El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Aquello percibido por el físico, como el estar mojado, era pasado por encima por un fuego interno, una chispa de intenso resplandor que no perdería su luz aunque perdiera aquel combate. Y no malinterpreten lo dicho, pues no es como si el propio líder de gimnasio estuviese pensando en perder, aunque tampoco se encontraba enfocado en ganar aquel encuentro. No, para nada. En ese momento, se encontraba aplicando una lógica un tanto moderna, resumida en una única y simple frase: “Solo se vive una vez”. ¿Deprimente? Quizá lo sea, considerando que se acepta la idea de que morir es algo fijo e inminente, mas no implica que el final importe del todo, ¿cierto? Porque no importa cuál sea el final del camino ni de la historia, sino el camino transitado, junto a las personas y recuerdos que surgieron en el trayecto. A fin de cuentas, la satisfacción de esas experiencias es lo único que se lleva hacía “el otro lado”.

Con su mirada fija en el candelabro espectral que luchaba en su nombre, rememoraba todas sus experiencias vividas desde que puso un pie en Ysiel, hasta el haber obtenido el título que ahora empleaba con orgullo, como los eventos subsiguientes a tal momento. Aquellos individuos que se toparon en su camino, ya sean grandes amigos o meros rostros que quedarían en el inevitable olvido, estaba orgulloso de todo eso. Chandelure era uno de ellos, un compañero de batallas y un fiel amigo y seguidor, incapaz de rechazar algo que sea por el bien de su entrenador. El siquiera pensar eso, viendo el estado desgastado en el que se encontraba al realizar su último ataque, le hacía encoger el corazón, e incluso reprimir lágrimas. Se sentía egoísta por haberlo llevado hasta ese punto, mas la última mirada que le dedicó antes de caer derrotado fue una caricia al alma, indicándole que se aferrara a aquel sentimiento que ardía en su corazón y siguiera adelante.



La sonrisa que trataba de mantener en su rostro era sumamente falsa, pues se encontraba afligido al regresar a su cuarto compañero a su confinamiento solitario en el interior de aquel artefacto esférico y nada natural. Para ese punto, al igual que la retadora, tendría que estar acostumbrado a regresarlos a su Pokeball tras una derrota, aunque no era así: Le dolía horrores el disimular que todo estaba bien, cuando realmente no lo estaba. –Buen trabajo, amigo. Tu descanso es bien merecido.-  Con la esfera de dos colores pegado a sus labios, le dedicó unas cuantas palabras en el más bajo de los susurros, como si se tratara de un gran y oscuro secreto que sólo podría ser oído por quién reposaba en su interior. Acto seguido, tal objeto pasó a descansar a la cintura de su dueño, viéndose reemplazada por una bola idéntica que sólo Arceus sabría diferenciar. –Y sólo quedan dos.- Refiriéndose a su propio equipo, dejó salir al penúltimo integrante del mismo que se encontraba en posición de continuar lo que su compañero fantasmal había seguido.

La nueva presencia hizo acto de aparición acompañado de una vulgar risa que haría eco en cada rincón del campo de batalla. Su gran sonrisa, tenebrosa por donde se la vea, hacía un buen contraste con aquellos ojos carmesí que terminaban por cerrar el aspecto diabólico del quinto acompañante de Yuto. –No pensé que llegaríamos a esto, Gengar. ¿Estás listo?- Con gotas de sudor que intentaba quitar de su rostro, Yuto le habló directamente a su fantasma de aspecto bromista, quién respondió con una sonora risa y un enérgico asentimiento. Eso fue todo lo requerido para que su entrenador le permitiera atacar, y éste no se hizo esperar. Entre sus manos, una esfera de intenso destello esmeralda tomó forma, una energibola de gran tamaño. Era lo suficientemente inteligente como para atacar con un movimiento que le debería dar la ventaja, mas nada podía darse por seguro. Cualquier cosa podría pasar.

Spoiler:

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Independiente de la distancia existente entre ambos Pokémons, el movimiento acuático creado por mi compañera causo un daño considerable sobre quien era su objetivo, originando incluso cierto semblante lastimero en Chandelure antes de ser retirado del campo por su entrenador al ya no poseer las fuerzas necesarias para continuar luchando. Acciones como aquella reflejadas en ambos oponentes, cual poco a poco hacía arrepentirme por la decisión tomada en ese turno, si bien tan solo quería vencerle, la intención no era a tal punto de infligir heridas severas en su cuerpo. Esperando en parte, pudiese recuperarse cuanto antes sin secuelas posteriores en las llamaradas que le acompañaban como extremidades. No obstante, esa pequeña porción de remordimiento era incomparable a la de logro tras derrotar a otro de sus compañeros en pleno combate, pues al fin y al cabo ese era el propósito de ese enfrentamiento. Sufrimiento para uno, mientras que para el otro significaba cierto regocijo por la ventaja que, por frío que sonase, era lo que debería de suceder. Aunque claro, si no me tocaba personalmente pasar nuevamente por ello era mejor, más cuando debía a esas alturas miles de disculpas una vez finalizar todo a quienes habían caído en medio de variables ataques de distinta índole.

