En ese momento agradecía no padecer de claustrofobia o tal vez no una manifestación tan severa como el típico caso que llevaba a un ataque de pánico de manera instantánea, al menos no del historial que podía recordar. Entre cada lapso que tomaba una bocanada de aire, las paredes que constituían el gimnasio a mi alrededor comenzaban acercarse más y más a manera de disminuir la distancia desde donde me encontraba aun de pie intentando quitar cualquier otra idea que mi mente a esas alturas comenzaba a crear por si sola. Negando suavemente con mi cabeza para enfocar mi mirada hacía el frente aun si no podía mantener esa concentración del todo dentro de la pelea, pero debía de hacerlo, al final era mi culpa que ella estuviese en este lío. Dando unos pasos hacia atrás sacudí nuevamente mi cabeza tras notar como mi compañera se disponía a realizar su propia jugada emitiendo un chirrido suave como haciendo mención a que voltease a verle para guiarle, mal que mal debía mantenerme atenta por el bienestar de Mismagius. Consiguiendo posterior a mis órdenes dar con aquel intenso brillo alrededor de su cuerpo antes de transformarlo para soltarlo en forma de un extenso rayo blanquecino que esperaba por la cercanía podía haber funcionado contra dicho oponente… Cosa que simplemente no se dio como en el turno pasado.

En un rápido movimiento el Pokémon contrario se había desvanecido donde previamente había estado reapareciendo al lado de su entrenador sin rasguño alguno, sin si quiera haber sufrido daño por parte de Mismagius. Acción que podía sentir le frustraba de manera considerable tras regresar a su previa posición defensiva, o tal vez eran mis propios sentimientos lo que se transmitían a tal contacto entre ambas, puede ser, la verdad no estaba del todo segura. Mi cabeza se sentía demasiado pesada para poder entender lo que ocurría, no ayudaba que cada sonido sonase a distancia sin poder si quiera comprender las palabras que salían del entrenador al otro extremo pese al notar que sus labios se movían en dirección hacía su Gourgeist ¿Fue algún tipo de orden? Sería el único motivo por el que se disponía a moverse para ir en contra de mi compañera.

Otro chirrido de alerta por parte de Mismagius, pero aun si sabía de por sí lo que pasaba no podía realizar movimiento alguno para prevenirlo. Desvaneciéndose para luego reaparecer múltiples figuras de las mismas, causando una seguidilla de daños que por unos segundos creí mí compañera no había conseguido resistir. Sin embargo con las pocas fuerzas que le quedaban pudo reincorporarse manteniéndose firme posiblemente esperando alguna respuesta de mi parte, más sin querer esperar debido a mi ida temporal dio una fuerte punzada a mi cabeza por medio de aquel lazo invisible. – ¡Concéntrate, no dejes que tus temores te dominen! – Parpadee seguidamente sobando un costado de mi cabeza recuperando un poco de cordura aun si el zumbido continuaba en mis oídos. Manteniendo esa sonrisa que le caracterizaba se podía observar en el fondo lo enfadad y preocupada que estaba, pero tampoco podía afirmar que todo estaba bien como si nada hubiese sucedido. Al final no era algo que podría evitar, mis emociones estaban a flor de piel cada una de manera desorganizada tras pasar esos retos siendo solo el paso del tiempo el que dio cuenta el peso de cada uno de mis actos… Pero podría intentarlo, sino por mí por mis compañeros quienes sufrían las consecuencias de mis descuidos.

‘Lo siento.’ Fue lo único que conseguí poder emitir, palabras que parecieron ser suficientes para ella pues sin mencionar nada más en contra o a favor se volteo una vez más para así reanudar rápidamente sin querer ser del todo sorprendidas por nuestro oponente. ‘No nos rendiremos así de fácil.’ Sin importarme si el entrenador entendiese o no mis palabras reflejada por mis manos, me mantuve firme aun si parte de mí no estaba del todo segura. Dando una nueva señal a Mismagius con la afirmación de mi cabeza para que pudiese repetir uno de sus previos ataques como último método pues suponía por las condiciones en las que se encontraba no duraría demasiado. Contra del cansancio, Mismagius avanzo una gran distancia moviéndose rápidamente como si quisiese atacar de frente, más antes de llegar ejecuto una Bola Sombra directa a su contrincante.

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'Combate' :

Aun moviéndose entre sus clones, Gourgeist se comunicó con su entrenador vía aquel vínculo propio de los de su especie. No fueron palabras las que emitió en aquel momento, sino un sentimiento de preocupación que buscaba compartir con el humano que daba las órdenes. Su vista se dirigió instintivamente hacía la retadora, y su expresión de dolor, de gran confusión. ¿Acaso la prueba había tenido un efecto nocivo para su psiquis? Con gran remordimiento, sus ojos pasaron a recorrer aquel prado abierto en el que se encontraba su gimnasio, el verdadero gimnasio Pokémon de Tenebris Town. Lo único que rodeaba aquel campo de batallas al aire libre eran los árboles que se mecían a la par de la brisa nocturna, y como techo tenían el hermoso cielo oscuro, adornado de estrellas brillantes y el gran astro celestial de intenso brillo en esa noche particular. ¿Qué estaba pasando en la joven silenciosa?

-¿Qué crees que le pasa?- Preguntó telepáticamente a su calabaza fantasma, quién había logrado acertar su ataque sorpresa, deshaciendo sus clones y alcanzar, una vez más, al muchacho de rebelde cabellera. -¿Debería detener el combate? Quizá necesite atención médica.- Por suerte, podía hablar vía pensamientos, lo que le facilitaba enormemente el poder morder sus propios labios sin dificultar el habla. La fantasma poco pudo hacer para apaciguar los pensamientos de Yuto, elevando sus lazos con resignación; poco podía hacer durante un combate. El reto debía continuar hasta el final, ya sea que lo quiera o no, por respeto al título que cargaba en sus hombros y al retador que había pasado todas las pruebas para llegar a él. Lo menos que podía hacer era proseguir con las cosas como estaba.

