Hoy es día de una nueva experiencia pokémon. Keyra me ha estado insiste e insiste en que debo de descansar y conocer más gente. Sinceramente, a pesar lo mucho que pueda entender de ciencia pokémon, no estoy seguro que representa un descanso. Sé que no necesariamente es quedarse en casa mirando la pokétv y ciertamente no voy a ir a gastar en un spa para mí cuando algunas de mis pokémon lo apreciarán más, pero tampoco estaría renuente a esas ideas. Además intento mantenerme y verme bien sin exagerar (con un poco de desayuda de algun amigo pues dicen que la apariencia importa, pero sin exagerar pues aún si me importara realmente la apariencia (que no es así) no tengo la cartera para estarlo pagando.

Pedí algunos consejos entre mis amigos y decidí aprovechar para llamar a Chica Rica Diana por teléfono. Últimamente ha estado muy distante, pero desgraciadamente era mal momento, al parecer y está de viaje en Kalos. Así que decidí llamar a quien me metió toda la idea, la profesora Keyra.

–Hola, Keyra. Quería preguntarte sobre un buen lugar para pasar un rato de ocio con mis pokémon…Bueno, me dices mucho que no descanso. Creo que la última vez fue la tienda de dulces ¿O quizás el salón de Sapphire? No sé. Pensé que sería bueno dar una vuelta más por ahí para variar–

Keyra me menciona una idea en mente, aunque advirtiéndome que quizás no es algo que un chico como yo podría interesante.  

–Uh ¿Qué tiene que ver...? Bueno, no importa. Sólo dilo. Yo veré que tan viable es.– Respondo tranquilo y alegre a pesar de mi inicial confusión. Soy muy abierto y no juzgo a la gente. No me pondría un vestido si puedo evitarlo, pero no me molestaba jugar a las muñecas o al té con las niñas y menos tengo reparo ahora de tejer (si puedes y te ahorra dinero, hazlo) así que creo que puedo manejar casi lo que sea que pretenda sugerir.

Keyra sugiera que lleve a uno de mis pokémon a un teatro de danza, al parecer unas excelentes bailarinas llamadas Chicas Kimono trajeron su teatro de danza aquí a Ysiel.  Al parecer ella les debe mucho. Su teatro podría ser una excelente idea. ¿Danzar? ¿Pokémon? Quizás algunos pokémon tienen dos patas o, como se dice de Meloetta, tienden tendencias de baile, pero aunque soy muchas cosas coordinador no es una de ellas. Apenas y he participado en alguno que otro concurso alguna vez. Sin embargo sería interesante. Me pregunto si pueden hacer bailar a pokémon cuadrúpedos.

–Danza pokémon. Humm. Supongo que sería algo interesante que no he hecho antes.– Era algo inusual. ¿Será divertido? Nunca he bailado más que en obras escolares o algún baile escolar y sólo una o dos veces.–Vale, puedo probar. ¿Dónde es?– Saco un cuaderno de notas para anotar la dirección. Quizás Keyra podría mandarme la ubicación al gps del celular, pero a esta profesora no le va tanta tecnología. –Muchísimas gracias. Creo que llevaré a mi Eevee; Orihime–

Al parecer es una gran idea, una de las hermanas kimono tiene uno. Ella se fue a Kalos de pequeña, pero se vino a Ysiel con sus hermanas así que ya están las 6 reunidas.


Llegue al lugar sugerido junto con mi Eevee. En el lugar hay una música instrumental, clasica de Johto y varios pokémon danzando diferentes rutinas con la misma música, no sé como pueden bailar tan diferente. En eso llega un tipo con ropas de baile muy pinturescas y un cabello azul en formas aún más extravagantes y un bigote igual. Lo más raro es la rosa con petalos azules en su boca. Algo me dice que le gusta el azul.

–...– –Bonamí, soy el rey de la danza de Don Bailarin Floren Bigotin. La estrella de baila más grande que haya pisado alguna vez Ysiel, que digo Ysiel ¡El mundo entero!–  Exclama el sujeto a los cuatro vientos.

