¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Lun 20 Ene 2020, 22:02
I: Corazón Valiente [Calle Victoria]
II: Master Mind [Salón Psíquico]
III.1 Against The King [Salón Fuego - Primera Batalla]
III.2 Burning Pride [Salón Fuego - Segunda Batalla]
DESAFÍO COMPETITIVO
4 VS 4
II: Master Mind [Salón Psíquico]
III.1 Against The King [Salón Fuego - Primera Batalla]
III.2 Burning Pride [Salón Fuego - Segunda Batalla]
DESAFÍO COMPETITIVO
4 VS 4
- Team:
Charizard ♂
Inicial // Evolución 1 // Evolución 2
Fuego/Volador
Chesnaught ♂
Captura // Evolución 1 // Evolución 2
Hierba/Lucha
ARMADURA DEFENSIVA
Garchomp ♂
Eclosión // Evolución 1 // Evolución 2
Dragón/Tierra
Tyrantrum ♂
Captura // Evolución
Roca/Dragón
Lucario ♂
Eclosión // Evolución
Lucha/Acero
Heracross ♂
Captura
Bicho/Lucha,
ARMADURA RESTAURADORA
Las gotas del agua fresca del grifo caían tanto de la punta del dispositivo como de la barba collar de cierto hombre – porque no parecía un niño si se le miraba la espalda – castaño que había decidido mojarse la cara antes de salir de uno de los elegantes baños habilitados en el edificio de la Liga Pokémon de Ysiel. Muchas cosas pasaban por su cabeza a gran velocidad, pero mantenía el control de sí mismo. Siempre que aparecía en ese lugar venían los dejavu de sus anteriores presencias, buenos y malos por igual ya que había aprendido a sobrellevarlos con muchas dificultades. Hace tres meses era un sueño imposible el volver a provocar la apertura de las puertas, y el mirar hacia las escaleras en donde se encontraban los salones con ilusión de salir airoso. Pero estaba allí. Con una victoria y dos derrotas iguales de estrechas, Taichi Yagami volvía a presentarse por otra oportunidad en la Liga Pokémon, aprovechando su particular sistema.
Al no ser combates seguidos, cada retador podía escoger el orden en el cual enfrentar a los Élite Cuatro. Lo fundamental, por supuesto, era vencer a cuatro de ellos para poder ascender al combate final por el campeonato. Invel quedaría pendiente, grabado en su ser con fuego para una revancha cuando se sintiera listo; por lo que podía mientras tanto intentar con las dos entrenadoras restantes. Una era Komaru Naegi, excelentísima maestra de los Tipo Normal. Y la otra…
Sus Pokémon que lo esperaban en la zona de espera de siempre lo vieron suspirar y luego sonreír levemente. Ellos también habían pasado por momentos muy complicados desde que habían dejado a Entei y al resto del grupo de Invel contra las cuerdas pero sin vencer. Cual distintos eran, vivieron las derrotas de distinta forma. Unos cayeron en crisis de confianza, y otros pudieron visualizar los beneficios de momentos así con más facilidad. El apoyo mutuo, el descanso y la diligencia los había traído de vuelta, y por eso los seis estaban ilusionados por volver a combatir en estas instancias tan exigentes. Además, el saber de antemano quién era su oponente les causaba una motivación adicional.
Como siempre hacían antes de los combates de Élite, se reunieron y estiraron sus manos, patas y garras hacia el centro, buscando un contacto mutuo. A Tyrantrum seguía costándole, pero cada vez menos. Taichi tomó aire, ataviado en negro y blanco en sus ropas, y habló. – No diré que es sencillo hablar en este momento, pero quiero que estén tan enfocados como siempre lo han estado. Va a ser una batalla especial, sin duda alguna, pero deben dejar fuera los sentimentalismos. Debemos esperar algo tan o más difícil que Incógnita e Invel, y estoy completamente seguro de que estaremos a la altura de las circunstancias. Ganamos todos juntos, y caemos todos juntos. Nunca olviden eso. – Recalcó un poco sus palabras, mirando a sus compañeros uno a uno. Podía sentir ese fervor en sus corazones y en sus miradas. Las Megaevoluciones estaban a tope.- Regine no nos tendrá compasión. La conozco bien. – Y en esa seriedad, se asomó una sonrisa que podía catalogarse de nostálgica. Tomó aire, y su tono se volvió positivamente enérgico. - ¡¡Vamos con todo!!
Sus Pokémon respondieron al unísono, motivados al máximo. Uno a uno fueron guardados en sus Pokéball y en el cinturón, y cuando terminó el proceso Tai volvió a suspirar para mantener la calma. Tenía cientos de batallas en el cuerpo, muchas muy importantes. Peleó con Yveltal, con Darkrai, con Deoxys, con Xurkitree, incluso con Mewtwo que le hizo temer genuinamente por su vida, pero siempre estaba el nerviosismo típico y previo a acontecimientos así. Además, recordaba como campanazos ocasionales cuando ella le dijo que viniese. ¿Tenía algún plan? No tenía idea. De hecho, por transparencia Taichi se alejó unos cuantos días para poder entrenar y prepararse bien. No podía dormir con su oponente, oh no.
- Será mejor no hacerla esperar. – Dijo para sí mismo, y caminó hasta el guardia que custodiaba el ingreso de los retadores a los distintos Salones. Éste le sonrió, feliz de verlo mejor. No le iba a recordar lo destruido que había salido del Salón Fuego la última vez. - ¿Vas por la tercera, retador? – Taichi sonrió, poniendo el primer paso en las escaleras. – Sí y no. Retomaré a Invel después. Ahora…tengo una cita. – Amplió la sonrisa y dejó atrás al guardia quien se despidió de él con un “¡Buena suerte!”. Mientras subía, sin embargo, la mueca desapareció progresivamente hasta tomar un semblante completamente serio y decidido. Ese era el Taichi que quería ser, y ese era el Taichi que quería que Regine viera una vez abriera las puertas de su salón.
Había llegado la hora…
2278
20
4175
2278
20
4175
Regine Carter
Coordinador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
2278
20
4175
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Lun 20 Ene 2020, 23:42
- Equipo:
Empoleon ♂ -Arthur-
—Inicial—
Metagross -Callum-
—Intercambio—
Aegislash ♂ -Artorias-
—Intercambio|Evo 1|Evo 2—
Lucario ♀ -Hanoi-
—Eclosión|Evo 1—
Uso de Armadura Restauradora
Estos elementos son estrictamente restauradores. Tienes la posibilidad de otorgarle a tu compañero una armadura capaz de aumentar su duración en el combate, otorgándole diez puntos de vida extra en caso de ser necesario. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero debes tener en cuenta las consecuencias. Al activar su uso, los siguientes dos ataques que efectúes tendrá menos efectividad, y se restarán cinco puntos del daño que logres infringir por dos turnos seguidos. Esta armadura no se ve alterada por los dados de fallo.