Al igual que Yuto, parecía que su retadora había renovado sus aires para proceder con el combate, cosa que lo alegraba enormemente. Si tenía fuerzas para seguir, significaba que se encontraba en buen estado. Tal regocijo fue su perdición, pues tardó en reconocer el gesto que la silenciosa humana empleó para indicar el ataque que debía realizar su compañera. Reconocer un ataque de tipo fantasma le era fácil, por eso fue que temió al notar como Mismagius formaba una Bola Sombra y la lanzaba contra su Pokémon. –Estoy bien, estoy bien.- Una voz tierna, sumamente agradable, hizo eco en la mente de los presentes, como si fuese un susurro directo a sus oídos. De la nube de polvo que se había alzado al recibir el ataque y ahora comenzaba a despejarse, se podía apreciar la figura de Gourgeist, con sus lazos rosados delante de su rostro, sumamente heridos por recibir el ataque de forma directa. -¿Ves? ¡Es fuerte! ¡Muy fuerte! Nosotros debemos hacer lo mismo, si señor.- El gesto que indicaba dolor y molestia contrastaba con lo animado de su tono de voz, pero era sumamente entendible; encontrar un rival poderoso era digno de alabanza.

-¿Sabes? Por momentos olvido lo emocionada que te pones con este tipo de cosas.- Sus palabras salieron tras un largo suspiro. El preocuparse siempre sacaba lo peor de sí mismo, impidiéndole pensar con claridad. Era parte de su naturaleza, y mucho le costaría cambiar. -¿Te encuentras bien?- Se dirigió directamente a la retadora, mostrando genuina preocupación por la niña de la cual no sabía nada, ni siquiera el nombre. –Siempre puedes tomarte un descanso y seguir más adelante. Aunque… Dudo que lo hagas. El brillo en tus ojos es intenso.- Su tono de voz era calmado, y las palabras eran pronunciadas lentamente, esperando que no tuviera problemas para ser comprendido por ella. No valdría la pena ganar o perder si la otra parte no daba todo sí mismo, ¿cierto?

-Sorprendamos a esta niña, cuyo nombre desconocemos, ¿si?- Le guiñó el ojo a su compañera, quién respondió con una gran sonrisa, lo único necesario para entenderse entre sí. Por eso mismo, Yuto no se vio sorprendido cuando la calabaza desapareció del campo de batalla, lista para debilitar a Mismagius con su Golpe Fantasma.

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'Combate' :

Junto a la sensación de alivio tras recobrar lentamente mi atención a lo que me rodeaba, un suave pero marcable rubor se presentó en ambas mejillas al darme cuenta la cadena de sucesos no deseados creados en cosa de minutos de haberme ‘ausentado’. Signo que no solo quedo ajeno a la preocupación reflejada en mi compañera, ya que al parecer mis actos consiguieron preocupar a su vez a los demás presentes en ese extenso campo al aire libre, o por otro lado podrían ser un simple acto de simpatía que debía de expresar el contrario gracias al título que llevaba sobre sus hombros, para y con sus retadores. Al fin y al cabo ambos éramos completos desconocidos que nos unía el solo hecho de tener que enfrentarle para poder si todo iba bien, derrotarle y llevar conmigo su medalla, al mismo tiempo que el susodicho se enfrentaba en contra para llevar a cabo todo a su orden correspondiente. Nada más ni nada menos. Pese a ello le agradecía en el fondo, aun si no lo expresaba abiertamente como quizás debería de hacerlo.

Con la punzada fantasma aun latente en mi cabeza, dude pudiera descuidarme a sabiendas lo enfadada que podría colocarse Mismagius si lo hiciera, más cuando ya consiguió llamar mi completa concentración hacía el combate que se suscitaba… A veces olvidaba lo demandante que podría ser. Pese a ello pude percatarme con un nuevo aire de confianza la susodicha sin perder el rumbo iba directamente hacía su contrincante, pudiendo al encontrarse a una distancia considerable lanzar nuevamente aquella esfera ennegrecida cual sorprendentemente dio en este turno en el blanco. Consiguiendo a mi pesar lastimar a Gourgeist, pero quien luego de poder dar una mejor claridad tras desvanecerse la cortina de humo que le cubría se mantenía de pie. Observándole con ciertos sentimientos de confusión, al no querer herirle pero al mismo tiempo deseaba poder terminar esa batalla a nuestro favor pese a lo que eso significaba.

Las palabras del mayor causo que ambas dirigiéramos nuestras miradas a su dirección, percatándome como manifestaba su preocupación por la pequeña escena que a primeras me molesto al comprender mal el trasfondo a lo que se refería. Volteando mi mirada hacía Mismagius como buscando apoyo a mi posible respuesta o si es que de verdad lo decía a manera sincera, pero sin dar tiempo devolví mi vista al único entrenador frente a nosotras negando vigorosamente mi cabeza a la opción que me daba ¡Por supuesto no nos íbamos a detener ahora! Todo simplemente fue una mala coordinación, un leve tropiezo que ya estaba solucionado. Mismagius solo río suavemente al notar como abría y cerraba de mis labios sin emitir sonido alguno, arrepintiéndome con un largo suspiro para tomar entre mis manos la libreta antes de que todo se  reanudara de nuevo. ‘Estoy bien… Gracias.’ Eleve del mismo escondiendo mi rostro detrás del objeto controlando con ello como podía el que aumentase ese rubor aun presente en mis mejillas. Y claro, ignorando también el ‘gracias’ escrito que intentando borrarlo, tenía varios rayones encima para cubrirlo vanamente.


Probablemente si hubiese atacado de manera inmediata, aquel último movimiento que bien no mostraba ser uno de los más poderosos de nuestro contrincante; Habría acabado de manera distinta. Quizás Mismagius seguiría aun de pie y no semi-inconsciente contra el suelo, pues el ataque en contra pese al darle tiempo de poder desviar uno de sus golpes directos ejecutados por aquellas extremidades como lazos, no fue suficiente. El cansancio físico junto a mis descuidos por fin nos jugaba en contra, cediendo finalmente su incorpórea forma tras no poder continuar. Tomando de su Pokéball entre mis dedos para poder retirarla murmurando una suave disculpa al ser parte responsable del acontecimiento. Retirando una nueva del interior de mí bolso sin saber si era buena idea o no usarlo en este momento, sobre todo al ser un Pokémon algo reciente a las extrañas prácticas de entrenamiento… No tenía nada que perder.

Cobrando mayor confianza, la figura de Poochyena lentamente se hacía presente en el campo tras dejar ir aquel aparato esférico. A primera curiosa al nuevo ambiente, observando a todos lados como si no pudiese notar la presencia de ambos seres que serían contra quienes lucharía. Dando unas cuantas vueltas alrededor de mis piernas sin poder evitar soltar una suave risa a su traviesa naturaleza, tomándola luego de unos segundos para posicionarla nuevamente frente al campo dando una leve señal con mi diestra apuntando al otro extremo como haciendo saber a lo que le había llamado en esta oportunidad. Cambiando su actitud alegre por una de mayor seriedad y molestia al comprender finalmente a quienes se enfrentaría, atendiendo al sonido de un simple silbido de mi parte para que comenzara a avanzar en forma de zig-zag enfocando sus brillantes ojos a Gourgeist para poder asestar su Mordisco.