¿Era egoísta pensar solo en mi bien y de quienes me eran importantes? Tal vez, tampoco podría demostrar total simpatía a alguien que solo conocía en el transcurso de unos minutos. Si bien ese aire tenso entre ambos se había desvanecido, no significaba cierto acercamiento. Seguiríamos siendo simples desconocidos una vez dado por terminado el combate; Cada uno regido por sus respectivos objetivos como siempre sucedía al final… Pero no por eso debería de ser fría con mis expresiones, o por lo menos intentaba demostrar cierto apoyo silencioso con una leve sonrisa o asintiendo suavemente con la cabeza, esperando con cierta inquietud que Pokémon traería esta vez al campo.  

Recibimiento a tal ser que no fue de los mejores, recorriendo un escalofrío por toda mi espalda que desencadeno en cada parte de mi cuerpo. Alertándome a primeras observando con temor cada rincón del interior del gimnasio, buscando el origen de esa risa conocida que resonaba con fuerza en mi cabeza. Trayendo de vuelta con ella las imágenes de esas ilusiones que continuaban aun latentes junto a esa voz burlona que las acompaña y cual me siguió en la travesía tomada en cada reto para llegar a donde nos encontrábamos. Regresando mi ama al cuerpo, al darme cuenta que solo se trataba del Gengar del oponente, quien entablaba al parecer una conversación ajena, al no entender con claridad las palabras que salían de los labios del mayor entre cada segundo que intentaba recobrarme de ese susto infligido.

Percatándome a su vez entre ese lapsus el contrincante ya había dado inicio a su siguiente jugada; Si bien pudo ser evitada, no causo un mayor daño como imaginaba. Lastimando a mi compañera quien en un vano intento por evitarlo, dio con su barrera protectora en frente cual no fue lo suficientemente veloz para poder bloquear el movimiento que dio en uno de sus costados. Emitiendo un suave ‘lo siento’ a su dirección antes de reír apenada y aliviada por lo ocurrido, sin que Milotic mostrase interés en dicha acción. Soltando un chirrido a esperas de lo que sería la siguiente indicación y a lo cual con una leve afirmación de mi cabeza, dio el hincapié para realizar con los remanentes de agua a su alrededor para generar otra ‘Hidrobomba’ sobre Gengar.  

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Cierto evento seguía marcado con fuego en la mente del líder de gimnasio, remontando a cuando intentó hacerle frente a cierta creatura de procedencia legendaria que desapareció sin más, dejándolo sumamente confundido, patidifuso. En aquel precedente de increíbles consecuencias, Gengar había sido una pieza clave para poder avanzar en las difíciles pruebas que se interpusieron entre Yuto y su objetivo, aunque también estaba el otro lado de la moneda; el fantasma travieso era un Pokémon particular y muy difícil de controlar, pues siempre priorizaba sus bromas pesadas y su regocijo propio, antes del bienestar ajeno o actuar en pos de un objetivo mayor. Sin perjuicio de este pequeño dato de color, el muchacho no dudaba de las capacidades de su fiel amigo, quién daría todo de sí como para salir victorioso, tal como era esperado.

Entendía que, una vez terminado el combate, probablemente no volvería a ver a la retadora frente a él. Así funcionaban las cosas, lo comprendía a la perfección, mas tenía un pequeño problema que no podría resolver así como si nada: Aun alejándose de las personas, una vez que entraba en confianza como alguien, era muy difícil el dejarlo ir. Entendía lo estúpido de su lógica y modo de actuar, mas éste era el motor principal para alejarse de todos por igual, al verse sumamente afectado luego de perder el contacto con las personas. Se escudaba en el pensamiento de que era mejor nunca tenerlo, que haberlo tenido y luego perdido. ¿Miedoso? ¡Claro que si! Pero así se había desenvuelto en su vida, no podría cambiar de un momento a otro. –Vaya estúpido que soy.- Escupió en voz baja, al notar que, tras atacar, Gengar le dio la espalda al oponente para comprobar el estado de su entrenador. Lo observaba con una gran sonrisa, sacando su lengua y moviendo sus manos de un lado a otro. Ambos estaban cometiendo un gran error…

Un golpe de agua dio de lleno contra la espalda del fantasma, mandándolo a volar contra un árbol, chocando de cara contra el tronco. Yuto no pudo evitar reír, intentando limpiarse una lágrima que traicioneramente resbalaba por su mejilla derecha, viéndose superado por la situación cómica en la que estaba. –E-Eso fue cruel, ¿sabes?- Una vez calmado, le dedicó unas palabras a Nozomi y su Pokémon, con un tono claramente bromista, mientras su compañero fantasmal se acercaba al campo de batallas una vez más, con un aura maligna que no tardó en irse, reemplazándose por aquella risa malévola que parecía ser su signo personal. –Te lo mereces por estar desconcentrado, ¿sabes?- No podía evitar ponerse en el rol de hermano mayor o padre, regañando a su pequeño bribón, quién hacía oídos sordos a lo que le querían recalcar con tanta insistencia. Era un fantasma demasiado rebelde como para poder hacerle entender las cosas mediante palabras. –Eres un caso perdido.-

Dejando las bromas detrás, Yuto volvió a depositar su cabeza en el campo de batalla, observando al bello Pokémon al que le tocaba derrotar, si es que podía hacer entender a su Pokémon como debía actuar. -¡Ya lo se!- Exclamaría lleno de alegría, mientras le dedicaba una furtiva mirada a su compañero, mientras señalaba al Pokémon tipo agua del oponente. –Gengar, si logras derrotarla, te daré una semana libre. ¡Podrás hacer las bromas que quieras!- Un trato que un bromista no podía ignorar. Tras una seguidilla de asentimientos, elevó su puño diestro, viéndose envuelto en unas pequeñas descargas amarillas. -¡Puño Trueno!-