Lucario ♂ -Levieth-
—Eclosión|Evo 1—
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
Uso de Armadura Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
As a blacksmith uses heat to temper steel, so should a trial by fire strengthen one’s mettle.
—…
Allí, descansaba su cuerpo sobre un trono adecuado para alguien como ella, observando con severidad el ambiente. Corona de acero sobre su cabeza, armadura que resaltaba lo mejor de su persona, no solamente imponía una tendencia, también un respeto. Azul era su vestuario, con dos espadas en mano.
Una suya. Otra de él.
A medida que las puertas se abrían, una sonrisa asomaba por su rostro.
Grandioso.
. . .
Horas atrás, los elegidos para librar la batalla fueron llamados con el fin de saberse preparados para los que se avecinaba. Una tormenta de fuego, un grandioso momento para ponerse a prueba. Carter pecaba de muchas cosas, menos de imprudente... O al menos, no cuando se trataba de combates de este estilo. Muy rara vez podía demostrar lo que ella era capaz de hacer en esta clase de actividades, la coordinación formaba parte esencial de sus entrenamientos con los Pokémon.
Por primera vez, competiría de manera oficial como miembro de la Élite 4.
No te puedo negar, mi estimado lector, que los nervios de esta joven eran demasiado evidentes, a pesar de que la emoción la invadía de igual manera. Saber que él había aceptado su propuesta le supo a gloria, y aunque parecía o creía estar preparada para esto, se dio cuenta de que realmente no era tan así. No estaba preocupada por el rendimiento de sus amigos, ellos lo daban todo, lo más preocupante para su persona era, en efecto, su propia estabilidad mental.
—Escuchen, mis queridos caballeros… Este es el primero de muchos combates —Era un hecho empírico y evidente. La solemnidad con la que había dicho semejante frase género en sus guerreros el sentimiento de responsabilidad—. Conocemos a nuestro oponente, y él nos conoce… lo saben, ¿verdad?
Conocían perfectamente a la persona que estaba por atravesar esa puerta dentro de unas horas. Desde que había vuelto a la región, después de toda la odisea mental y espiritual que ella tuvo que cruzar en su ámbito personal, no pudo evitar sentir cómo es que el peso de las responsabilidades la presionaba hasta el fondo del abismo. Aun así, el llamamiento al deber era mucho más grande. Esperaba con ansias poder enarbolar la bandera de su liderazgo, ¿y quién mejor que él para comenzar?
Estaba nerviosa, ansiosa, y emocionada a partes iguales.
—No les pediré clemencia. Deben aplastarlo, dentro de lo que se nos es permitido, ¿de acuerdo?
Oh, no. No tendría piedad alguna con él.
—Sean ustedes mismos… Sean los guerreros que hoy se levantan delante del enemigo —Eran rivales, él vendría para llevarse un triunfo, y ella no lo iba a permitir—. No miren nada más que el objetivo —Sus pokémon captaron al instante lo que ella quería decirles—. No le entregaremos con facilidad la victoria. Ante todo, tenemos un orgullo que mantener, una guerra que ganar… y cuento con ustedes para librarla.
Todos asintieron al unísono, concentrándose en la batalla que estaría por librarse. Ella quería ver qué tan lejos había llegado él durante su ausencia.
. . .
Delante de su trono, elevado unos cuantos metros del nivel suelo, se hallaban las escaleras por las que ella descendería. El campo de batalla, perfectamente lustrado, podía reflejar a las criaturas que combatirían sobre él. Las doce estatuas que rodeaban el escenario circular en donde el espectáculo tendría lugar, serían testigos de lo que marcaría un antes y un después dentro de ese salón, para la vida de ambos contendientes.
El contrincante tenía que demostrar en ese día: su valor, la estrategia de su mente, el poder de sus destrezas. Demostrarse a sí mismo como un digno retador de tan importante desafío. Y ella, juez y Verdugo, sería quién dictaminaría su sentencia.
¿Saldría indemne de ese lugar? ¿o acaso tendría que volver para obtener una segunda oportunidad? Sólo la suerte comandaría sobre su turbulento destino.
—Joven retador, Taichi Yagami —Impertérrita, se pronunció delante de quién entraba con la determinación en su mirada.
Maldita sea, no podía negar que el semblante ajeno le era sumamente atrayente... No podía decirlo, no podía hacer nada, y ni siquiera podía demostrarse débil ante encantos que ahora mismo no tenían lugar. Ante todo, la seña del profesionalismo tendría caminar delante de ella. Ni siquiera se puso de pie, se mantuvo en su lugar observando. Intensa, severa y llena de juicio. Sin embargo, no podía negar la sonrisa llena de orgullo que asomó por su rostro de manera automática.
Diablos... Era su novio, después de todo.
—Bienvenido seas al Salón Acero —Saludó, haciendo un ademán con su mano para que pudiese observar todo el lugar.
Las armas que decoraban las paredes, el gran sector de combate, sus guardianes, esplendoroso brillo de un mantenimiento impecable. Ella era perfeccionista, nada quedaba librado al azar, todo tenía un significado y una razón de ser. Esperaba que él lo entendiera.
—Imagino que conoces las reglas, los procedimientos, y te has informado de las particulares condiciones para dar por valedero el encuentro —Lo conocía, sabía que no necesitaba repetir las cosas.
Sin embargo…
—¿Podrías recordármelas, por favor? —Bromeó, una sonrisa más cálida, incluso algo tonta, asomó en su semblante. No podía ser sería todo el tiempo—... Es que ya no las recuerdo...
Risas.
Un corte directo a toda esa extraña ambientación solemne.
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Mar 21 Ene 2020, 00:40
Cada Salón te recibía con algo distinto, con sensaciones que buscaban fortalecer y ensalzar la temática de cada entrenador y cada experto. Con Incógnita fue misterio, con Invel fue pasión…y con Regine…elegancia pura. Majestuosidad. Sólo con Raine podía comparar esa habitación, y es que resumía perfectamente el arquetipo guerrero y el elemento que la dueña de ese lugar representaba. El salón estaba revestido de acero brillante, como si el edificio mismo fuera un caballero más al servicio de su Reina. Las paredes se dividían entre múltiples armas ancladas y doce estatuas enormes que vigilaban como guardianes y jueces el campo de batalla circular que albergaría la primera batalla de su novia como Élite Cuatro.
Sin embargo, lo primero que vio Taichi fue la figura que se alzaba en el centro, en las alturas. Una figura magnánima y sublime que inspiraba un respeto feroz. De no ser su novio, Taichi estaría seguramente intimidado aunque controlándolo por dentro. -¿Y quién dice que no tenía ahora cierto temor reverencial? -. Hablando de controlar, tuvo que contener las ganas de sonreír como idiota enamorado por verla así. Era como cuando ibas a ver a tus seres amados al trabajo como parte de una actividad escolar. Hasta el silencio se puso de rodillas cuando Regine habló. En una serie de fantasía, su novio también hubiera apoyado una en el piso y agachado la cabeza para escucharle en plenitud.
Maldita sea, Regine. Te confirmaste como la mujer más hermosa del universo.