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'Combate' :

Los Pokémon tipo Fantasma son particularmente excepcionales. Junto a los tipo Psíquico, son capaces de compartir telepáticamente sentimientos, ideas e imágenes a otros Pokémon o incluso a los humanos. Esa era la única explicación que el líder de gimnasio podía darle a lo revolucionado que se encontraba en ese momento. Sus brazos y piernas temblaban de la emoción, y su pulso acelerado no hacía más que acaparar toda la atención de su cerebro, evitando que pudiera enfocarse en ideas claras y simples, necesarias para ganar aquel combate, si es que realmente lo deseara. El carácter hiperactivo de Gourgeist comenzaba a hacer mella en el joven, quién solo deseaba que ese momento se prolongara mucho más. ¡Que placer tan grande!

Por su estado eufórico, no pudo comprender del todo el carmesí de las mejillas de la retadora. Le preocupaba su bienestar, e incluso estaba dispuesto a parar el combate solo para corroborar que estuviese en condiciones de seguir. La opción le había sido dada a la ajena, recibiendo la respuesta que había pensado en un momento: negó la opción de detenerse. Dispuesto a proseguir, se contuvo al notar como la niña tomaba de su característico cuaderno y tomaba notas y apuntes. ¿Acaso estaba preparando una estrategia? La respuesta le sería dada casi al instante. -¿Segura?- Su primer impulso fue tratar de reafirmar que todo estuviera bien, para luego quedar boquiabierto por la palabra siguiente, toda tachada, haciendo difícil el poder diferenciar lo que decía. -¿Grutz? ¿Grox? ¿Gratz?- Parpadeó un par de veces, afinando su visión una vez más. Decidió callar al notar lo que decía, con una gran sonrisa en su rostro. Se conformaba con saber que no le caía tan mal, aunque no lo admitiera abiertamente.

Gourgeist procedió tal como Yuto lo había planeado, desvaneciéndose de la vista de todos para atacar por sorpresa a Mismagius, derrotándola al instante. La calabaza, alegre, volvería junto a su entrenador, enrollando uno de sus lazos alrededor de su brazo derecho, emitiendo sonidos de risa. El nerviosismo se hizo presente en el humano, rascando su nuca incesantemente, dejando entrever aquel tic nervioso del que siempre hace gala en los momentos más inoportunos. –Ya, ya… Esto aún no ha terminado, ¿lo recuerdas?- Negó con la cabeza, tratando de soltar el agarre que la fantasma tenía sobre su persona. Finalmente, tras varios segundos, logró quedar en libertad, enfocándose en su nuevo oponente, una creatura que le resultaba sumamente conocido.

No solo por su especie, sino por su fuerza y velocidad. Era un Pokémon que había tenido en su pasado. ¿Acaso era ella, uno de los primeros Pokémon que capturó en aquella región? No podía evitar recordar a la Poochyena que lo había acompañado durante tanto tiempo, a sabiendas de que no era el momento idóneo para eso. Disculpándose mentalmente con su compañera, negó de lado a lado, tratando de despejar su mente de todas dudas o pensamientos que no correspondieran con el combate que se llevaba a cabo en ese momento. -¿Te encuentras bien?- Preguntó, con una sonrisa, a la calabaza fantasma, quién solo asintió enérgicamente, poniéndose de pie una vez más.

La figura de su compañera se encontraba llena de heridas, e incluso sus movimientos resultaban ser más lentos que antes. Sus lazos rosados apenas se elevaban en el aire, flotando a duras penas, presa del dolor que estaba experimentando en el momento. Sin embargo, sus deseos de enorgullecer a su entrenador eran más fuertes, por lo que esbozó una de sus mejores sonrisas, solo para hacer frente a su nuevo y poderoso oponente. –No podemos usar ataques fantasmas, así que haremos un cambio de estrategia. ¡Usa Bomba Germen!- La orden poco tardó en llegar a sus oídos, y su accionar fue casi inmediato. La esfera que se formó entre sus “manos” no fue oscura, como en ocasiones anteriores, sino de un color verde esmeralda. La misma fue despedida rápidamente, con un único objetivo: la Poochyena ajena.

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'Combate' :

Era curioso cómo se realizaban esos cambios repentinos de humor en el ambiente, cada en cuando aun si aquel combate proseguía su rumbo sin demasiadas interrupciones por los presentes ni de los respectivos Pokémons que nos acompañaban, cuales se enfocaban en la simple tarea de vencer al rival que tenían en frente. La particularidad que ambos poseíamos daba pie para poder interactuar entre cada intervalo que surgía aunque gran parte de la conversación era llevada e iniciada por el líder fantasma, pero que por su forma de actuar y sus facciones de cierto modo parecía no incomodarle en lo absoluto. Algo que en circunstancias distintas sabía podría irritar a cualquier otra persona más si supieran no presentaba aquella discapacidad que muchos dan a concluir claramente por la forma en la que me comunico con los demás. Pero en el fondo tan solo se trataba de una derivación producida por mi timidez que probablemente si se enterase tampoco le molestaría… O eso deducía y esperaba por su forma de interactuar.

Ideas de a poco fortaleciéndose debido a su intento de leer las palabras rayadas con cierta fuerza que la tinta azul claro destacaba a distancia, sin embargo no podía lograr poder deducirlas o por lo menos no de manera abierta para poder dar conocimiento de ello. Siendo una suave pero clara risa la que emití como respuesta a sus dudas, sintiendo por primera vez como ese alivio desde el inicio de todo lo extraño sucedido en ese día re-aparecía. Bajando la libreta a nivel de mis piernas mientras mantenía mi mano libre sobre mis labios calmando vanamente para que siguiese produciéndose ese incontrolable pero agradable espasmo. Tranquilizando mi cuerpo luego de unos segundos pero sin borrar la sonrisa dibujada en mi rostro sintiéndome con mucha más energía y consiguiendo cambiar esos pensamientos negativos que tenía del contrario a unos ya más de confianza, mal que mal no parecía una persona queriendo hacer daño.