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Aun con esos breves segundos transcurridos aun no comprendía lo que había sucedido del todo, intentando buscar respuestas en mi silenciosa compañera quien observaba la escena con un leve esbozo en su rostro, entretenida por la molestia ocasionada gracias a ese elemento líquido en contra, a quien ahora era su adversario. Intercambiando una confusa mirada entre el Gengar que poco a poco se reincorporaba sin mayores dificultades, a su entrenador cual su risa resonaba por el recinto y finalmente a Milotic, quien se acomodaba nuevamente tras cesar la ejecución de su ataque sin borrar esa minúscula sonrisa que me inquietaba. Algo no estaba bien ¿Qué no se supone debería de estar algo molesta por el fallo presentado? El movimiento dio directamente, pero solo le lastimo levemente. Y aun así continuaba con una actitud casi como si le hubiese derrotado de un solo golpe, aumentando el goce tras el palpable enojo que provenía de aquel Pokémon fantasma.

Manteniendo mi mirada sobre el entrenador quien cesando finalmente de su risa, menciono unas palabras rápidas ante el notorio incordio de su Pokémon y probablemente, para aminorar un poco la situación. Sin poder más que ladear la cabeza, pues no era algo que estaba planeado para ese ataque en específico, al menos no por mi parte pues a veces Milotic tomaba sola la iniciativa, como lo había hecho ella y muchos de mis compañeros a falta de instrucciones verbales. Encogiéndome de hombros para dejar pasar tal acción, pensando tal vez la susodicha solo quería entretenerse un rato, ante tanta seriedad mostrada en el campo y a veces, por mi parte sin ser en el fondo algo que pudiese controlar.

No obstante, ese momento de tranquilidad se vio interrumpido por las siguientes maniobras realizadas por Gengar. Quien quizás al poseer aun sentimientos en contra, no dudo un segundo para abalanzarse ante el potente brillo que emanaba en una de sus garras, yendo de manera directa sobre mi compañera en un intento de golpe directo. Siendo esas características chispas las que preocupo a mi compañera, emanando a su vez un intenso brillo alrededor de su cuerpo a modo de protección con su Velo Sagrado, evitando la descarga hubiese sido mayor e inclusive la electricidad tocase su cuerpo, pero saliendo de igual forma lastimada al ser impactada tras dejar caer sin poder sostener esa barrera por más tiempo. Aprovechando la instancia y cercanía, aun con el dolor presente y marcado en su alargado cuerpo, para poder dar con su respectivo contraataque. Moviendo rápidamente mis manos al mínimo contacto visual con la misma, reapareciendo ese intenso brillo que una vez le protegió, más por alrededor de su cola para así, poder asestar con su ‘Cola Dragón’ ahora que permanecían a nada de distancia el uno con el otro.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Le era difícil al líder del gimnasio el poder guiar a sus propios compañeros de combate de una manera convencional. Palabras lindas y halagos genéricos no servirían para que estos hicieran las cosas tal como éste lo deseara. Curioso que alguien con un título de renombre se vea en la obligación de emplear juegos mentales, artimañas y “tratos” para poder obtener resultados esperados por parte de sus amigos. Mas eso no le quitaba la emoción al asunto, ni mucho menos. Por el contrario, le daba una pizca más de presión que aumentaba esa pasión por aquello que tanto amaba incondicionalmente. Quizá era eso lo que percibían los miembros que peleaban en su nombre, un ferviente deseo de superarse, y  por eso le hacían las cosas tan complicadas. También podría verse como una excusa ante sus malas aptitudes como entrenador, pero se negaba a creer eso.

Sea cual sea el motivo, era un hecho que su Pokémon se encontraba sumamente enérgico, activo, inmensamente motivado. ¿Acaso tanto valía aquello que se le había prometido, “bromas a montones”? Aquella sonrisa gigante que ocupaba gran parte de su cuerpo daba a indicar que esta promesa era todo lo que Gengar esperaba, y era el gran motor de su accionar. Yuto apenas pudo ver el momento en el que dicho fantasma se impulsó con gran fuerza en la superficie bajo sí, dejando una marca en el suelo, dando un gran salto a la vez que su puño se veía envuelto en aquellas descargas eléctricas clásicas del movimiento que estaba por emplear. Mas su atención se vio fija en el Pokémon de la retadora, quién vio cubierto su cuerpo con un extraño destello, como si un manto lo hubiera cubierto a tiempo para aminorar el daño producido por un ataque que no podría evitar a tiempo. –Así que esto aún no ha terminado.-

La corazonada del muchacho se vio cumplida mucho más pronto de lo esperado. La cola de Milotic se vio envuelta en un destello esmeralda, brindándole a su siguiente golpe más poder del esperado. Por la distancia en la que se encontraba, el fantasma poco podría hacer para repeler el ataque completamente, por lo que intentó cubrirse con su brazo en alto, siendo despedido contra otro árbol de las cercanías. –Parece que eres muy requerido por los árboles. Siempre terminas yendo a sus brazos.- Con una ceja alzada, le dedicaría una sutil mirada a su Pokémon que, a duras penas, se recompondría del impacto reciente, devolviéndole la mirada con su clásico gesto de burla, con su lengua fuera. –Si sigues así, no tendrás ningún día libre. ¡Chop Chop!- Apretando una tuerca en la psiquis de su amigo, Yuto daría dos cortos aplausos, cortando las miradas sutiles y las bromas pesadas. No había tiempo para andar tonteando a sus anchas.