Fuerte, serena y sabia, se pronunció. De nuevo contempló los supremos alrededores, como si todo fuera parte del dominio, del reinado de quien tenía en frente. Asintió ante su suposición, sonriendo con cierta tranquilidad, tomándose esa licencia aunque eso afectase al semblante de los dos.
Pero esa sonrisa lo desarmó, haciéndole reír levemente junto con ella mientras se rascaba la nuca. Seguía siendo su amada después de todo. Era su primera vez como Élite Cuatro, y suponía que estaría más nerviosa que él, que ya lo estaba.
La solemnindad se había cortado de golpe, pero la sonrisa llena de amor que le dedicó desapareció por el bien de las formalidades. Se inclinó en reverencia para jugar un poco con ella, extendiendo sus brazos hacia la derecha, y una vez quedó erguido respondió como si estuviera dando una presentación memorizada.
- El Salón Acero posee tres tipos de combate, el estándar y dos que involucran el combate directo de sus entrenadores. Uno de ellos es con un máximo de cuatro Pokémon y el otro es con sólo uno. Además, el Salón Acero obliga el uso de armaduras para mínimo uno y máximo dos Pokémon. Hay tres tipos y cada una tiene efectos y contraefectos. – Luego de eso, se quedó callado y miró a un costado, sonrojado ligeramente y rascándose el cabello. – Me…lo memoricé bien…- carraspeó, y finalmente sacó la primera Pokéball. – Escojo el segundo modo, cuatro contra cuatro, y mi primer Pokémon llevará armadura. ¡Sal, Heracross!
La esfera se abrió, revelando al insecto peleador que había tenido un desempeño fantástico contra Entei. No esperaba menos contra los tipo Acero de Regine. – Escojo la Armadura Restauradora para él. – Comentó, y luego de unos minutos Heracross ya estaba equipado con el ensamblaje de colores oscuros. Era una armadura de cultura similar a Somnium, Invictus y Tiamant. Cuando lo vio y el Pokémon se sintió cómodo, éste fue a su zona del campo, notando que a pesar del peso aparente, se sentía ligera para poder maniobrar.
- Ahm…Reg-Regine…- ¡Ah! ¡Era demasiado difícil comportarse! ¡¿Cómo se iba a dirigir a ella?! ¡”Mi Reina” era excesivo! – Señorita Regine. ¿Puedo preguntar cómo será la metodología del combate directo entre entrenadores? – Aquella secuencia fue casi idéntica a cuando un compañero de clase en la Academia Pokémon ayuda a otro que está en una exposición con una pregunta excesivamente fácil de responder; pero legítimamente quería saber. El hecho de que tuviera su espada, la que había forjado en Ferrit hace ya tres años y medio, le intrigaba y le emocionaba a la vez.
Heracross ♂
Captura
Bicho/Lucha,
ARMADURA RESTAURADORA
40/40 PV
Se anulan ventajas/desventajas
*No hay +5 de Motivación por uso de Armadura
Sin embargo, lo primero que vio Taichi fue la figura que se alzaba en el centro, en las alturas. Una figura magnánima y sublime que inspiraba un respeto feroz. De no ser su novio, Taichi estaría seguramente intimidado aunque controlándolo por dentro. -¿Y quién dice que no tenía ahora cierto temor reverencial? -. Hablando de controlar, tuvo que contener las ganas de sonreír como idiota enamorado por verla así. Era como cuando ibas a ver a tus seres amados al trabajo como parte de una actividad escolar. Hasta el silencio se puso de rodillas cuando Regine habló. En una serie de fantasía, su novio también hubiera apoyado una en el piso y agachado la cabeza para escucharle en plenitud.
Maldita sea, Regine. Te confirmaste como la mujer más hermosa del universo.
Fuerte, serena y sabia, se pronunció. De nuevo contempló los supremos alrededores, como si todo fuera parte del dominio, del reinado de quien tenía en frente. Asintió ante su suposición, sonriendo con cierta tranquilidad, tomándose esa licencia aunque eso afectase al semblante de los dos.
Pero esa sonrisa lo desarmó, haciéndole reír levemente junto con ella mientras se rascaba la nuca. Seguía siendo su amada después de todo. Era su primera vez como Élite Cuatro, y suponía que estaría más nerviosa que él, que ya lo estaba.
La solemnindad se había cortado de golpe, pero la sonrisa llena de amor que le dedicó desapareció por el bien de las formalidades. Se inclinó en reverencia para jugar un poco con ella, extendiendo sus brazos hacia la derecha, y una vez quedó erguido respondió como si estuviera dando una presentación memorizada.
- El Salón Acero posee tres tipos de combate, el estándar y dos que involucran el combate directo de sus entrenadores. Uno de ellos es con un máximo de cuatro Pokémon y el otro es con sólo uno. Además, el Salón Acero obliga el uso de armaduras para mínimo uno y máximo dos Pokémon. Hay tres tipos y cada una tiene efectos y contraefectos. – Luego de eso, se quedó callado y miró a un costado, sonrojado ligeramente y rascándose el cabello. – Me…lo memoricé bien…- carraspeó, y finalmente sacó la primera Pokéball. – Escojo el segundo modo, cuatro contra cuatro, y mi primer Pokémon llevará armadura. ¡Sal, Heracross!
La esfera se abrió, revelando al insecto peleador que había tenido un desempeño fantástico contra Entei. No esperaba menos contra los tipo Acero de Regine. – Escojo la Armadura Restauradora para él. – Comentó, y luego de unos minutos Heracross ya estaba equipado con el ensamblaje de colores oscuros. Era una armadura de cultura similar a Somnium, Invictus y Tiamant. Cuando lo vio y el Pokémon se sintió cómodo, éste fue a su zona del campo, notando que a pesar del peso aparente, se sentía ligera para poder maniobrar.
- Ahm…Reg-Regine…- ¡Ah! ¡Era demasiado difícil comportarse! ¡¿Cómo se iba a dirigir a ella?! ¡”Mi Reina” era excesivo! – Señorita Regine. ¿Puedo preguntar cómo será la metodología del combate directo entre entrenadores? – Aquella secuencia fue casi idéntica a cuando un compañero de clase en la Academia Pokémon ayuda a otro que está en una exposición con una pregunta excesivamente fácil de responder; pero legítimamente quería saber. El hecho de que tuviera su espada, la que había forjado en Ferrit hace ya tres años y medio, le intrigaba y le emocionaba a la vez.
Heracross ♂
Captura
Bicho/Lucha,
ARMADURA RESTAURADORA
40/40 PV
Se anulan ventajas/desventajas
*No hay +5 de Motivación por uso de Armadura
2278
20
4175
2278
20
4175
Regine Carter
Coordinador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
2278
20
4175
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Mar 21 Ene 2020, 03:11
—¡Oh! —Sus ojos verde azulados brillaron del orgullo y la emoción—. Veo que recuerdas las reglas de manera perfecta, no podía esperar menos de alguien como tú.