–Genial, otro rarito con título.– Las personas con títulos son las más extravagantes, pero este parece serlo aún más. Empiezo a cuestionarme si se dan a si mismo los titulos o si salen de fábrica. –Muchísimo gusto– Me inclino suavemente en reverencia –Soy Maximillian Redfield, entrenador pokémon. Vengo para bailar con mi Eevee; Orihime– Saco la amorball de mi pokémon y la dejo libre por lo que pronto está en el suelo con una candente sonrisa.
–No, no, no. Uno no viene aquí a simplemente danzar– Explica mientras mueve su dedo de un lado a otro. –¡Vienen a unir sus almas y convertirse en un sólo ser con ayuda de la música!–

Al parecer es cosa de espíritu –¡Entonces haremos eso!– Exclamo decidido antes de inclinarme de nuevo –¡Por favor enséñenos!– Orihime no termina de entender, pero sabe que nos va enseñar algo así que con una sonrisa cortes se inclina. –Pero pensé que este lugar lo llevaban las hermanas Kimono–

–Bonamí!– Suda bastante –Escuchaste mal, pero este no es lugar para nuestras habilidades y está muy lleno. Tengo un local más apropiado enfrente, vamos allá– Me urge a moverme el sujeto ¿Qué pasa aquí?

–¡No tan rápido!– Exclama una chica en kimono y atuendo tradicional, incluso tiene una ceboballl en una pinsa de pelo en su cabeza y un Vaporeon. Detrás de ella vienen otras chicas más. –Frijol, te dije claramente que no volvieras aquí.–

-¡Eeveeee!-

–Huu. Creeme, no vine por gusto, sino para asegurarme de qué las jovenes promesas no se dejen engalar por sus encantos y sean metidos en danzas anticuadas… weck– Exclama haciendo asco con la boca.

Otra de las hermanas más mayir, con un kimono con llamas, con un Flareon y una nivelball, da un paso al frente.  –Es musica tradicional de Johto hasta ahora ha traido más apasionantes bailarines que tus monadas sin sentido– Responde haciendo rabíar al sujeto.

–Por favor no vuelva por aquí.– Exclama una de las hermanas con un kimono negro, un Umbreon y una lunaball en su cinta de pelo.

–Humm. Nos volveremos a ver.– Les responde molesto antes de voltear a mí –Por favor, venga conmigo joven.–  

–Lo siento, me recomendarón venir con ellas y francamente no me gusta que me engañen–

El tipo se va con un hum. Parece que evité ser estafado por los pelos. La segunda chica más joven (creo), con una rapidball en el pasador de su pelo, se inclina hacia mí al mismo tiempo que su Jolteon –Lamentamos mucho las molestías– Responde con tanta vergüenza y dulzura en su voz que me siento mal por causarle estos problemas.

–No se preocupen. Estas cosas no me afectan– De hecho casi nada me afecta y ese es mi mayor problema. Como sea me inclino –Soy Maximillian Redfield, de Kanto. La profesora Keyra me recomendo con ustedes.–

–Oh– Reacciona con sorpresa la más joven de todas, la que tiene un Espeon y una amorball en el pasador de su pelo, antes de sonreir tan dulcemente que debe ser ilegal. –Tu eres el amigo de Keyra. Escuche tanto de ti–

–Ah ¿Keyra les ha contado de mí? Espero cosas buenas– Respondo con ligera vergüenza.

–Hu. Keyra dificilmente habla mal de la gente, pero te aseguro que estaba feliz al contarnos de ti– Responde la señorita del Flareon y la nivelball

–Es Bueno saberlo y más aun ver que todas tienen una evolución de Eevee. Sin duda Orihime y yo vinimos al lugar adecuado. Quiero ayudarla a convertirse en una hermosa Sylveon–

–Bueno, pues creo que les podré ayudar con eso– Responde una de ellas con un kimono, maquillaje y peinado distinto al resto, aunque tiene un pasador con una sanaball y un Sylveon ella misma.

La chica del Vaporeon se inclina antes de incorporarse y señalar a las chicas de una en una –Yo soy la Chica Kimono, Kimomo. Estas son mis hermanas, Satsuki, Tamao, Sakura, Umeko y por ultima Mashu. Estaremos encantadas de mostrarte los misterios de la danza.–

No creo poder aprenderme quien es quien tan fácil, pero haré el esfuerzo. Entonces manos a la obra, pero primero dejen me preparo también. Respondo con una pequeña sonrisa picara.