Como el fantasma que era, aprovechó aquel truco que tanto le gustaba, desaparecer entre las sombras que ocupaban gran parte del campo de batalla. Como era de esperarse, lo único que podía ser oído eran sus risas y carcajadas, que hacían eco en la inmensidad de la noche. Mas su presencia no se hizo esperar demasiado, apareciendo en varios lugares a la vez, clones creados por “Doble Equipo”, entre los que se encontraba el original. A simple vista eran 8 los Gengar que se hicieron notar, moviéndose sincronizadamente hacía la derecha, formando un círculo en el que encerrarían al oponente. Acto seguido, se arrojarían de cabeza sobre esta, empleando el mismo movimiento que anteriormente habían hecho, envolviendo sus puños en diminutas descargas amarillas.

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Con el factor corta distancia a nuestro favor fue mucho más certera la ejecución del ataque que deseaba realizar mi compañera en contra de aquel formidable Gengar perteneciente al líder del gimnasio. Aumentando el destello en sus escamas coloridas a tiempo que su larga extremidad hacía contacto con su translucido cuerpo, más contrario a esperar un ataque fallido, este le dio de manera directa con bastante fuerza como para mandarle de nuevo a que se alejara bruscamente, golpeándose en dirección contraria y sacándoselo de encima. Tranquilizándome un poco al notar que Milotic pese a sus heridas, parecía estar por ahora aun en condiciones para continuar luchando, al menos mantenerse el mayor tiempo posible en el campo; Pues no sabía cuánto duraría su perseverancia a flote con tan potentes contraataques proviniendo sin descanso alguno que solo empeoraban su actual condición.

Alce la mirada denotando cierta molestia en mi rostro al trasladarla en dirección al mayor, más que nada por sus comentarios que personalmente no me agradaban al tratar de tal manera despreocupada a quien ahora se encontraba luchando a su favor fervientemente. Fruncimiento que rápidamente desapareció al volver a observar a mi compañera, a quien tras conocerla por el tiempo que llevábamos de viaje; Sabía las condiciones del ambiente sumándole los ataques recibidos no le estaban jugando a su favor. Mostrando una postura mucho más encorvada que la de un principio e intentando mantener la vista al frente aun si su cabeza parecía pesarle. Estaba llegando a su límite, no se tenía que ser un genio para darse cuenta. Pese a ello y a mi intento de llamar su atención con suaves silbidos, fueron acciones en vano que, terminaron por derrotarla tras recibir directamente el ataque de su adversario.

Cayendo instantáneamente en contra del suelo al no darle siquiera tiempo para realizar algún tipo de defensa, moviendo pesadamente su cola contra la superficie dura a modo de impulso e inclusive dar a pensar el querer levantarse nuevamente; Pero sin conseguir moverse de su posición acostada al carecer de las fuerzas necesarias. –…L-lo hiciste b-bien… – Murmure para ambas hincándome a su lado, a la vez que posicionaba una mano sobre un costado de su cabeza para aminorar su frustración y pudiese aceptar como yo aún no conseguía, su derrota. Caricias que siendo breves consiguieron su efecto, dándome la ocasión para poder regresarla sin que esta protestara y así, continuar con aquel extenuante y agotador combate.


Tomando con dificultad una nueva Pokéball entre mis manos, al dudar si debería o no hacer aquel Pokémon acto de presencia; Pues a diferencia del resto no llevaba tanto tiempo conmigo y a veces no captaba las instrucciones dadas por la comunicación peculiar que utilizaba. Sin mayor remedio al percatarme me estaba demorando más de lo usual, con torpeza solté de ese aparato esférico hacía el campo asomándose un leve rubor tras observar que había fallado la puntería, yéndose un tanto más lejos de donde debería de estar. Pero eso no evito que aquel entusiasta Ampharos comenzara a realizar un leve recorrido de sus chispas alrededor de su cuerpo posterior al voltearse a verme, para luego enfocar su mirada hacía Gengar procediendo sin más retraso a ejecutar uno de sus característicos movimientos eléctricos. Acumulando de este elemento para poder soltar al aire en forma de ‘Trueno’.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

El ceño del líder de gimnasio se encontraba fruncido, observando a su compañero de equipo y las acciones que realizaba. Odiaba tener que entrar en papel de tipo malo para poder guiarlo de forma “eficiente”, puesto que le tenía un gran cariño a su amigo fantasma. Incluso adoraba sus bromas, aunque éstas fueran demasiado intensas de vez en cuando, teniendo que ponerle los puntos para poder calmarlo. Aquel trato despectivo era el requerido, en una gran mayoría de las veces, para poder hacer que Gengar siguiera las órdenes tal como le era indicado. ¿Era un mal entrenador? En este punto, así era, puesto que no podía actuar de “buena manera” y obtener resultados. Era algo que se cuestionaba noche tras noche, como si fuese un fantasma que no lo dejaría hasta hacer algo al respecto, por más irónica que resultara la comparación.