Y así como ella vaticinó respecto a la responsabilidad del joven castaño, así se cumplió. Este muchacho era mucho más atento de lo que ella hubiese imaginado, recordar todas y cada una de las reglas que impuso para su propio salón a pesar de ser poco convencionales, era algo que tenía que destacar. Una vez entrada en confianza con su oponente, los nervios se iban disipando con el pasar de los minutos. Podía sentirse un poco más en su elemento, o al menos, eso era lo que su espada le aseguraba. Empuñarla daba la seguridad suficiente, pero de momento, la dejó a un lado.
—Con Carter basta y sobra, no necesito honoríficos en todo caso —respondió.
Allí no existía Regine. Allí era Carter.
Su mirada seguía siendo igual de inocente y tranquila, dejó a un lado de manera aparente el enojo y la seriedad, sin embargo... Distaba de estar relajada. Este solamente era el comienzo de sus muchas dificultades. Cuando hizo la pregunta, sus ojos se entrecerraron casi de inmediato. Esta era la cuestión que más esperaba recibir, la más divertida de todas.
Este chico iba a odiarla durante el combate, estaba segura de ello.
—Verás... Tienes que entender que el combate uno contra uno entre tú y yo no será convencional.
Se puso de pie, tomando el arma que él le había dejado encargada desde hace mucho tiempo, cuando decidió alejarse para hallar un autocontrol en su propia enfermedad mental. Carter se la llevó en su viaje como un férreo recuerdo de lo que simbolizaba dicho elemento para su compañero de vida. Desenvainó la misma con maestría, y desde lo alto, en su trono de acero, comenzó a maniobrarla a su manera con la habilidad de una artista marcial experimentada en su uso, porque sí, había practicado con esa espada estando fuera de la región. La ligereza de su peso, y la fuerza de su hoja eran un contraste excepcional. Sinceramente, tenía que admirarlo.
Lanzó el arma con la suficiente fuerza como para que se clave justo enfrente de su dueño, rozando la punta de su zapatilla izquierda, casi perforando sus pies. Una sonrisa mucho más hambrienta de lucha emergió en su rostro.
—Recuerda que, conmigo, nada es lo suficientemente normal —sentenció—. En primera instancia, será un intercambio de golpes, a ver cuánto es que resistimos los dos —Retomó exquisito porte de noble, como si lo anterior nunca hubiese ocurrido—. A medida que la batalla entre nosotros avance, otra clase de desafíos se van a interponer. Tendrás que medir tu fuerza y agilidad, y juzgar con tu propia medida el avance físico y mental que has adquirido durante todos y cada uno de los retos. Esto no es un gimnasio, aquí no vienes a aprender... Aquí vienes a aplicar todas las cosas que has aprendido con el paso de tus retos en la región.
Tomó su propia arma con la diestra, mientras que con la otra sostenía la esfera que guardaba a su primer combatiente. Comenzó a bajar lentamente por los escalones, seriedad en su rostro y magnificencia en su porte.
Toda una reina.
Lanzó la Pokéball hacia arriba, y luego de chasquear los dedos como era costumbre en ella, la más adorable de su equipo aterrizó con elegancia sobre el campo de juego. Mawu estaba lista para la batalla, pero antes de siquiera prepararse, tomo un pequeño escudo de color gris metalizado dispuesto a un costadito del campo, el cual sostuvo con una de sus manitas pequeñas. Era resistente como para poder cumplir con su función, y liviano como para moverse. Sabía perfectamente que ella entrenó con ese escudo para luchar en esta circunstancia.
No habían perdido el tiempo mientras estaban fuera.
—Ella utilizará una armadura defensiva. Así que estrenaremos armaduras en el primer combate.
Una vez terminó de descender por las escaleras, se posicionó delante de ambos. Taichi y Heracross eran aventureros que deseaban pasar por encima de ella, un muro de acero que no se dejaría derrumbar con tanta facilidad. Guerrera fría, y a la vez llena de ansia por pisar fuerte y mostrarse magnánima, deseaba encontrar el brillo del fuego ajeno. Necesitaba verlo... Era la única manera en la que él podría traspasar el muro.
—Espero qué te diviertas y lo goces, porque yo lo voy a disfrutar como no tienes idea —Se posición o al costado libre del campo circular por fuera de la arena, justo en paralelo con su querida compañera.
Era un duelo entre dos, y aún así, tenía que estar atenta a los movimientos de su amiga para poder darle las instrucciones necesarias.
—¡Dame de tus mejores golpes, y demuéstrame que tanto ha crecido! —demandó en un apasionado grito, una oda a la lucha, un cántico al combate.
Un llamamiento a la batalla.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
40/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
Y así como ella vaticinó respecto a la responsabilidad del joven castaño, así se cumplió. Este muchacho era mucho más atento de lo que ella hubiese imaginado, recordar todas y cada una de las reglas que impuso para su propio salón a pesar de ser poco convencionales, era algo que tenía que destacar. Una vez entrada en confianza con su oponente, los nervios se iban disipando con el pasar de los minutos. Podía sentirse un poco más en su elemento, o al menos, eso era lo que su espada le aseguraba. Empuñarla daba la seguridad suficiente, pero de momento, la dejó a un lado.
—Con Carter basta y sobra, no necesito honoríficos en todo caso —respondió.
Allí no existía Regine. Allí era Carter.
Su mirada seguía siendo igual de inocente y tranquila, dejó a un lado de manera aparente el enojo y la seriedad, sin embargo... Distaba de estar relajada. Este solamente era el comienzo de sus muchas dificultades. Cuando hizo la pregunta, sus ojos se entrecerraron casi de inmediato. Esta era la cuestión que más esperaba recibir, la más divertida de todas.
Este chico iba a odiarla durante el combate, estaba segura de ello.
—Verás... Tienes que entender que el combate uno contra uno entre tú y yo no será convencional.
Se puso de pie, tomando el arma que él le había dejado encargada desde hace mucho tiempo, cuando decidió alejarse para hallar un autocontrol en su propia enfermedad mental. Carter se la llevó en su viaje como un férreo recuerdo de lo que simbolizaba dicho elemento para su compañero de vida. Desenvainó la misma con maestría, y desde lo alto, en su trono de acero, comenzó a maniobrarla a su manera con la habilidad de una artista marcial experimentada en su uso, porque sí, había practicado con esa espada estando fuera de la región. La ligereza de su peso, y la fuerza de su hoja eran un contraste excepcional. Sinceramente, tenía que admirarlo.
Lanzó el arma con la suficiente fuerza como para que se clave justo enfrente de su dueño, rozando la punta de su zapatilla izquierda, casi perforando sus pies. Una sonrisa mucho más hambrienta de lucha emergió en su rostro.
—Recuerda que, conmigo, nada es lo suficientemente normal —sentenció—. En primera instancia, será un intercambio de golpes, a ver cuánto es que resistimos los dos —Retomó exquisito porte de noble, como si lo anterior nunca hubiese ocurrido—. A medida que la batalla entre nosotros avance, otra clase de desafíos se van a interponer. Tendrás que medir tu fuerza y agilidad, y juzgar con tu propia medida el avance físico y mental que has adquirido durante todos y cada uno de los retos. Esto no es un gimnasio, aquí no vienes a aprender... Aquí vienes a aplicar todas las cosas que has aprendido con el paso de tus retos en la región.
