• Prólogo



Hace millones de años, descubrimos el modo de utilizar aquellos recursos naturales que nos brindaba nuestro planeta, en nuestro beneficio. Eso hizo nuestra existencia más cómoda. Sin embargo… no hacíamos más que consumir la vida del planeta. Muchos así pensaban… Trataron de refrenarlo. Muchas fueron las batallas que se libraron, cada una de ellas sólo alimentaba la desesperanza, nuestros seres queridos perdían la vida… Así llegó el día definitivo. El propio planeta puso fin al conflicto… Las luchas la codicia, la amargura… Todo sucumbió bajo el caos. Eso fue lo que me contaron hace tiempo atrás….


•  Remontémonos a la última Guerra Santa.


La tierra fruto del daño ocasionado por sus habitantes, respondió a su manera ocasionando daños irreparables a toda una Era… Grandes Terremotos derrumbaban las más famosas ciudades, desmoronando sus altos rascacielos como si de una baraja de naipes se tratase. La tierra al abrirse en dos ocasionaba otros desenlaces mayores. Los mares en forma de Tsunamis barrían aquellos desechos limpiando el terreno dejando tal desolación, que las grandes ciudades más reconocidas del mundo ahora solo eran pasto del más absoluto desconcierto, nada era reconocible después de aquellos males ocasionados ante la respuesta de la madre naturaleza… Eso fue lo que para ojos mortales sucedió. No obstante esa fuerza titánica no fue más que la ira de los Dioses representada tras una fuerte batalla que terminó con la victoria de manos de Hades, Dios del Inframundo que acabó sumiendo la tierra en la mayor devastación conocida eones atrás. Jamás una victoria fue tan demoledora, acabando con todo lo conocido, el mundo dejó de ser lo que era para convertirse en una tierra hostil. La misión principal del reino de la noche prevaleció y el mismo inframundo fue representado en tierra firme acabando con cualquier rastro de vida mortal… Las almas de los muertos contaminaron el mundo… corrompiéndolo, llenándolo de tinieblas funestas por largo tiempo… La victoria pareció cumplir su propósito. Sin embargo así llegamos a una nueva Era… Y en su seno labraremos un brillante futuro. Aun así nada quedó de su pasado, solo el eco de recuerdos remotos, recuerdos que se convirtieron en leyendas, leyendas que pasaron a mito… Sucesos que jamás debieron caer en el olvido, perdieron su valor dando paso a una nueva Era…


•  Tras el Caos… “año Primero” [de la nueva Era].


Bien es sabido que ante toda catástrofe siempre hay rastros de vida que se abren paso en contra de toda ley impuesta por la naturaleza, o mas bien pondría decirse que fruto de la misma, la vida comenzó a abrirse paso frente a un mundo desolado… La Tierra empezaba desde cero a forjar un nuevo destino y así rescribir su nueva historia, tratando de no caer en los errores pasados… Aquellos pocos privilegiados que lograron sobrevivir reunieron sus pocas esperanzas en tratar de no extinguir la raza humana, los pocos conocimientos que en ellos había y los pocos recursos que tenían sirvieron para tratar de subsistir ante lo irrefrenable. Al no tener a disposición los conocimientos alcanzados, la enfermedad se abría paso mellando las fuerzas de los supervivientes y las pocas probabilidades de sobrevivir iban creciendo. Las nuevas enfermedades se cernían de manera brutal y sin compasión alguna acababan con la vida de los mas indefensos… niños y ancianos perecían sin una cura. Indudablemente con esos hechos, el futuro de la raza humana pendía de un hilo… cada vez eran menos y la esperanza de vida decayó vertiginosamente, siendo los jóvenes el único amarre fuerte para prevalecer en medio de el caos ocasionado.


•  En la Actualidad, Nueva Era.


La vida se abría paso y siguió su curso largos años en los que los conocimientos del pasado era el mayor tesoro que podían alcanzar, escasos retazos de libros se volvían un bien preciado que hacia de aquellos que los ostentaran uno de los mayores sabios de esta Nueva Era. Muchos no llegaban ni siquiera a aprender a escribir, ni mucho menos a leer. Dichoso sería aquel que brindara ese saber. En esos tiempos el mayor sustento era cosechar las tierras, y la crianza animal, como muchas otras labores básicas, pues… la moneda carecía de valor alguno y tan sólo los minerales, como antaño… recuperaban su valor más antiguo. Sin embargo no todo era tan apacible, el mal prevaleció sobre todas las cosas y el yugo del más fuerte caía con fuerza aplastante en los lugares más hostiles… La mayoría acababa siendo esclavizada para trabajar la tierra, cultivar la misma, y como no servir a sus dueños en todo lo que se les requiriera… Viviendo por y para siempre bajo el mandato de sus Amos y Señores por el resto de sus vidas. Sin embargo algunos gozaron de una aparente libertad, bajo el yugo de los mismos, pues los impuestos por vivir y gozar de pequeños privilegios les eran restringidos a unos pocos. Llevándoles a vivir una vida de calidad muy baja… Subsistiendo a base del sudor de sus frentes aunque aquello no les fuera fructífero pues… la mayor parte de sus ganancias iban a parar a manos de otros y sus dominios… A pesar de esto, este no era el peor de todos los males, sucesos inconfesables sucedían de manos de maleantes indeseables que no mancharan este relato, más de lo ya mencionado… jamás presenciado, pues poco salían con vida de esa existencia infame… Seguro que ya te lo imaginas ¿me equivoco? … A pesar de esto, sus impulsos eran mayores y las leyendas, mitos e historias sobre una vida mejor corrían de boca en boca llevándolos a buscar una salida. Los renegados por no seguir ese patrón de vida prestablecido por unas leyes corruptas según el juicio de quien lo mire, decidieron emigrar… Algo demasiado descabellado pues nadie conocía que deparaban los terrenos mas allá de sus escasos conocimientos sobre el mundo actual, algunos sólo por el hecho de buscar ese conocimiento y alguna forma de vida mejor, se aventuraban a ello… ¿qué les depararía el destino? Quizá alcanzaban una verdad mayor de la que los libros comentaban… el aliciente de poseer una vida mejor, sin enfermedades, miles de mitos sin fundamentos escritos, era lo que les movía a emigrar… lo que desconocían era que solo hallarían la muerte y el olvido. Ante lo desconocido de tierras salvajes sin dueño.


•  El Destino…


No obstante aunque la fuerza del mal prevaleciera en el nuevo mundo, aquello que cayó en el olvido será nuevamente hallado. Resurgiendo así las almas dormidas de valerosos guerreros, protectores de aquellos Dioses olvidados que… pronto volverán a resurgir. Quizá la tierra y la vida de la misma pueda ser aplastada una y otra vez, sin embargo hay algo que jamás podrá ser erradicado ni siquiera por voluntad divina… Tan sólo hace falta levantar la vista al cielo nocturno, allí plasmando en el firmamento, las estrellas siguen rigiendo el cosmos, aquel cosmos que prevalece en lo más insólito de cualquier mortal que se precie, tan sólo hace falta uno de ellos que desvele sus secretos, para empezar una nueva Era sin fin, en la que el destino de las estrellas rijan con fuerza sobre la tierra, resurgiendo con ello aquel mito memorable.