Un suspiró se escaparía de entre los labios del muchacho, acompañado de un intento de carcajada. Los dedos índice y medio de ambas manos pasaron a estar sobre su sien, frotando esa zona con cierta insistencia. -¿Realmente tengo que tratarte como a un niño?- Con pesadez, su mirada se fijaría en el fantasma que se acercaba con aires de grandeza a su lado, habiendo derrotado a la bella serpiente marina. La sonrisa en su rostro era mucho más afinada y agrandada que las anteriores, y no era para menos, puesto que había cumplido parte de su trato y podría hacer de las suyas. –Jamás te entenderé, compañero.- Su tono se había vuelto sutilmente más amigable, así como también la expresión seria en su rostro se “suavizaría”, dándole un aspecto tierno, rozando lo paternal. Lentamente, a su vez, se inclinaría un poco hacía adelante, tratando de quedar al nivel del pequeño bribón. –Estoy orgulloso de ti, ¿sabes?- Casi en un susurro, se abriría con su Pokémon, recibiendo una expresión que reflejaba confusión por parte del mismo. Había sido inútil tal acercamiento sentimental. –Olvídalo. Esto aún no ha terminado.-

El aire distante volvió a formar parte de la presencia de Yuto al momento de recuperar la postura, listo para recibir al siguiente oponente. Mas, aquella frialdad se vio destruida en el momento en el que la Pokeball dejó la extremidad de Nozomi, dejando un ambiente cómico. Aquel Ampharos se veía alegre, lleno de gracia y muy poca vergüenza. Era como el calco de su Gengar, pero con otro físico. El susodicho también sintió lo mismo, imitando al nuevo oponente y envolviendo su extremidad superior derecha en descargas doradas. –Te diría que no hagas ninguna tontería, pero asumo que ya debes tener por lo menos 3 en mente, ¿cierto?- Lo sabía, en lo más profundo de su ser, que era un caso perdido el intentar luchar contra aquellas manías arraigadas desde antaño. –¿Estás esperando una invitación o algo? ¡Ve! ¡Haz lo que quieras!- Si no puedes derrotarlo, simplemente úneteles, ¿cierto? En lugar de perder el tiempo en nimiedades, Yuto optó por darle rienda suelta a su Pokémon. Y vaya que éste lo hizo.

Una potente descarga eléctrica fue despedida contra el bromista, haciéndolo retroceder unos cuántos centímetros. De no haber sido por su gran fuerza de voluntad, habría terminado contra algún árbol como en ocasiones anteriores. Mas las cosas eran diferentes en este momento, pues tenía un objetivo cierto para hacerle frente a tan curioso retador, y no era precisamente por las bromas. El orgullo era un motor mucho más importante para tratar de obtener resultados favorables, y la confianza que le había sido depositada solo acrecentaba sus ganas de salir victorioso. Con esto en mente, no esperaría una orden para atacar, pues lo haría por iniciativa propia, arrojándose prácticamente de cabeza contra Ampharos, con un “Puño Trueno” listo para dar en el blanco.

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Lo más sorprendente de observar a mi parecer, fue el como un movimiento tan solo realizado por inercia y sin ninguna preparación tan seria a diferencia las anteriores ejecutadas por el resto de mis compañeros; Causaba mayor efecto que cualquier cosa que pudiese predecir hasta entonces. Claro, el mérito se lo podría dar a la simple razón de ser uno de los ataques favoritos de Ampharos, a su vez que el susodicho, siempre mantenía su cuerpo con cierta descarga como reserva o bien circulando libremente por su amarillenta piel; Pues no solo era un elemento utilizado para los combates en general, sino subsistía con él en varios otros aspectos... Por ahora solo podía notar con asombro aquel daño ocasionado, realizando cierto retroceso y detenimiento del ser fantasmagórico como queriendo despabilarse rápidamente ante las intenciones de realizar un contraataque lo más rápido posible.  

Sin embargo poco podía decir por la manera que el contrario trataba a su propio Pokémon, frunciendo nuevamente el entrecejo a la par que sacaba mi libreta de entre mis ropas. Escribiendo con rapidez a gran asombro de Ampharos quien mantenía una mirada entre los presentes al no entender en profundidad lo que ocurría; Tampoco le culpa, había llegado recientemente. "No deberías tratar así a tu Gengar." Tosí un poco tratando de llamar su atención, sin quitar la molestia descrita en mi rostro mientras elevaba un poco aquella usada herramienta para poder comunicarme con los demás. Era cierto que en parte le entendía al poseer también un travieso Gengar dentro de mi equipo, cual no solo había hecho maldades con quien se le encontraba al frente, si no su mayoría iba o experimentaba a mi persona como principal víctima. Regaños fueron varios, pero nunca demostré ciertas palabras tan severas a un ser quien era cercano para mí como tal lo expresaba aquel líder… Pero tampoco era mucho lo que podría hacer, dejando al final aquellas palabras en el aire mientras guardaba nuevamente de aquella libreta entre mis pertenencias, enfocando mejor mi plena concentración hacía quien ahora de verdad lo necesitaba.