Tomó su propia arma con la diestra, mientras que con la otra sostenía la esfera que guardaba a su primer combatiente. Comenzó a bajar lentamente por los escalones, seriedad en su rostro y magnificencia en su porte.
Toda una reina.
Lanzó la Pokéball hacia arriba, y luego de chasquear los dedos como era costumbre en ella, la más adorable de su equipo aterrizó con elegancia sobre el campo de juego. Mawu estaba lista para la batalla, pero antes de siquiera prepararse, tomo un pequeño escudo de color gris metalizado dispuesto a un costadito del campo, el cual sostuvo con una de sus manitas pequeñas. Era resistente como para poder cumplir con su función, y liviano como para moverse. Sabía perfectamente que ella entrenó con ese escudo para luchar en esta circunstancia.
No habían perdido el tiempo mientras estaban fuera.
—Ella utilizará una armadura defensiva. Así que estrenaremos armaduras en el primer combate.
Una vez terminó de descender por las escaleras, se posicionó delante de ambos. Taichi y Heracross eran aventureros que deseaban pasar por encima de ella, un muro de acero que no se dejaría derrumbar con tanta facilidad. Guerrera fría, y a la vez llena de ansia por pisar fuerte y mostrarse magnánima, deseaba encontrar el brillo del fuego ajeno. Necesitaba verlo... Era la única manera en la que él podría traspasar el muro.
—Espero qué te diviertas y lo goces, porque yo lo voy a disfrutar como no tienes idea —Se posición o al costado libre del campo circular por fuera de la arena, justo en paralelo con su querida compañera.
Era un duelo entre dos, y aún así, tenía que estar atenta a los movimientos de su amiga para poder darle las instrucciones necesarias.
—¡Dame de tus mejores golpes, y demuéstrame que tanto ha crecido! —demandó en un apasionado grito, una oda a la lucha, un cántico al combate.
Un llamamiento a la batalla.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
40/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Mar 21 Ene 2020, 19:09
- OST:
- *Ngh…*
No supo cómo, pero aguantó de milagro el no sentirse como un cachorro recompensado porque se supo sentar a partir del halago de su novia al recordar las reglas del Salón. Se las había estudiado a fuego una vez la decisión de enfrentarla fue tomada, e incluso omitió varios detalles en el recital de hace segundos, ya que no es que quisiera algo excesivamente detallado. Sabía las bases, y las especificaciones quedaban más para el uso práctico. Lo sabía por experiencia. Al final sólo le miró con tranquilidad, con una sonrisa respetuosa como si estuviera hablando un vasallo con su Señora.
Y así como podía ser relajante como agua tibia, cambió a la bravura del mar que choca agresivo contra los roqueríos de la costa. Sería sólo su apellido, y estaba bien. Las demás opciones que se le habían ocurrido para dirigirse a ella sin duda no eran…dignas de las circunstancias serias en que se encontraban. – De acuerdo, Carter. – Sonaba frío…pero necesario. Ella estaba trabajando allí. Ella iba a ser su siguiente paso, el segundo paso que de momento no pudo dar con el Rey del Fuego, o con el Ciclón Rukawa como le llamaban en la televisión. No podía ser menos. Ella no lo iba a ser. Ella iba a tratar de aplastarle con todo su gran poder, lo sabía. Los entrenamientos entre ellos no eran precisamente batallas charladas y distendidas. Empuñó sus manos por unos segundos, y reafirmó su convicción. Debía ir con todas sus fuerzas, como si fuera el peor de sus enemigos.
¿Y quién podía ser mejor enemigo que alguien que ha vivido contigo por dos años?
Igual que ella, sus ojos se entrecerraron, pero no por las mismas razones. Ella seguramente tenía expectación positiva. Cosas que él no sabía que iban a ocurrir y que eran controladas porque era el Salón Acero. Era su territorio, y Taichi era un invasor que buscaba abrirse paso a la gloria tan cercana y a la vez tan esquiva. La reacción fue automática, pensando en lo que tuviera planificado a modo de pregunta retórica. Asumía que tendrían que pelear entre ellos, lo cual no era algo nuevo, pero…quería saber hasta qué punto.
Sonrió lobuno, con cierta astucia. Maldita sea, la conocía. Por supuesto que la batalla no iba a ser convencional. Todo lo que implicaba a esa pareja nunca había sido convencional. Desde su primer encuentro, su primer beso, sus alegrías, sus penurias y sus batallas, NADA había sido normal. Escondió su sonrisa paulatinamente a medida que Regine maniobraba con la espada que él mismo había forjado, moviéndose con la gracia de alguien que es uno con su elemento. Sin miedo alguno, se mantuvo con la fortaleza de un caballero revestido en metal a pesar que la misma hoja que fabricó estuvo a nada de causarle heridas en uno de sus pies. Si buscaba intimidarle con eso, no lo había logrado. Taichi era más que consciente del inmenso poder que Regine tenía como entrenadora, coordinadora y persona.
Ahora ella fue la bestia, la Leona que observó a su presa con hambre de lucha y satisfacción. Siendo los dos depredadores impecables e implacables, era la hembra la que tenía el control de la situación por el momento. Una pelea estándar que luego iría evolucionando para poner a prueba los cuatro años de viaje en Ysiel, y los once en total que Taichi había dedicado a la grandiosa profesión del Entrenamiento Pokémon. – Entendido. Estoy consciente del desafío. – respondió serio, siguiendo con la mirada aquella figura sacra y santa que descendía de las alturas como una enviada de Arceus a la tierra. No podía decírselo, pero su mirada hacia ella era de admiración y respeto, tanto como Élite Cuatro como la mujer que había enganchado su corazón.
Lanzó la Pokéball, y reveló a Mawu, su Mawile. Sin perder tiempo ajustó un escudo a uno de sus brazos. Heracross le miró con su concentración habitual, moviendo un poco sus dedos para descargar tensiones. Conocía a la Mawile, habían compartido un par de veces, pero no podía descuidarse. Tal y como él había conseguido méritos para ser parte del grupo que desafía la Élite Cuatro, ella también debía tener razones de sobra para ser incluida como parte del grupo que buscaba frenar a los retadores. Entrecerró sus ojos y se inclinó ligeramente, con el cuerno apuntando hacia ella cual misil que va a ser disparado.
En cuanto a Taichi, cogió la espada con su zurda luego de que su novia se ubicase a un costado en la zona donde lucharían ellos. Confiaba ciegamente en la independencia de Heracross para tomar las mejores decisiones, pero estaría pendiente. Blandió un momento el arma, y pudo percibir que estaba mejor que nunca. ¿Era la falta de costumbre? ¿O Regine había trabajado la hoja por su bien? De igual modo sonrió, recordando las prácticas armadas que habían tenido en el pasado. Tal y como ella, él también la iba a pasar MUY bien.