Ayudo con ese pequeño pero gran paso la ejecución del ataque de mi pequeña compañera, que bien moviéndose tan rápido como sus patas le permitían pudo dar en contra de su objetivo consiguiendo dañarle bastante o al menos por la condición en la que termino suponía lo había conseguido. Pero no por ello sería un golpe eficaz para vencerle, pese que a duras penas conseguía mantenerse erguida al su cuerpo presentar heridas físicas demostrando lo contrario, pudo responder a las ordenes de su entrenador notando como moviendo de sus largos látigos comenzaba a ejecutar su siguiente jugada. Emitiendo a la cercanía ciertas esporas que en conjunto formaron una especie de esfera lumínica que dio aviso de alerta para que Poochyena retrocediera, al mismo tiempo para que pudiera darme a la idea que algo peligroso se aproximaba. Llevando con rapidez mi mano sobre mis labios soltando tres silbidos cortantes y seguidos, causando que sus orejas se moviesen al recibir dicha información soltando en segundos junto a la inclinación de su cabeza hacía superior un suave aullido para elaborar Protección, evitando gran parte del daño aun si el movimiento dio contra su pelaje no le hirió tan severamente.  

Suspirando aliviada, mantuve mi concentración en lo que se disponía a proceder el contrario pero a su vez sin querer demorar demasiado supuse la mejor defensa en esta ocasión era un ataque directo. Existiendo aun la posibilidad pues Poochyena se mantenía casi en el centro, di un silbido muy similar al primero pero esta vez mucho más extenso. Siendo recibida por su gran audición a primeras me observo como esperando mi aprobación, aceptando esa simple afirmación con mi cabeza para abalanzarse nuevamente en contra esta vez con un Triturar que supuestamente sería mucho más potente que el anterior.  

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'Combate' :

Una caricia al alma fue el poder oír tan bello sonido proveniente de la niña silenciosa, cuyo nombre desconocía. Aquel arco dibujado en su rostro, hermosa sonrisa equiparable a la de diosas y musas, era algo que atesoraría en lo más profundo de su corazón hasta el final de sus días. Para ese momento, tomado como punto de inflexión para lo que sería el resto del encuentro, la atmosfera tensa que predominaba en el ambiente se había desvanecido finalmente, pasando a ser algo relativamente similar a un encuentro amigable entre dos conocidos, únicamente para ver quién resaltaba de entre ellos dos. Podía admitir, sin temor alguno, que estaba disfrutando de aquel encuentro con toda fibra de su ser, y podía garantizar que aquel nerviosismo que se apoderaba de su cuerpo era tan gran de como la euforia que brotaba de cada mísero poro de su ser. Se sentía sumamente vivo, para variar.

Alababa en secreto el entrenamiento que le había importado a su equipo, pues podía comunicarse con estos sin necesidad alguna de palabras. Sonidos que, sin problema alguno, podrían ser acallados por los voraces impactos de los ataques emanados en su contra, eran recibidos y procesados eficazmente, de forma tal que podían reaccionar acorde a lo esperado por su entrenadora. “Admirable” era un adjetivo que quedaba corto sobre ella, pero era el único que se encontraba en su vocabulario en ese momento. Tal pensamiento era reafirmado con cada ataque intercambiado entre sus Pokémon, demostrando una fuerza y destreza equiparable a la de los campeones reconocidos mundialmente. El líder, antes de llegar a la región de Ysiel, había tenido el privilegio de recorrer otras regiones, experimentando en carne propia el talento que pocas veces aparecía y, aunque no pudiera expresarlo en voz alta, por temor a espantar a la tímida joven delante de sí, podía garantizar que ella lo poseía, emanándolo sin siquiera darse cuenta de ello.

Era una pena que Gourgeist tuviera que recibir tal demostración de poder en su cuerpo, mas era un requisito imperativo que debía ser llevado a cabo. Aquella Poochyena, tan familiar para Yuto, recibió casi de lleno el impacto de una esfera de energía a tan corta distancia que, por un momento, había pensado que la victoria le sería propia, mas no fue así. Reaccionando rápido a la orden impartida de forma muy particular, pudo hacer uso de un movimiento protector, reduciendo vulgarmente el daño recibido y, en contra de todo pronóstico, dándole una oportunidad de oro para contratacar.  -¡Gourgeist! ¡Debes atacar una vez más!- Ante el nuevo silbido, distinto al anterior, pudo notar que el ataque ajeno no tardaría en aparecer, mas su reacción fue demasiado lenta como para poder ordenar un movimiento propiamente efectivo hacía su alegre compañera. Para cuando la orden llegó a los oídos de la calabaza fantasmal, sus orbes solo pudieron divisar como la misma era derrotada sin piedad alguna por tan pequeño espécimen de elevada velocidad y gran fuerza. Aunque fuera digna de un aplauso, el joven optó por contenerse, retornando a su amiga al interior de su esfera bicolor.




-Y solo quedan tres.- Sus grises orbes ardían con cierta intensidad, como si una gran llamarada estuviera ardiendo detrás de ellos. Y no era solo por su espíritu de pelea, pues el calor también se hacía presente en la palma de su diestra, donde sostenía aquella pokeball con el siguiente Pokémon, listo para combatir. –Es un placer tenerte como retadora.- ¿Era extraño que emitiera tal declaración en un momento como ese? Era como si buscara apaciguar el frenesí de su alma, emitiendo aquello que estaba pensando sin meditar consecuencia alguna. No le importaba nada más que ese mísero momento en su vida, que buscaba prolongar con todas sus fuerzas. Sin más preámbulos, la esfera salió disparada de su mano, dejando salir un gran candelabro primordialmente violáceo, viéndose acompañado de una gran llamarada de su cabeza. Acto seguido, la llamada se cortaría brevemente, volviendo a aparecer cuando Chandelure emitiera un lanzallamas de lo que aparentemente era su boca.

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'Combate' :

Pese al repentino cambio de ánimo en el ambiente disipando esa sensación agobiadora por una más amena en lo que refería el continuo desarrollo del combate, el nerviosismo continuaba presente en gran parte de las acciones y órdenes dadas a quien ahora le tocaba hacer partícipe en el campo. Desarrollando ese último movimiento en contra del Gourgeist del líder fantasma con mayor agilidad de lo esperado otorgando algo de ventaja momentánea, pero que de igual sabía no debía de confiarme ni por la mínima sensación de satisfacción tras cada ataque bien hecho o defensa lograda para evitar salir mayormente lastimado. Manifestándose una ínfima sensación de duda mezclada con la preocupación en el fondo por Poochyena, pues el peso de lo que ocurriría junto a lo ya suscitado recaía sobre su pequeña figura pudiendo ser cualquier descuido perjudicial a resultado más cuando llevábamos bastante avanzado a estas alturas. Golpeando suavemente mí frente al no querer recaer nuevamente en lo mismo, fijando mi vista hacía mi compañera quien esperaba impaciente cualquier siguiente muestra de ataques proviniendo del otro extremo del campo.