Juntando ambos dedos sobre mis labios para soltar un leve silbido que a primeras creía no logro captar, al mantenerse en la misma posición de antes sin dar indicio de moverse pese a que Gengar estaba a solo segundos de acercársele. Más cuando me disponía a repetir la misma acción, me quede con mi mano en el aire a medio hacer, observando aquel brillo destellar por su cola redondeada; Cual antes roja, ahora poseía un intenso color ámbar. Afirmando con la cabeza pese a que Ampharos probablemente ni siquiera se diese cuenta. Manteniendo una posición defensiva, encorvando un poco su cuerpo para dejar mayor acceso al traslado de su brillante cola que necesitaba ejecutar apenas se diera la ocasión. Volteando con fuerza para contrarrestar su puño con su extremidad, dando la energía al menos necesaria para que aquella ‘Cola Férrea’ evitase mayores complicaciones en su contra. Esperando con ello a su vez, poder dar un impacto suficiente para alejar al oponente, al no tener muy buenos recuerdos de sus ataques frontales.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

La calma volvía al reino, o eso le gustaría afirmar con certeza al masculino de rebeldes cabellos, imposibilitado de festejar tan hecho prominente en ese momento. Desde el momento en el que el nuevo Pokémon de Nozomi puso sus extremidades inferiores en el campo de batalla, el combate del fantasma en cuestión había prácticamente terminado, viéndose sus últimas fuerzas empleadas en un golpe débil, una mera cosquilla en tan particular espécimen, finalizando con un poderoso golpe de la cola del mismo sobre Gengar, disminuyendo su stamina restante a un mero suspiro. Aunque previsible tal resultado, el líder de gimnasio se vio sorprendido por la caída de su amigo bromista, quedando notoriamente consternado por aquellas palabras que aparecieron en la libreta de la retadora. ¿Había actuado mal con su propio Pokémon, demostrando un aire de superioridad y pisoteando los sentimientos de éstos? No quería admitir aquella idea que tanto deambulaba por su mente, que la forma de actuar de su compañero era su responsabilidad y falta de talento como entrenador.

-Buen trabajo, compañero.- Un dulce tono sería empleado para la esfera bicolor que recuperaba aquella existencia en su interior, brindándole un prolongado descanso, aquel que claramente necesitaba después de tan magnífica actuación en el campo de batalla. Acto seguido, cambiaría dicho objeto por uno idéntico en su cintura, aquella a la que le dedicó una mirada sumamente gentil, incluso triste. El tacto sobre tal artefacto se volvería difícil de mantener, pues la superficie del mismo estaba sufriendo un súbito descenso de temperatura. –No pensé que llegaríamos hasta este punto, ¿sabes?- La expresión en su rostro daría indicios de la incomodidad del contacto mantenido, frunciendo el ceño y mordiendo sutilmente su labio inferior. El frío en la yema de sus dedos atravesaría violentamente sus nervios y sentidos, manteniéndolo firme en la realidad, y no en aquel mar de ideas en el que solía entrar. Ella, el último miembro de su equipo, era la más cercana a su entrenador, y comprendía sus cambios de humor y manías a la hora de pensar. –Lo se, ¿No es así?- La sonrisa en su rostro, aunque diminuta por la molestia en sus nervios, era pura como sus intenciones. No podía seguir divagando más.

Sin más prolongaciones innecesarias, la carta final de Yuto se reveló en el campo de batalla. De su figura, una ola celestina se hizo presente, descendiendo en consecuencia la temperatura del lugar en una mera cuestión de segundos. –Vaya que eres un idiota, Yuto.- Resonando en las mentes de los presentes, una voz que solo podría ser descripta como “gélida” se hizo presente. Se podía intuir el enojo de la misma, junto a cierta tristeza que intentaba inútilmente ser disimulada. -¿Realmente no puedes hacer nada sin mi, idiota?- Tras tal comentario insensible, siguió una corta risilla, ocultando tímidamente su boca con su extremidad derecha. Así era Froslass, la dama de hielo, en lo que respecta a su relación con otros individuos. Para expresar su odio o rechazo contra ajenos, no le tomaría el más mínimo esfuerzo, pero cuando se trataba de exteriorizar su apoyo hacía los pocos que le agradaban, siendo en este caso aquel humano, pues no se lucía en lo más mínimo. –Si vamos a perder, que sea con esa radiante sonrisa en tu rostro. ¡Vamos!- ¿Radiante? Era más de lo que podría pedir.

-Gracias, Froslass.- Honesto, completamente expuesto ante su última compañera de combate, le daría la satisfacción que ésta esperaba, una sonrisa propia de él, aquella que pocas veces empleaba. Sumamente satisfecha, asentiría con alegría, dispuesta a dar todo de si, a sabiendas del resultado que les esperaba. –Seducción.- Las palabras sobraban en gran medida, bastando pocas de éstas para entenderse completamente. La dama de hielo, confiada en su habilidad, acortaría la distancia que los distanciaba a ambos, surcando el espacio alrededor de éste con cierta elegancia y una falsa timidez. Bajar la guardia era lo único que necesitaba, y parecía que lo lograría. Dando hecho su ventaja sobre el Pokémon de presunto sexo ajeno, dispararía un Rayo Hielo a corta distancia.

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Pese a los inciertos de cuan certero su movimiento podría ser, fundados gracias a los previos intentos realizados por parte de mi compañera reemplazada; Fue mucho más grato el resultado a nuestro favor de lo que esperaba. Si bien la gran cantidad de fuerza se empleó en guiarla a su larga cola, a su vez la luminosidad creada probablemente también le jugo en contra a su oponente, recibiendo otro de sus potentes ataques cual dio un fin certero a tal imponente Gengar quien no se rendía en lo más mínimo hasta entonces. Siendo retirado del campo a manos del líder y dejando un breve lapso de tiempo para poder tomar un largo trago de aire previo ajustarnos a lo que de seguro continuaría dándose por otros turnos más.

