Heroes of Overwatch

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Ambientación

Año 2020.


El avance de la tecnología era cada vez más rápido. Lo que antes tardábamos cinco años en crear ahora podíamos hacerlo en practicamente un día o incluso menos. La ciencia dio paso a la revolución robótica y en poco tiempo, las ciudades se iban llenando de esta tecnología. Los primeros robots fueron toscos, mal diseñados y poco útiles, pero con el tiempo se fueron dando paso a mejoras sustanciales en el campo de la robótica. Los años pasaban y la gente se iba acostumbrando a ver robots en las tiendas, en talleres o en edificios públicos. Se empezó a confeccionar robots para ayuda en las labores del hogar, cuidado de ancianos o simplemente de compañía, la tecnología había evolucionado a niveles que antes solo se podían soñar.

Con los robots conviviendo con los seres humanos, empezaron a surgir nuevas corrientes filosóficas. La filosofía cambió radicalmente y se empezó a cuestionar qué era lo que realmente te hacía estar vivo o no. ¿Un robot podía estar vivo? ¿tener un alma, pensar, tener conciencia? Muchos alegaban que era posible. La supuesta inteligencia artificial había subido un escalón para ponerse a la par con la inteligencia humana. Sin embargo, otros pensaban que un robot solo era eso, un amasijo de hierros sin sentimientos y programados para una tarea. Con estos nuevos pensamientos, se crearon organizaciones, estamentos sociales y hasta nuevas orientaciones sexuales que impulsaron un cambio en todas las culturas del mundo. A estos robots se les empezó a llamar ómnicos y aunque no todo era perfecto, la sociedad parecía convivir con facilidad junto a ellos.

Sin embargo, algo salió mal. Tras años de convivencia pacífica, un problema con la programación puso el inicio a la llamada Crisis Ómnica. No se sabe el causante de este error, pero la mayoría de ómnicos comenzaron a revelarse contra el sistema impuesto por los humanos. Se alzaron en armas contra los gobiernos del mundo. Fue una guerra a escala mundial contra las fábricas que una vez fueron utilizadas para la creación de progreso y paz, las cuales ahora se dedicaban a crear robots de guerra para destruir a la humanidad. La población, asustada por esta inminente guerra, comenzó a aislarse, a huir o hasta apuntarse al ejército. Todos querían defender su hogar y con el objetivo de devolver la paz a la Tierra, las Naciones Unidas crearon la organización Overwatch.

Overwatch.

En sus inicios, Overwatch se trataba de un grupo formado por los mejores soldados de todo el mundo. Su única finalidad era acabar con la Crisis Ómnica y devolver la paz entre ómnicos y humanos. Se salvaron muchas vidas pero se perdieron otras, sin embargo, al cabo de un año y medio, se consiguió eliminar las amenazas más mortales y se firmaron acuerdos de paz entre grupos ómnicos y humanos. No solo Overwatch ayudó a acabar con esta crisis, no todos los ómnicos se había revolucionado, algunos de ellos habían elegido el camino de la sabiduría y la paz. Estos eran los llamados monjes ómnicos, vivían en recónditos lugares apartados de la sociedad. Una de las principales asentamientos de estos monjes fue Nepal. Los monjes ómnicos, liderados por Tekhartha Mondatta, una gran eminencia, ayudaron a extender la paz pero en territorio ómnico.

Los miembros de Overwatch se había convertido en heroes después de tales hazañas. Desde el fin de la Crisis Ómnica, se dedicaron a preservar la paz y a proteger a los inocentes. Desgraciadamente, la gloria de Overwatch no iba a durar para siempre.

Unos 20 años después, la sociedad veía en Overwatch un instrumento innecesario y corrupto. Ataques tanto desde dentro como desde fuera, hicieron que esta organización se marchitara, hasta que finalmente se disolvió. Fue en el año 2042 en el que se firmo el "Acta de Petras", que convertía cualquier actividad de los miembros de Overwatch en ilegal, poniendo fin a una larga trayectoria preservando la paz. Algunos agentes se convirtieron en mercenarios, otros, eligieron seguir su propio camino, luchando por la justicia a cualquier precio o simplemente luchar por ellos mismos.

Desde el fin de Overwatch, organizaciones terroritas como Talon se dedican a rastrear y acabar con los agentes que quedaban. No fue hasta algunos años después en que, Winston, un gran y leal agente de Overwatch, cansado de la situación actual del mundo, decidió con la ayuda de Tracer volver a reunir a los miembros de su antigua organización. Mientras se mantengan las amenazas, las ideas que encarnaban serán continuadas por otros que pensaban igual. Los avances tecnológicos siguen iluminando a la humanidad y marcan un comienzo creado por ellos para un futuro más brillante. Ellos planean volver a formar la paz que había antes y hacer que el mundo volviese a confiar en ellos, a confiar en Overwatch.

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