Atuendo:

Luego de cambiarme por mi Yukata salgo listo junto a Orihime quien tiene un orquilla con una flor de girasol en la oreja.

–Jajaja– Rie Tamao, la del umbreon y el pasador de lunaball. –Veo que no pierdes el tiempo. Te sienta muy bien ese atuendo–

–Kanto y Sinnoh estan muy cerca y tienen muchas tradiciones similares. Así que siempre guardo un Yukata conmigo–

–Bueno, yo soy la pasante de moda y este no es una pasarela. Vamos a empezar–

…

Música Ambiental:

Con ayuda de las chicas, sobretodo de Mashu y su Sylveon, pronto me encuentro danzando, siguiendo los movimientos de la chica kimono, quien me recuerda a una líder hada que oí, pero seguramente debo estarla confundiendo.

El baile que me enseñan mantiene una estancia firme, con movimientos lentos, pero fluidos y mayormente sólo son los pies los que se mueven rápido. Orihime se mueva a mi alrededor, a veces hasta subiendose con agilidad en mis hombros, mientras intenta imitar al Sylveon de Mashu, pero raramente lo logra. Por otro lado, yo no toco a ninguna de las Chicas kimono, pero bailo frente a Mashu a corta distancia, a menudo terminando encarandola mientras me muevo. Esta danza oriental ciertamente es muy fina, pero transmite mucho mensaje con cada uno de sus movimientos.



Obviamente una visita de dos horas no es suficiente para perfeccionar el arte. Yo termino sudado tras la larga sesión. –Uff, he pasado por entrenamientos fisicos con mi abuelo menos dificiles. La firmeza, fluidez y velocidad de los movimientos es mucha. –

-Eeeveee- Orihime luce más agotada que yo incluso. Bailar con tu pokémon y una pareja de baile no es facil.

Clap clap clap

–Lo hiciste muy bien– me felicita timidamente Umeko.

–Debiste de haber entrenado en un dojo o haber practicado danza alguna vez. Y tú Eevee es terca. Lo hicierón muy bien para ser su primera vez– Explica Tamao, la del Umbreon y la Lunaball.

–No estoy ni cerca de perfeccionar esto. Y francamente era dificil seguir el ritmo con lo anonadado que me dejaban sus movimientos– Respondo encogiendome de hombros

–No te sientas mal– Sigue Komono, la del vaporeon y la ceboball. –La danza de Sinnoh es un arte que hemos practicado desde que podíamos caminar. Salvo por Mashu todas lo hemos hecho casi todos los días de nuestras vidas y aún nosotras tenemos mucho por trabajar.–

–Siempre picandome por haber querido seguir a la tía a conocer Kalos. Tal vez no baile en obras, pero nunca dejé de bailar tampoco.– Responde la mencionada, del Sylveon y la sanaball.

–Cuando veas a Keyra, diles que los otros niños del orfanato están bien con nuestra madre y nuestra tía.– Me responde Satsuki, la del Flareon y la nivel ball mientras se despide moviendo su mano.

¿Orfanato? Creo que acabo de escuchar algo que no estoy seguro si debía. Quizás me parezco más a Keyra de lo que creo. –Encantado. Lo haré. – Respondo sonriente ocultando la sorpresa –Bueno, volveré en una semana. Estaré viniendo un par de veces a visitarlas. Quizás nunca alcance su nivel, pero espero lograr llegar al punto en que no averguence tampoco con mi danza. Además, Orihime lo disfrutó mucho y eso es lo que más importa–

-¡Eevee! –Responde con mucho animo la pequeña bola de amor café.

–Espero me reciban otra vez– Me inclino suavemente hacia ellas en reverencia a la par de mi pokémon.

Las chicas se inclinan también hacia mí con una pequeña sonrisa en sus rostros –¡Que vaya bien y vuelva pronto!-

Me despido agitando el brazo…y voy a pagar la seción a la caja registradora, donde Tamao de alguna forma logra llegar primero de una manera tan sutil que casi no me dí cuenta. Además…su sonrisa se ve muy diferente ahora que está detrás de la registradora, como si el espíritu de la avaricia la consumiera, mientras su Umbreon me mira con una cara de pocos amigos que no tuvo en todo el día. Enserio que la gente cambia por dinero…