Por el rostro de sorpresa del contrario supuse no vio venir esa muralla translucida que cubrió por delante a mi compañera de manera protectora, evitando sus esporas. Realizando un segundo ataque al percatarse que su movimiento no surgió de mucho efecto o tal vez no el esperado; Intentando retener su avance rápido por el campo sin poder asestarle, a la vez de ser interceptada por la susodicha afectando con su potente mordisco tras alcanzarle finalmente. Observando como con ello cesaban sus movimientos, Poochyena tomo la retirada para posicionarse en su lugar correspondiente a vista y espera de recibir nuevas órdenes mientras permanecía observando la escena que se daba en frente que solo tomo pocos segundos. Retomando lo ocurrido Gourgeist finalmente caía rendida, siendo retirada al mismo tiempo reemplazada pues por las palabras mencionadas por el líder aún faltaba para dar fin al combate.  

Pude dar cuenta el rápido momento en que el cuerpo de mi compañera se tensaba para luego permanecer como si nada ante la presencia del nuevo Pokémon que nos tocaba enfrentar. Afirmando sin querer a sus palabras pues de igual forma sentía gran emoción a medida que continuábamos luchando, al menos el combate se había vuelto en uno ya más agradable para disfrutarlo. Recordando con ello el ‘pequeño’ inconveniente que en ningún momento al estar enfocada en lo negativo, hice mención de mi nombre y que probablemente generaba mayor distanciamiento del ya existente. Pasando mi mano detrás de mí cuello, desvié la mirada aclarando un poco mi garganta pero en ningún momento quitando la vista del suelo. –… Noz-zomi… – Aprovechando el leve ruido del ambiente, murmure suavemente con voz casi rasposa esperando que en parte lograse escuchar mi nombre mientras que por otro lado quería que pasara desapercibido. Como fuese podía percatarme de la curiosa mirada de mi compañera, tosiendo suavemente antes de volver a concentrarme en lo que de verdad debería en ese momento.

Chandelure fue el escogido por el oponente, siendo su acción ejecutada casi al instante de ser evocado al campo lanzando una poderosa masa de fuego a nuestra dirección. Tras notarlo rápidamente al tener ya la atención de mi compañera use de mis manos para comunicarme, consiguiendo que esta gruñese por debajo antes de comenzar a ejecutar su movimiento pues no podía perder más tiempo. Por la lentitud de nuestra reacción en este turno, gran parte de las llamaradas dieron de manera directa pero no por ello detuvieron el firme avance de Poochyena. Con un rápido zigzagueo de su cuerpo por la zona, consiguió no solo continuar hasta dar directamente con su contrincante sino a su vez evitar seguir salir lastimada por el mismo. Evocando su energía alrededor de su cuerpo para finalmente utilizarlo como un golpe directo o al menos eso esperábamos, pues su ‘Golpe Bajo’ se podría ver afectado por el fuego de Chandelure.

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'Combate' :

Gourgeist era un Pokémon bastante peculiar pues, a pesar de su origen paranormal y el eterno rechazo que generaría en otros seres que no fuesen de su tipo, siempre daba lo mejor de ella para elevar los ánimos de todos aquellos que se encontraban a su alrededor. Siempre sonriendo, yendo contra viento y marea, con el eslogan de autosacrificio enmarcado en lo más profundo de su –por momentos- incorpóreo cuerpo. Quizá ese pequeño efecto había terminado por definir al líder de gimnasio que, a su vez, cargaba con la responsabilidad de ser el entrenador tan peculiar existencia. La sonrisa que osaba en mantener, en momentos difíciles principalmente, formaban parte de su carisma y encanto, aunque también indicaba un cierto placer por el drama. Yuto lo sabía con total perfección, mas no fue impedimento para verse afectado por aquella agradable curva que se formó en su amigable rostro, antes de caer rendida en su nombre.

Había una conexión que compartían los miembros de su equipo, una red fantasmal que empleaban para comunicarse, permitiendo transmitir mensajes, códigos, o meros sentimientos. Esto último era definitivo para aumentar la llama con la que lucharían los demás Pokémon del joven de rebelde cabellera. Chandelure fue quién tomó el relevo de la calabaza fantasma, heredando de esta manera sus más profundos deseos y más grandes aspiraciones; lucirse y cumplir las expectativas del humano que había jurado proteger. El candelabro era bastante moldeable, pudiendo pasar de alegre a brutalmente enojado en cuestión de segundos, siendo obvio por el burdo cambio en las llamas de su cabeza. Ardían intensamente, brindándole al campo en el que se encontraban un aspecto tenebroso, pero sugerentemente atractivo. El entrenador no pudo evitar sonreír ante tal demostración de poder por parte de su nuevo compañero, fijando todos y cada uno de sus pensamientos en la victoria, tratando de estar a la altura de lo esperado por la joven retadora.

-¿Mh?- Una de sus cejas, la diestra, se elevó inconscientemente, como resultado de haber escuchado una voz que, hasta ahora, nunca había oído. Era la propia de una niña, joven, dulce. Sus orbes ónix recorrieron a la retadora, pues la lógica indicaba que era ella, y nadie más, quién había hablado. Grata fue la sorpresa, al notar como la retadora demostraba una actitud un tanto sumisa, tímida, dejando detrás de si aquella impresión generada cuando expresó, vía su pequeña libreta, cierto rechazo contra su persona. –Por supuesto, entiendo…- Una pequeña risa se escapó de lo más profundo de su ser, agitando su rostro de lado a lado y, por consiguiente, sus cabellos oscuros. Poco duró esto, pues trató de recomponerse a los escasos segundos de haber adoptado tal actitud infantil. Su diestra se acomodó sobre el nudo de su corbata y, con un lento movimiento, lo acomodó levemente, afirmándolo cerca de su cuello. Su mirada, llena de determinación, buscaban el contacto con los ojos ajenos, esbozando una pequeña sonrisa a modo de bienvenida. –Es un placer conocerte, Nozomi. Soy Yuto, líder de gimnasio, no… Entrenador Pokémon.-

Las llamas anaranjadas cortaron el ambiente tenebroso y oscuro generado por el fuego en la cabeza del agresor, dando de lleno directamente sobre el cuerpo del pequeño ser cuadrúpedo, aunque era claro que estaba lejos de verse detenido por unas pequeñas chispas brillantes. La indicación de su líder la hizo reaccionar, acortando velozmente su distancia con respecto al fantasma que lo había atacado. Ni se inmutó ante el impacto recibido, optado por no retroceder del espacio que había tomado como punto para levitar. -¡Eso no es nada! ¿Cierto?- Lo sentía de nuevo, el pulso acelerado, el palpitar contra su pecho, las gotas de sudor que se deslizaban por su piel. Aquella llama intensa que quemaba en el centro de su pecho, como también en cada uno de sus compañeros de batalla, vínculo superior que los unía, sin importar lo dispares que fueran. –Si el fuego no sirve, solo tendremos que intentar otra cosa.- La idea que tenía en su mente era clara, viéndose llevada a cabo a la perfección: Chandelure se vio cubierto de descargas eléctricas amarillas, las cuales se condensaron en una esfera en su boca. –Bola voltio.-  Acto seguido, como si de un trueno se tratara, salió disparado de la misma bola luminosa un rayo de igual color.