- Lo mismo digo, Carter. – respondió ampliando la mueca, inclinándose respetuosamente hacia ella como siempre hacía antes de una batalla importante. Y qué batalla era esa. Empuñó con más fuerza el mango de su katana, y una vez que Regine le llamó a las armas contestaría con energía seria y apasionada a la vez, como si literalmente estuviera frente a alguien de la realeza. Tomó la posición de combate que ella misma le había enseñado, y el fuego ardió en forma de grito.
- ¡¡Taichi Yagami, de Pueblo Lavacalda, te desafía, Élite de Acero!!
Apenas terminó de hablar, humano y Pokémon cargaron hacia sus oponentes. El primero buscaría un sablazo diagonal descendente aprovechando el peso de su cuerpo y la fuerza de sus brazos, y Heracross se lanzaría de frente también, pero buscaría confundir a la pequeña en base a su velocidad con movimientos rápidos en el aire. Resultaba complicado buscar un punto ciego producto de las características de su oponente, pero intentaría igualmente una Onda Certera a corta distancia.
No se guardaría nada.
Mawile ♀ 40/40 |
Heracross ♂ 40/40 EXP |
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 0/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 40/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 40/40 PV
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Mar 21 Ene 2020, 19:09
2278
20
4175
2278
20
4175
Regine Carter
Coordinador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
2278
20
4175
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Lun 24 Feb 2020, 15:46
Irónico, icónico y trascendental.
El sentimiento de gloria y peso, de desafío y convicciones que alimentaba su egocentrismo justificado, inundaba todo aquel frío salón con la calidez del fuego emocional que solo una batalla podía proveer. Superada, la dama del acero levantó la mirada con suma severidad, observaba los movimientos ajenos, evaluando los mismos, tomando notas y sacando conclusiones para dar un veredicto final. Era genial sentir que la adrenalina del cuerpo aumentaba al clamor de un combate que superaba con creces lo esperado apenas empezar.
—Perfecto…
Los movimientos ajenos, tanto el de su contrincante como el del Pokémon, parecían ser calculados. La joven accionó con rapidez al blandir su arma de tal forma que pudiese bloquear el ataque con fuerza, sin desestimar al ajeno. Lo miró a los ojos con fiereza y convicción, orgullo invadía sus facciones al ver que estaba tratando de superarse a sí mismo al darse esta oportunidad de enfrentarse al alto mando con todo lo que eso simbolizaba.
—Excelente movimiento, Yagami —Un elogio sincero, observando de reojo cómo es que la pequeña Mawile se ponía de pie por el ataque de un Heracross que supo dar donde dolía—. Estoy viendo que tu compañero y tú están haciendo un excelente trabajo.
Sí, estaba orgullosa… pero era demasiad orgullosa como para admitirlo. Separó su cuerpo del ajeno de un empujón, mientras que la criatura de acero faérica se preparaba para moverse como era debido. Sonrisa de por medio y una real fuerza, mostraba sobre sí misma la fuerza de un entrenamiento óptimo para su desarrollo como Pokémon. Sí, no se iba a quedar quieta más tiempo.
—Te contaré algo…
Un chasqueo de dedos, y el movimiento de su compañera dio comienzo. Tomó envión para alejarse de su objetivo, al igual que su maestra, la cual empuñaba con mayor fuerza el arma que llevaba en su mano.
—Cuando me convertí en miembro de la Élite, pensé seriamente en aceptar no solo por las capacidades que la Liga Pokémon vio en mí, sino por algo más —Adelantó dos pasos—… algo importante.
Ella arremetió del mismo modo, y al tiempo en el que su pequeña compañera atacaba con “Cabezahierro” al Bicho Luchador, la joven tomó su espada con ambas manos y atacó directamente, hacia el frente y sin mediar palabras. Sabía que plantear un desafío físico era realmente arriesgado, y más cuando el contrario no poseía protección más allá de sus ropas.
—Me conoces, sabes bien en lo que te estoy hablando… ¿no es así?
Con las estatuas como testigos leales del combate, la joven se acercó lo suficiente como para llevar el filo de su arma al cuello ajeno. ¿Podría esquivarlo? ¿sería capaz de mostrar qué tanto había entrenado sus reflejos?
¿Sabría responder la pregunta que le planteaba?
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
25/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
El sentimiento de gloria y peso, de desafío y convicciones que alimentaba su egocentrismo justificado, inundaba todo aquel frío salón con la calidez del fuego emocional que solo una batalla podía proveer. Superada, la dama del acero levantó la mirada con suma severidad, observaba los movimientos ajenos, evaluando los mismos, tomando notas y sacando conclusiones para dar un veredicto final. Era genial sentir que la adrenalina del cuerpo aumentaba al clamor de un combate que superaba con creces lo esperado apenas empezar.
—Perfecto…
Los movimientos ajenos, tanto el de su contrincante como el del Pokémon, parecían ser calculados. La joven accionó con rapidez al blandir su arma de tal forma que pudiese bloquear el ataque con fuerza, sin desestimar al ajeno. Lo miró a los ojos con fiereza y convicción, orgullo invadía sus facciones al ver que estaba tratando de superarse a sí mismo al darse esta oportunidad de enfrentarse al alto mando con todo lo que eso simbolizaba.
—Excelente movimiento, Yagami —Un elogio sincero, observando de reojo cómo es que la pequeña Mawile se ponía de pie por el ataque de un Heracross que supo dar donde dolía—. Estoy viendo que tu compañero y tú están haciendo un excelente trabajo.
Sí, estaba orgullosa… pero era demasiad orgullosa como para admitirlo. Separó su cuerpo del ajeno de un empujón, mientras que la criatura de acero faérica se preparaba para moverse como era debido. Sonrisa de por medio y una real fuerza, mostraba sobre sí misma la fuerza de un entrenamiento óptimo para su desarrollo como Pokémon. Sí, no se iba a quedar quieta más tiempo.
—Te contaré algo…
Un chasqueo de dedos, y el movimiento de su compañera dio comienzo. Tomó envión para alejarse de su objetivo, al igual que su maestra, la cual empuñaba con mayor fuerza el arma que llevaba en su mano.
—Cuando me convertí en miembro de la Élite, pensé seriamente en aceptar no solo por las capacidades que la Liga Pokémon vio en mí, sino por algo más —Adelantó dos pasos—… algo importante.
Ella arremetió del mismo modo, y al tiempo en el que su pequeña compañera atacaba con “Cabezahierro” al Bicho Luchador, la joven tomó su espada con ambas manos y atacó directamente, hacia el frente y sin mediar palabras. Sabía que plantear un desafío físico era realmente arriesgado, y más cuando el contrario no poseía protección más allá de sus ropas.
—Me conoces, sabes bien en lo que te estoy hablando… ¿no es así?
Con las estatuas como testigos leales del combate, la joven se acercó lo suficiente como para llevar el filo de su arma al cuello ajeno. ¿Podría esquivarlo? ¿sería capaz de mostrar qué tanto había entrenado sus reflejos?