Ante la idea solo pude agachar levemente la cabeza pasando el borde de una de mis manos sobre mis parpados, que aun permaneciéndolo su mayor tiempo cerrados, comenzaban a generar esa comezón característica del cansancio. No sabía ni tampoco a esas alturas me quería enterar cuanto tiempo ya había transcurrido desde que puse un pie en el recinto con las intenciones de enfrentar a la figura masculina que tenía en frente. Pues aun con el cielo a la vista, la oscuridad proporcionada por el ambiente no daba a ciencia cierta la hora en la que nos encontrábamos, pudiendo solo darme una idea con las tensiones que mi cuerpo comenzaba a presentar más, esas meras expresiones eran completamente inciertas. Negando mi cabeza como otras veces, enfocando mi mirada hacía el frente tras escuchar el chirrido preocupado de mi compañero quien se daba el tiempo de voltearse casi por completo para verificar como me encontraba. Sonriendo a medias modulando con mis labios que me encontraba bien, más sin dejar escapar sonido alguno. Acción que no pareció convencerle, pero que de igual forma asintió con su vista animosa hacía el campo de batalla. Agradeciendo en el fondo las energías que mis propios compañeros aun mantenían, y que de cierta forma transmitían indirectamente como queriendo que sea percibida de mi parte, aun con lo negativo que se viese la situación.

Manteniendo mi posición de siempre pero con un leve impulso para continuar aun firme a lo que se nos viniese; Aun si en parte solo deseaba que terminase prontamente. Cambiando ese agobio en mi rostro al observar con sorpresa y cierta emoción la apariencia presente de quien sería nuestro adversario esta vez. Sin poder evitar ampliar la línea de mis labios a una larga sonrisa al presentarse aquella Froslass con sus elegantes movimientos que tanto le caracterizaba a su tipo. Sin embargo al darme cuenta tales se trataban de su presunto ataque, no nos dio bastante tiempo para reaccionar; Mucho menos a Ampharos quien pareció quedarse inmóvil por breves segundos. Recibiendo una gran corriente de hielo que le envolvió completamente generando un gran daño al no poder dar con un contraataque a tiempo en prevención del mismo. Pero tan rápido como se dio cuenta de su situación, mi compañero con una presunta solución quito los pocos trozos que aún quedaban fijos alrededor de su cuerpo con el uso de su fuerza; Sacudiendo para así dar en cuenta con las instrucciones que por el rabillo del ojo consiguió capturar en cada movimiento realizado por mis manos.

Ante la breve distancia y sin querer que Froslass se escapase, el tenue brillo de su cola comenzó en aumento; A la vez de la descarga que su cuerpo comenzaba a presentar. Más tan rápido como apareció comenzó a desvanecerse, dando a pensar a primeras que había cancelado su movimiento a la par que disminuía al mínimo la distancia existente entre ambos Pokémons. Soltando al estar cara a cara un ‘Pulso Dragón’ de manera directa, saliendo en forma de rayo desde sus fauces.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Las ideas eran difíciles de mantener en un orden claro y conciso, racional y obsecuente. El cansancio causaba estragos en los físicos de los mortales, principalmente cuando aparecían repentinamente, y no por consecuencia del paso del tiempo, de forma progresiva. El combate se había prolongado más de lo debido, estaba claro para el líder del gimnasio quién, a duras penas, podía mantener la semisonrisa a un lado de su rostro. Su respiración, usualmente regular, se entrecortaba y aceleraba irregularmente, consecuencia de una presión nada natural a la altura de sus sienes. El motivo detrás de tal padecimiento, aunque el propio humano buscaría negarlo si alguien fuese a preguntarle, era aquella conexión psicológica que se había “creado” desde que Froslass hizo acto de presencia ante todos, hablando por aquella vía telepática que tanto empleaban entre ellos. Privilegiado de tal forma de contacto con tan particular compañía, se forzaba a sí mismo para continuar intercambiado palabras, ideas y sentimientos con la presencia fantasmal, padeciendo una jaqueca que pretendía mantenerse por mucho tiempo.

La dama de hielo, tan perspicaz como el primer día que se presentó ante el muchacho que había jurado proteger hasta el fin de los días, notó el desgaste, tanto físico como mental, que ponía en peligro la salud total de su persona. –No te preocupes por mi.- Pronunciaría el antiguo entrenador con un sutil movimiento de sus labios, mandando su frase en forma de pensamiento directo al sistema nervioso de su fantasma –Le resultaba raro expresarse sin siquiera mover sus labios-, tratando inútilmente el tranquilizar a su guardiana gélida. –Si tienes tiempo para andar llorando por mi, al menos podrías preocuparte por el ataque que estás por recibir.- Sus palabras –o pensamientos, si se buscaba ser un poco más preciso- guardaban razón: Habiendo hecho uso de sus grandes dotes de seducción y falsas promesas, Froslass pudo dañar considerablemente al espécimen tipo trueno que había acabado con Gengar, mas tal ataque la había dejado demasiado vulnerable a un ataque a quemarropa. Claro estaba que no se dejaría derrotar tan fácilmente, y daría pelea hasta el final.

