huevo Pokemon que con cariño decidí cargar conmigo, así fue como aquel huevo me acompaño en el recorrido hasta eclosionar en Mar (Popplio), Mar es una dulzura de compañera, aunque a diferencia del resto de mis compañeros ella tiene un singular respeto por la naturaleza, por sus rivales.

Así observando a cada uno de mis compañeros con una sonrisa y recibiendo la aceptación por parte de los mismos supe que estábamos preparados para afrontar aquel reto juntos. -Vamos chicos- comenté mientras observaba como uno por uno íbamos ingresando al frondoso bosque, entre todos Mar era la que más entusiasmada estaba de estar en aquel lugar.