¿Sabría responder la pregunta que le planteaba?
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
25/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Lun 24 Feb 2020, 15:46
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Vie 28 Feb 2020, 20:17
- OST: Leer desde el inicio de la batalla:
El aire del salón fue cortado en partes iguales por la potencia de uno y la velocidad del otro. Uno fue bloqueado en perpendicular, como el castaño asumía debido a la veteranía en las armas de su oponente directo; y el otro no tuvo oposición suficiente por parte de la Mawile. Tras un estruendo producto del impacto, el insecto se distanció tan rápido como conectó para evitar represalias inmediatas. No ocurrió lo mismo con fuego y acero, sin embargo, cuyos ojos conectaban con el ímpetu de dos fieras y el deseo de dos guerreros de batirse a muerte.
No hubo elogio audible para Heracross, mas sí una agradable sensación al ver que él había dado el primer golpe, el cual siempre brindaba un estímulo y un impulso adicional para atacante y compañero. El desenlace obviamente era impredecible a esas alturas, y seguramente lo sería hasta el final. Taichi se había encargado de entrenar y suplir su novicia con preparación física y espíritu desde incluso antes que se consumase la visita a la Liga, por lo que esperaba ser digno de una batalla notable con un resultado positivo.
Digno…
Sonrió ante el halago que Carter le dio, escondiendo la molestia por esa palabra que se atrevía a pasear con su mente con un gesto de confianza. – Recién empezamos…- siseó y se distanció de su novia, retomando la posición estándar de combate con su katana frente a él, sostenida con ambas manos, las cuales temblaban un poco tanto por el deseo de seguir combatiendo como por la instancia en la que se encontraba. Nunca había luchado tan en serio con ella, y ya con la primera colisión de aceros supo que no estaba jugando. Ésperaba que también lo percibiera.
Heracross se colocó en posición ante el inminente movimiento de la Mawile, y Taichi adoptó una alerta similar, aun cuando la rubia le dirigió la palabra. Mawu se propulsó con increíble velocidad, y el insecto de Johto sólo pudo anteponer sus brazos y su cuerno para bloquear la arremetida mientras su cuerpo derrapaba unos metros producto de la inercia, levantando un poco de polvo a su alrededor. Regine también cruzó el campo, dejando la pregunta en el aire mientras se dirigía sin reparos hacia el cuello de su novio fuera del Salón, oponente dentro de éste.
Juntó los dientes y bloqueó con un movimiento ascendente de la katana cual bateo a la par que daba un par de pasos hacia un costado para evitar contacto con su cuello. El choque de metales resonó en toda la estancia, en un batir de fuerzas que tenía ambos filos temblorosos luchando por la supremacía en aquel movimiento. Ahí, con el cuerpo tenso por la inercia, pensó en su pregunta. – Creo que…sé a lo que te refieres. – Respondió, aplicando más fuerza con sus brazos para tratar de ganar el duelo moviendo el ángulo de choque hacia arriba y así desviar completamente el arma, mas sin hacer que se suelte de su agarre. – Espero…satisfacer vuestras expectativas, Carter… - Con un grito de batalla pateó el abdomen de su rival, e inmediatamente atacó. Aprovecharía sus extremidades largas para blandir un corte potente hacia uno de sus antebrazos, cercano al pecho. Obvio era que tenía mucha armadura allí, y se dio licencias para anticipar que Regine posiblemente leería su movimiento como una distracción.
- ¡Heracross! ¡Restáurate! – ordenó, siguiendo las reglas de la armadura que vestía su Pokémon. Mientras éste se envolvía de un aura verdosa descendió su centro de gravedad para intentar levantar a Mawu con la potencia de su cuerno, dejándola con menos defensa en los aires. Tras eso iría directamente por un Megacuerno, esperando que el costo de la curación no fuese demasiado grande. En cuanto a Taichi, usaría un nuevo corte diagonal descendente buscando que el enfrentamiento llevase al filo de la espada ajena al suelo, con el riesgo consiguiente de que pudiera aprovechar su menor altura. Sin embargo, contra ella valía cualquier riesgo posible.
*USO DE ARMADURA RESTAURADORA: + 10 de vida / -5 de daño en los próximos dos turnos*
Mawile 25/40 |
Heracross ♂ 30/40 EXP |
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 1/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 30/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 25/40 PV
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Vie 28 Feb 2020, 20:17
2278
20
4175
2278
20
4175
Regine Carter
Coordinador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
2278
20
4175
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Miér 29 Abr 2020, 20:30
- OST:
No hace falta que lo leas con él, pero con esto escribí :v.
Dignidad…
Es una palabra que se quedaba demasiado corta para alguien como él. Hijo del rigor y la fuerza, ella fue testigo en primera persona de su paso por el fuego de la prueba, de su poder contra las llamas negras que buscaban consumirlo desde lo más profundo de su ser, corromperlo hasta los huesos. Y allí, donde nadie parecía dar nada por un alma rota, él logró dar lo mejor de sí para avanzar. Llegó a este lugar por sí solo, cuesta arriba contra monstruos y demonios que se alzaron en su contra.
¿Cómo no estar orgullosa de un chico así?
Caído muchas veces, ahora se le veía decidido a todo para ganar, para expandir el horizonte que se hallaba ante sus ojos, el que asomaba con cada vez más y más claridad, una cima capaz de atravesar la bruma del odio y la ignorancia del mundo en el que vivían, donde todo parecía ser hermoso… pero con oscuros secretos que emergían de lo más profundo, en las entrañas de la misma tierra. Taichi Yagami chocaba el filo del metal que él mismo forjó con sus manos, enfrentando el poderío de una mujer que se convertía en un muro a atravesar. Reina en su propio castillo, la mujer alzaba la barbilla con severidad y gracia, como la mujer poderosa que era, ya sea dentro de estos muros, como fuera de ellos.
—Excelente trabajo, Mawu —La pequeña asintió de inmediato, sonriendo de lado por la facilidad que tenía su maestra para motivarla en circunstancias como aquella—. Sigue así, que vas perfectamente.
Regine Carter sabía a ciencia cierta lo que este trabajo le enseñó. Desde el comienzo, tenía que hacer uso de una fuerza inhumana para poder mostrarse responsable en momentos de crisis, allí donde las personas comúnes y corrientes clamaban por una salvación que solo ella podría brindarles.
—¿Qué decir, Taichi? —Todavía le dolía el golpe que recibió en su estómago… no podría comer nada por un par de días, ya lo veía—. Eres implacable a la hora de atacar, no te dejas amedrentar por la figura que tienes delante, ni la tomas en cuenta como algo que no sea un rival.
Se alejó un par de pasos, llevando su mano libre a la zona cortada por el filo fortificado del arma oriental, y sonrió con sinceridad al observarle.
—Yo… no puedo sentirme más orgullosa, porque eso es imposible.