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'Combate' :

Era una de las primeras veces que comenzaba a sentirme a gusto en un combate Pokémon, más cuando era un enfrentamiento con mayor dificultad en comparación a las que nos hemos enfrentado en el pasado para llegar a donde ahora nos encontrábamos. Nerviosismo que en un principio solo se tornó en contra, sobre todo hacía una persona que en el fondo por fin comprendía no tenía la mayor culpa. Al menos sus acciones y su desplante en el campo denotaban aquello, sintiendo cierta culpa emanar desde adentro con esa característica pesadez en el pecho que con un largo suspiro intentaba deshacerme, pese al saber no sería efectivo. Pero aún se podía dar la oportunidad de intentar hacer más ameno lo que quedaba de su desarrollo, ya que pierda o gane no era la forma de relacionarse con mis pares o manifestar mi enojo sobre los demás de manera poco arbitraría; No debía persistir en lanzar miradas ofensivas en contra. No cuando al contrario de lo que esperaba, la calidez del líder demostraba su esencia humana.

Sorprendiéndome al escuchar la risa proviniendo de su lado, bajando la mirada algo molesta y avergonzada por acto que para cualquiera podría ser una mera forma de comunicarse; Nada más cotidiano que aquello. Más el conseguir producir sonido de mis poco utilizadas cuerdas vocales, para mí era bastante significativo. Pero en ese momento una cierta sensación de arrepentimiento no dejaba que me percatase cómo el contrario asimilaba lo ocurrido, pensando en su accionar similar a una burla que muchos mostraban por mí ‘condición’, uno de los pocos motivos por los cuales me era difícil expresarme abiertamente decidiendo que fuesen mis manos las que hablasen en mi lugar. Era mucho más fácil cuando tu voz se cohibía por temor a lo que pensaran los demás.

Siendo sus palabras las que ocasionaron mayor comprensión de lo ocurrido, levantando mi cabeza a su dirección sin mostrar emoción alguna al estar procesando todo lentamente. Parpadeando a la par que con dificultad entreabría mayormente las líneas que llevaba por ojos, siendo difícil a primeras conseguir calcular la percepción en profundidad de cada esquina presente, pero lo suficiente para permitirme dar una mejor apreciación de la persona que tenía al frente antes de volver a mantenerlos casi semi-cerrados pasando la muñeca por sobre cada parpado antes de afirmar con mayor energía con la cabeza. –… Igua-alment-te… – Pese a lo ocurrido y ver como nuevamente se posicionaba para continuar con el combate, me mantuve en mi posición casi con el mismo rostro estoico de un principio pero aun con las huellas presentes de una leve sonrisa esbozada.

Renovando sus energías e incluso presentándose casi inmune al ataque de Poochyena, nuevamente aquel candelabro de oscuros colores se preparó para continuar cuanto antes con el combate. Creando alrededor de su cuerpo una energía eléctrica que o había visto por parte de ese tipo de Pokémon, siendo mayormente mi sorpresa al ver cómo le daba de lleno a mi pequeña compañera lanzándola contra el suelo en lo que parecía ser un movimiento bastante efectivo y dañino en su contra. Chirrido soltado de sus fauces que no quedo ajeno, pues pensaba con ello finalmente había terminado por derrotar a la susodicha. Pero antes que pudiese llevar mi mano en busca de su Pokéball lentamente comenzó a incorporarse con un claro tambaleo, pero manteniéndose dispuesta para continuar aun con la mueca de dolor presentada en su rostro que apenas darse cuenta, la quito de manera inmediata. Sacudiendo su cuerpo previo a soltar un gruñido a mi posición a modo de permiso, dando aun con cierta sorpresa una afirmación al entender lo que se proponía al final. Era probablemente su única estrategia y por lo cual, intentaría con otro Triturar para buscar el mayor daño posible.

El miembro 'Nozomi Eirei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

Todo entrenador buscaba explotar el potencial oculto de sus Pokémon, llevarlos hasta el límite definitivo y, de ser posible, superarlo. Yuto no habría de ser la excepción a tal regla no escrita. Habiéndose especializado en los Pokémon tipo fantasma, y habitando en los alrededores de un aclamado “pueblo fantasmal”, había aprendido en muy poco tiempo las ventajas y desventajas de los de este tipo, y el potencial de los que estos hacían gala. De ser necesario, podría enumerar los grandes dones de los miembros de su equipo de memoria y sin detenerse, aunque sabía que era mejor el dejarlos demostrar su poder en lugar de solo alardear sobre estos. Este era el caso puntual de Chandelure, cuyas habilidades no solo se limitaban al control de fuego, abarcando habilidades eléctricas que, aunque careciendo una maestría absoluta, servía efectivamente para ataques destructivos. Claro estaba que el emplear ataques sobre los que no se tendría un control absoluto tendrían ciertos contratiempos, como aquella aura eléctrica alrededor del candelabro, y su incapacidad de moverse por unos fundamentales segundos.

Aquella descarga amarilla había sido sumamente efectiva, agrediendo e hiriendo notoriamente al espécimen oscuro de la tímida entrenadora delante de él, hasta el punto de creer que había sido acabada por tal ataque. Muchos afirmarían que se había salvado “por muy poco”, una frase que el líder de gimnasio aborrecía desde lo más profundo de su alma. El espíritu era una poderosa arma que muchos osaban con menospreciar, siendo este el verdadero motor para seguir adelante: Un espíritu débil sería destrozado con una simple brisa primaveral, mientras que un espíritu fuerte permitiría superar los más grandes retos y ascender. –Por supuesto que esto no fue suerte.- La sonrisa en su rostro se acrecentaría un poco más, mientras cerraba sus párpados por unos segundos, meditando en sus pasos a seguir. Estaba cautivado por la niña silenciosa y su equipo Pokémon, su estilo peculiar y único, pero más que nada por su espíritu, lo suficientemente poderoso como para no rendirse.