-¿Eso es todo?- Nuevamente, aquella voz gélida se haría presente en todas las mentes de los presentes, y no solo en la del masculino de picudos cabellos. Delante de sus manos, una fina capa de nieve se había acumulado, simulando una suerte de escudo blanquecino que, tras semejante ataque recibido, se hacía pedazos. –No puedo entender como esa brisa pudo debilitar a Gengar. ¡Tu forma de entrenarnos se está volviendo deficiente, Yuto!- Se podía apreciar cierta diversión en el tono con el que se refería a su entrenador, mientras le dedicaba una mirada por encima de su hombro, llena de cariño y amor. A su manera, intentaba animarlo para que no arrojara la toalla de antemano y, de ser posible, obtener una victoria a último momento, dándose cuenta de antemano lo estúpido que eso sonaba; un milagro sería necesario como para poder emerger con la cálida sensación de la victoria grabada a fuego en sus cuerpos.

Para cuando aquella pared de nieve se deshizo completamente, Yuto ya había recuperado a su lado a su fiel compañera. Quería felicitarla como era debido, con caricias y dulces palabras, mas le resultaría imposible en la situación precedente, optando por transferirle un “bien hecho” mentalmente, acompañado de una tierna sonrisa. –Esto… Aún no ha terminado.- Exclamaría finalmente el portador de grisáceos orbes, elevando la voz para que la retadora también pudiera escuchar lo dicho. –No hay tiempo que perder… Usa Granizo.- La orden, emitida con cierta dificultad, fue acatada sin demora alguna por el Pokémon, quién elevó sus brazos hacía aquel oscuro cielo que los cubría: El viento empezó a soplar violentamente, la temperatura volvió a descender unos cuántos grados, como también la presencia de unos considerables fragmentos de hielo. –Y ahora… Canto Helado.- Con ambos brazos elevados, intentaría evitar que su visión se viera herida por el cambio climático que ahora reinaba el campo de batalla, en lo que intentaba compartir su orden. No bastó más que unos cuántos segundos para que una esfera de celeste tonalidad se formara delante de la boca del ser espectral y disparada en pequeños fragmentos transparentes, camuflándose con aquellos que caían del cielo.

El miembro 'Yuto' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :

Pese al gran destello provocado previo a la disposición de su correspondiente movimiento, el reflejo de tal preparación no mostro lo que se esperaba o quizás daba a mostrarse en contra. Pues bien aquel rayo salió con bastante potencia desde sus fauces, más poco o nada pudo ejercer de daño, al ser un movimiento poco mesurado o pensado en realizar hacía un Pokémon quien se caracterizaba de ser resistente a dicho elemento. Golpeando suavemente la palma de mi diestra sobre mi cabeza ante tal inútil turno y que a fin a cuentas, resultaba ser completo error mío tras recordar al diseminarse finalmente el turno de mi compañero, las reglas básicas existentes en cada tipo de dichos seres. Y claro, menos cuando usabas uno de tipo Dragón hacía un tipo Hielo… Probablemente debido al cansancio, que en consecuencia generaba solo acciones impulsivas más que metódicas, pagándolas quien no debería y aumentando aquel malestar interno por dicha ejecución.

Con dicha gracia que le caracterizaba a Froslass, pudo conseguir evitar gran parte del daño con el solo acumulo de hielo invocado entre las que parecían ser sus diminutas manos, generando un escudo propio de uno de sus elementos y que casi le dejo de manera intacta en su posición pues no parecía el haber sufrido mayores daños físicos visibles. Acción y palabras de la misma que tan solo parecieron molestar a Ampharos por el tono casi burlesco en ellas; Quien inmediatamente con cierto ceño fruncido comenzó a enviar una gran cantidad de chispas alrededor de su cuerpo a modo de demostrar su disgusto. Más antes que repercutiera en sus acciones a tomar, con un suave silbido llame su atención negando con la cabeza a modo de petición que no cometiera nada antes; Moviendo mis manos rápidamente para comunicarme e intentando aminorar lo que sea se pudiera demostrar a futuro con unas simples palabras ‘Fue mi culpa, lo siento.’ Y que después de todo eran certeras, al no haber sido capaz de buscar una estrategia más afable.

Pudiendo conseguir que retomase su posición defensiva, más sin quitar de su cuerpo la continua descarga eléctrica que continuaba circulando a manera casi imperceptible. Haciendo uso de ella al regresar su mirada en dirección al campo de batalla, donde aquella Froslass se disponía a realizar su siguiente ataque, dejando caer algunos pocos trozos de hielo que en conjunto comenzaban hacer menos agradable el ambiente por el frío que de un golpe se hizo presente en el lugar. Utilizando del mismo como soporte a su siguiente estrategia, la cual agradeciendo internamente por poseer a su previa evolución; Se me hacía algo familiar. – ¡P-pantalla d-de luz! – Con dificultad y desconcierto al escuchar mi propia ronca voz; Pude conseguir formular casi en un grito de alerta con la idea de poder ayudarle cuanto antes. Al percatarme lo cercano que se veía dicho movimiento contrario, pero que en el acto se dio lustre al convertir esa energía en una especie de barrera casi transparente, que bloqueo por completo el rayo en contra; Como si lo hubiese absorbido al desaparecer completamente y dejando ileso a mi compañero.

Suspire aliviada, tosiendo un poco al tiempo que percibía su mirada expectante. Acomodando mis manos nuevamente por delante dando las instrucciones necesarias y a lo cual, prefiriendo estar lo más lejano posible; Un ‘Hiperrayo’ fue lo que en cuestión de segundos comenzó a realizar para finalmente, soltarlo sobre su contrincante en su extremo correspondiente.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Combate' :