El miembro 'Maximillian' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Combate' :

Equipo pokémon:

Mi compañero Fuego-Lucha está muy herido y agotado luego del sorpresivo ataque de Blissey, pero lentamente se levanta pues lo que más herido tiene es el orgullo de recibir un ataque tan sucio. No pierde el tiempo en empezar a gritarle cosas a Blissey que no entiendo pero estoy seguro que nombra a todas las antepasados de la tipo normal y otras cosas más que arruinarían el ambiente familiar que este restaurante quiere dar.

Blissey sólo escucha las cosas con una sonrisa fría. Obviamente no atendiendo a los insultos de mi compañero. –Cálmate, Apolo. Les haremos pagar por eso, pero no desperdicies tu energía gritando– Declaro por lo que mi amigo se calma y se pone en pie de lucha.

-¿Oh? ¿Estás seguro que quieres seguir luchando? Podrías tirar la toalla y sólo dejarme esos deliciosos Malvaguetis a mí.- Pregunta con un aire presuntuoso la deportista.

–Ni de broma. Apolo y yo no nos rendiremos sin darte a probar, primero, la amargura de la derrota– Contesto con una sonrisa casi impresionado por la creatividad de mi respuesta.

-¡Pues entonces te forzaremos, Triataque, Blissey! –Un triangulo de energías se forma frente a la pokémon normal cual apunta hacia a mi amigo. –¡Evádelo con Acróbata!– Ordeno y mi compañero empieza a saltar a todos lados como mono hacienda difícil para la pokémon normal apuntar, pero eventualmente dispara causando una explosión en el campo muy cerca de mi pokémon quien usa la explosión para rodar hasta Blissey.

–¡A bocajarro!– Mi Pokémon se incorpora y lanza un grito de batalla mientras se cubre entero de un aura rojiza con la que golpea, patea y demás a la pokémon normal, elevándola en el aire con cada golpe hasta que de una última patada lanza junto a Triatleta Yolanda. -¡Blissey! –Grita la chica preocupada, pero eventualmente suspira al ver que está fuera de combate-

–¡Eso es Apolo!– Grito emocionado antes de ver que mi amigo también cae al suelo incapaz de continuar. –Oh. Apolo– Parece que exclamé demasiado pronto. De todos modos todavía tengo a Sapphire y Sumi para combatir así que guardo a mi pokémon en su pokébola. No parece que Triatleta Yolanda pueda seguir combatiendo pues no saca otro pokémon lo que significa que gané.

–Fue una gran batalla– Comento con una sonrisa mientras extiendo mi mano hacia la deportista quien sonríe y estrecha la mía.

-Supongo que es mi derrota, pero no estuvo mal. Fue muy emocionante- Responde antes de estrechar la mía.

Corro a la fila por los Malvaguetis. No hay nadie más queriendo quitarme mi lugar, pero igualmente aprovecho para sacar a mis compañeros pokémon y curarlos con pociones antes de guardarlos de nuevo en sus pokébolas. Es entonces que finalmente llega el cocinero y me entrega un delicioso plato a rebosar con Malvaguetis. –Aquí tienes, que lo disfrutes. Y por tus emocionantes combates también tengo un extra- Declara antes de poner un pedazo de carbón equipable en pokémon de fuego y dos piedras fuego que sin duda me serán muy útiles para evolucionar a mis pokémon -¡Que lo disfrutes!-

–¡Muchísimas gracias, sin duda lo haré!– Contesto con una sonrisa amable guardandome los objetos. Realmente me hacían falta estas cosas.

Ahora, finalmente tengo el plato de Malvaguetis y vuelvo a mi mesa con Liangyu quien aun no ha probado bocado de sus Magnebóndigas. –Te estaba esperando. Gran batalla– Me dice con una pequeña sonrisa.

–Gracias, la tuya también se veía interesante. Me costó concentrarme.– Contesto amablemente también por lo que cabecea de lado sonriente.

–Bueno, no hagamos esto esperar más. Comamos. Y te daré una probada de mis Malvaguetis si me das una probada de tus magnebóndigas.–

–Trato, pero eso más tarde. – Contesta a lo que cabeceo.

Ambos levantamos nuestros tenedores y tomamos una probada de nuestros propios platillos. –Hummm. ¡Delicioso!– Exclamo con una sonrisa mientras siento como mis papilas gustativas me llevaran a un mundo cremoso y hermoso donde todo, hasta nuestras ropas, parecieran estar hechas de fideos, queso y crema.  Con razón este lugar es tan recomendado.

Liangyu por otro lado sonríe más que nunca de la manera más linda que le he visto nunca. Su expresión parece más propia de una niña que acaba de probar algo super delicioso que de la casi siempre sería ayudante de Xiang. Sin duda debe estar disfrutando su plato igual que yo, quizás otro día vuelva por un plato de magnébondigas para mí. En cualquier caso hay que ver si podemos descubrir algo de esta deliciosa receta para agregarlo al menú del restaurante de Xiang, pero eso luego ¡Ahora sólo quiero seguir comiendo!

Blissey♀ 00/60

Infernape♂ +5 Lucha 00/60 EXP