A sabiendas de lo inútil que sería el ordenarle a su compañero el moverse, con conocimiento de lo incapacitado que se encontraba, simplemente mantuvo silencio, implorando por lo bajo que pudiera soportar el ataque de Poochyena, cosa que efectivamente pasó: Los dientes de la fiera se clavaron sobre él, mas no fueron lo suficiente poderosos como para generarle un gran daño. Haciendo uso de las descargas eléctricas que aun rodeaban su cuerpo, expulsó a la agresora, acentuando la distancia entre ambos. –Eres muy fuerte, demasiado.- Suspiró antes de volver a sonreír, con aires renovados y una suave expresión en su rostro, prueba irrefutable de que la estaba pasando bien, a pesar de tener que seguir el combate a cuestas del título que cargaba sobre sus hombros. Era imposible el no recordar sobre la responsabilidad que tenía, aquella que no le permitía andar a sus anchas en lo que a combates se refiere. Autocontrol e imparcialidad, esos eran sus más grandes obligaciones y limitaciones, lo que le prohibía de entregarle la medalla en ese preciso momento y seguir con lo que estaban haciendo, con el combate que estaban llevado a cabo, no como retador y líder, sino como meros entrenadores, quizá amigos.

La llamarada en su cabeza volvió a crecer, indicando que estaba en condiciones de seguir el combate. Ese fue el recordatorio final de que debía concentrarse, dejar de divagar en pensamientos innecesarios. –Lo se, lo se. No necesito que me lo recuerdes, Chandelure.- Con un disimulado tono de enojo, le respondió a su fantasma y gran compañero, sin poder borrar la expresión de satisfacción de su rostro. -¡Usa Onda Ígnea!- El chasquido de dedos fue la indicación para que el ataque iniciara. Del cuerpo del candelabro, una onda de calor salió disparada hacía todos lados, siendo notorio por el color anaranjado del mismo.

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'Combate' :

Estaba claro desde el momento que mi pequeña compañera se abalanzara en contra del oponente, su estrategia a realizar sería tal vez su último esfuerzo a desarrollar en ese combate. No solo por el previo golpe que dreno todas sus energías, siendo quizás el meollo que desencadeno aquella cadena donde Poochyena ya se encontraba exhausta al momento de ejecutar su ataque. Suma de daño que bien para cualquiera podría verse inmune al no reflejarlo o escondiendo lo mejor posible su condición, soltando ese aire de superioridad que continuaba reflejando pese a su baja estatura. Postura que sin saber en el fondo era una imitación similar a la de su dueña, tras conocerla el tiempo que llevábamos juntas, sabía de antemano cuando su cuerpo comenzaba a presentar sus límites, gracias a las pequeñas e imperceptibles acciones erróneas en el desplante de cada movimiento a realizar. Sin dejar de percatarme como el andar era mucho más lento que las veces anteriores, pero consiguiendo de igual modo coger la velocidad necesaria; Aun con los inconvenientes físicos.

Un gran mordisco fue lo que salió de sus fauces, acumulando la energía suficiente alrededor de su filosa dentadura solo para aumentar la potencia del daño que deseaba. Aun si esa era su meta, su movimiento no consiguió mantenerse el tiempo necesario para generar un gran impacto, retirándose usando el mismo cuerpo del oponente hacía atrás como impulso, alejándose al notar como esas mismas chispas que le habían causado tanto daño regresaban en forma protectora alrededor de ese Pokémon. Permaneciendo en mi posición bastante sorprendida, e inclusive aliviada que pudiese salir al menos intacta por esa ocasión al pensar ese elemento le daría de lleno nuevamente acabando con la poca fuerza que le quedaba…. O tal vez se trataba solo del preámbulo a una estrategia mayor y que a esas alturas, sería algo que no me sorprendería que fuese realizado por el contrario.

Acción que no se hizo esperar, sin darme el tiempo suficiente para reaccionar o dar señas a mi compañera para que le esquivase. Aunque bien sabía, no sería lo suficiente para evitar ese desenlace que tan solo estaba retrasando. Cayendo inconsciente al suelo una vez las llamas que le rodeaban se desvanecían, soltando un suave aullido lastimero antes de perder el sentido y siendo la señal necesaria para poder retirarla pues no había motivos para que siguiese en el campo; Había cumplido bien su labor y con un suave murmullo hacía su aparato se lo hice saber. Guardándole dentro del bolso con mi diestra, mientras revolvía con la otra las Pokéballs y posibilidades que me quedaban a mano para hacerle frente a Chandelure.


Revolviendo entre mis manos aquel aparato esférico quien traería al campo a quien sería mi siguiente compañero. Sin estar ciento por ciento segura, más con una rápida mirada hacía el frente sabía debía demostrar lo mejor de mí si es que quería conseguir esa medalla por la que hasta ese momento, volvía a recordar. Negando suavemente al darme cuenta que mis pensamientos habían cambiado, como con simples acciones disfrutaba tanto de aquella pelea olvidando por completo el tiempo o el objetivo final por el que me encontraba parada en ese momento a campo abierto. Soltando un suave suspiro por la nariz antes de lanzar la Pokéball y dejar ver la figura de Milotic quien rápidamente evocaba una masa de agua alrededor de la misma como intentando refrescar su espacio al no encontrar terreno con ese elemento. Al menos la tierra humedad podría reemplazar esa necesidad momentaría. Dirigiendo su mirada a mi dirección a la espera de órdenes; Cuales con mis manos intentaba darle las primeras instrucciones que fueron entendidas a la perfección, pues con ella comenzaba a crear aquel impulso de agua para poder crear de su Hidrobomba como una manera de empezar a distancia.

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'Combate' :

¿Cuál era el secreto de aquellos que habían llegado a hacerle frente al líder de gimnasio? Éste tenía algunas teorías locas sobre aquello que los hacía especiales, y podría divagar horas y horas con respecto a tal tema. Sin embargo, algo en común que todos estos individuos especiales compartían era un profundo amor por sus Pokémon y un corazón incorruptible. Por momentos recordaba cierto golpe que había recibido, sintiendo el dolor como si fuese reciente en una de sus mejillas. Esa era la esencia de uno de sus retadores que, fiel a sus principios, había sido completamente transparente y reaccionado acorde a su alma. En este caso en particular, Nozomi era el pináculo de todo lo que había pensado y teorizado durante mucho tiempo: Habiendo atravesado tan difícil prueba, poniendo al borde no solo sus ideales sino también su propio ser, se mantenía fiel a todo lo que creía y seguía adelante.

La onda de calor emanada del cuerpo de su Pokémon dio contra su rostro, agitando aquellos rebeldes cabellos que se mantenían elevados de forma natural, devolviendo la atención del humano en el evento que lo merecía, el combate que se llevaba a cabo delante de sí. ¡Vaya que no le costaba divagar en los peores momentos! Mas su Pokémon, fiel compañero de combates de todo tipo, también cumplía el papel de cable a tierra del líder de gimnasio. Todos los miembros del equipo se encontraban al tanto de lo poco serio que podía ser su entrenador en numerosas ocasiones, por lo que trataban de mantenerlo atento en todo momento, como si de un niño se tratara. –Uff… Eso fue poco agradable.- Instintivamente llevó sus manos a su rostro, tratando de limpiar las gotas de sudor que comenzaban a hacerse presente violentamente, como a su vez aquella sensación incómoda de sentirse pegajoso. –Hay otras formas de llamar mi atención, ¿sabes?- Con un enojo disimulado, y un falso puchero, Yuto comenzó a quejarse con el candelabro fantasmal, como si este tuviera la culpa de sus desdichas. Curioso cómo alguien de renombre podía ser tan infantil en los momentos más inoportunos.

Para fortuna de Chandelure, poco duró aquella escena poca seria, pues Yuto se enfocó en el cambio que se estaba llevando a cabo por parte de la retadora. –Dio lo mejor, debes estar orgullosa.- Suave fue el tono empleado por el joven, tratando de animar, innecesariamente, a la niña y a su derrotada compañera. La sorpresa fue grande cuando el nuevo reemplazo se hizo presente frente ambos, teniendo como resultado una gran sonrisa y cierta nostalgia, pensando en su propio Pokémon que descansaba en la cabaña que funcionaba como hogar. –Parece que tenemos gustos similares.- Comentaría en voz alta, mientras dejaba caer la capa que colgaba con orgullo de su espalda. Aunque hubiera aparecido ese hermoso espécimen tipo agua, el ambiente seguía ligeramente afectado por el calor abrasador originario del fantasma. Las cosas estaban lejos de terminar, o eso esperaba, por lo que tendría que ponerse sumamente cómodo para poder disfrutar al máximo.

La capa habría sido perfecta para cubrirse de las gotas de agua provenientes del ataque Hidrobomba que había impactado de lleno contra su Pokémon, haciendo que perdiera el equilibrio de forma momentánea. Aun estando empapado, su cabello no perdería su posición habitual, cosa que muchos pensarían que es algo curioso. Yuto no tardó en indicarle una orden a Chandelure, mediante un mero silbido entrecortado, seguido de un ligero movimiento de su barbilla, apuntando hacia la bella Milotic que tomaba el rol de oponente. Las descargas eléctricas volvieron a aparecer alrededor del cuerpo espectral, liberándose una furiosa onda voltio contra el oponente en cuestión.

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'Combate' :

Sabía a esas alturas el observar a uno de mis compañeros ser derrotado en el transcurso de la batalla era algo completamente normal y esperable, pero aun con esa idea comprendida en el fondo, no conseguía quitar ese sabor amargo en mi boca al no haber podido evitar que sucediera en su totalidad. Culpa que iba y venía nuevamente en cada relevo, apretando con fuerza ambos puños para luego relajarlos, repitiendo esa simple acción sin quitar mi mirada en frente donde se posaba ahora la figura que reemplazaba notoriamente a Poochyena. Ocupando mucho mayor terreno debido a su masa e intentando acoplarse a ese ambiente cálido que tanto le desagradaba, lanzando por el rabillo de su ojo cierta mirada que lo denotaba a mi dirección, para continuar soltando un poco más de su propio movimiento alrededor de ella apaciguando la temperatura tan desagradable. Sintiendo unas gruesas gotas caer encima, sin darle mayor importancia tan solo en ocasiones necesarias, actuando solo para quitarlas con el dorso de mi muñeca cuando comenzaban a estilar por alrededor de mi rostro.

Perpleja a primeras, solo atine a ladear mi cabeza con curiosidad y duda a las palabras mencionadas por el contrario. Agradeciendo de fondo el que mostrase preocupación por alguien a quien no debería, dándose el tiempo para felicitarle como si fuese su propio Pokémon el que estuviese luchando siendo posteriormente ser derrotado, más orgulloso de ella en el fondo por su desempeño. Sin embargo el que poseyéramos gustos similares consiguió atraer mi atención, sobre todo cuando se refería al momento exacto en que aparecía Milotic en el campo. Quedando esa duda si preguntar directamente o no a la profundidad de sus palabras, pues no me dio el tiempo ni cabeza para asimilar las palabras y movimientos necesarios, al ser mis manos la que generaban una respuesta muy contradictoria. Generando las ordenes pertinentes para que Milotic realizara su ataque a seguir en contra de aquel candelabro fantasmal.  

Una potente masa de agua cruzo de un extremo al otro del campo, generando quizás no un golpe severo, pero lo suficiente para que perdiese esa coordinación que llevaba, perdiendo el equilibrio para luego incorporarse notando cierta resistencia a que sus llamas no cedieran a tal elemento dañino para su propio cuerpo. Resultando difícil el no sentir cierta lastima cual no dude en mostrar al mover mis manos, captando la atención de Milotic al pensar que se trataba de una mera orden mientras mantenía cierta parte de su concentración en el campo. “¿Estas bien?” Pese al saber no recibiría respuesta inmediata o siquiera el entendimiento que desea transmitir; Pues generalmente con quien me topaba era una forma inútil de comunicarme. Tampoco perdía nada con intentarlo, al ser un método mucho más rápido que el uso de la libreta que se encontraba entre mis ropas.

Actuando de por sí tras notar como nuevas chispas eléctricas recorrían el cuerpo del contrario previo a la ejecución de su movimiento, la cola de Milotic emitió un fuerte destello que en un rápido movimiento, desapareció al cargar parte de su extremidad contra el suelo debajo de su cuerpo. Golpeando y levantando una porción considerable de escombros que no solo dio pie para evitar gran parte del golpe eléctrico directo, sino a su vez le permitió transferirse a un lado evitando gran parte del daño que probablemente al ser directo, le hubiese lastimado considerablemente. Aprovechando la ocasión para con tres simples letras marcadas simbólicamente en mis manos, la susodicha comenzara con su siguiente estrategia. Aumentando la cantidad de su elemento, para soltarlo en gran cantidad con aquel ‘Surf’ cual se dirigía en mayor proporción en contra de su enemigo.