Ella fue testigo de todo su sufrimiento, ella sabía que él tenía todo el derecho del mundo a estar en este lugar, a sabiendas de las muchas pérdidas, encuentros, dolores y sufrimientos pasados. No quería decir con esto que le haría el reto fácil, esto apenas comenzaba, pero estaba segura de una cosa en concreto: este chico tenía agallas. Retomó su porte con algo de dificultad, el golpe en su estómago había resultado muy duro de digerir, pero eso le permitió a ella aclarar su mente para pensar su siguiente movimiento.
Detenerse.
—Yo no tengo la agudeza para evaluar la mente y el pensamiento, como lo haría Incógnita —Surcó una sonrisa algo apenada por su poca intervención—. Yo evalúo a mi oponente de otras maneras, tratando de alcanzar un punto de criticismo que me parece interesante a la hora de obtener información de las personas que ascenderán a Campeón de la Liga —sostuvo, llevando el filo de su espada al hombro—. Aquí dentro quiero evaluar fuerza y poder… no soy quién para enseñar nada, ese no es mi objetivo… y creo… que el entrenador que está delante es el que debe enseñarme todo lo que sabe.
Veloz, blandió el arma para dirigirla directamente a su cuello, al mismo tiempo en el que Mawile se mueve de su lugar, soportando el castigo del anterior ataque para volver a golpear, esta vez, con un movimiento físico. Potencia Bruta fue el movimiento elegido por la criatura, teniendo en cuenta a la maestra que pretendía ver más allá de todas las cosas, en esos lugares donde ni siquiera él había llegado a ver.
El metal que rodeaba la sala, el frío del recinto por la ausencia de la luz del sol, y los custodios que se erigían a los costados del campo de batalla, son los únicos testigos… además de aquellos que observaban los movimientos por la cámara. Ahora la dama apuntaba al cuello ajeno con toda la decisión de cortar su cabeza, porque no tendría miramiento alguno para darle a entender al maldito mocoso que, de alguna manera, en estos combates se jugaba más que la vida.
¿Entendería acaso lo que ella querría mostrar con el primero de los encuentros dispuestos?
¿Qué haría ahora, que tenía una espada dirigiéndose a su cuello?
¿Sería capaz de usar la fuerza para neutralizarla, para herirla de verdad?
Esta es una evaluación, Yagami… Más te vale haber comprendido lo que realmente ella te quiso decir.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
25/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
Debido al uso de la armadura por parte del contrincante, en este turno el pokémon recibe 5 puntos menos de daño.
Es una palabra que se quedaba demasiado corta para alguien como él. Hijo del rigor y la fuerza, ella fue testigo en primera persona de su paso por el fuego de la prueba, de su poder contra las llamas negras que buscaban consumirlo desde lo más profundo de su ser, corromperlo hasta los huesos. Y allí, donde nadie parecía dar nada por un alma rota, él logró dar lo mejor de sí para avanzar. Llegó a este lugar por sí solo, cuesta arriba contra monstruos y demonios que se alzaron en su contra.
¿Cómo no estar orgullosa de un chico así?
Caído muchas veces, ahora se le veía decidido a todo para ganar, para expandir el horizonte que se hallaba ante sus ojos, el que asomaba con cada vez más y más claridad, una cima capaz de atravesar la bruma del odio y la ignorancia del mundo en el que vivían, donde todo parecía ser hermoso… pero con oscuros secretos que emergían de lo más profundo, en las entrañas de la misma tierra. Taichi Yagami chocaba el filo del metal que él mismo forjó con sus manos, enfrentando el poderío de una mujer que se convertía en un muro a atravesar. Reina en su propio castillo, la mujer alzaba la barbilla con severidad y gracia, como la mujer poderosa que era, ya sea dentro de estos muros, como fuera de ellos.
—Excelente trabajo, Mawu —La pequeña asintió de inmediato, sonriendo de lado por la facilidad que tenía su maestra para motivarla en circunstancias como aquella—. Sigue así, que vas perfectamente.
Regine Carter sabía a ciencia cierta lo que este trabajo le enseñó. Desde el comienzo, tenía que hacer uso de una fuerza inhumana para poder mostrarse responsable en momentos de crisis, allí donde las personas comúnes y corrientes clamaban por una salvación que solo ella podría brindarles.
—¿Qué decir, Taichi? —Todavía le dolía el golpe que recibió en su estómago… no podría comer nada por un par de días, ya lo veía—. Eres implacable a la hora de atacar, no te dejas amedrentar por la figura que tienes delante, ni la tomas en cuenta como algo que no sea un rival.
Se alejó un par de pasos, llevando su mano libre a la zona cortada por el filo fortificado del arma oriental, y sonrió con sinceridad al observarle.
—Yo… no puedo sentirme más orgullosa, porque eso es imposible.
Ella fue testigo de todo su sufrimiento, ella sabía que él tenía todo el derecho del mundo a estar en este lugar, a sabiendas de las muchas pérdidas, encuentros, dolores y sufrimientos pasados. No quería decir con esto que le haría el reto fácil, esto apenas comenzaba, pero estaba segura de una cosa en concreto: este chico tenía agallas. Retomó su porte con algo de dificultad, el golpe en su estómago había resultado muy duro de digerir, pero eso le permitió a ella aclarar su mente para pensar su siguiente movimiento.
Detenerse.
—Yo no tengo la agudeza para evaluar la mente y el pensamiento, como lo haría Incógnita —Surcó una sonrisa algo apenada por su poca intervención—. Yo evalúo a mi oponente de otras maneras, tratando de alcanzar un punto de criticismo que me parece interesante a la hora de obtener información de las personas que ascenderán a Campeón de la Liga —sostuvo, llevando el filo de su espada al hombro—. Aquí dentro quiero evaluar fuerza y poder… no soy quién para enseñar nada, ese no es mi objetivo… y creo… que el entrenador que está delante es el que debe enseñarme todo lo que sabe.
Veloz, blandió el arma para dirigirla directamente a su cuello, al mismo tiempo en el que Mawile se mueve de su lugar, soportando el castigo del anterior ataque para volver a golpear, esta vez, con un movimiento físico. Potencia Bruta fue el movimiento elegido por la criatura, teniendo en cuenta a la maestra que pretendía ver más allá de todas las cosas, en esos lugares donde ni siquiera él había llegado a ver.
El metal que rodeaba la sala, el frío del recinto por la ausencia de la luz del sol, y los custodios que se erigían a los costados del campo de batalla, son los únicos testigos… además de aquellos que observaban los movimientos por la cámara. Ahora la dama apuntaba al cuello ajeno con toda la decisión de cortar su cabeza, porque no tendría miramiento alguno para darle a entender al maldito mocoso que, de alguna manera, en estos combates se jugaba más que la vida.
¿Entendería acaso lo que ella querría mostrar con el primero de los encuentros dispuestos?
¿Qué haría ahora, que tenía una espada dirigiéndose a su cuello?
¿Sería capaz de usar la fuerza para neutralizarla, para herirla de verdad?
Esta es una evaluación, Yagami… Más te vale haber comprendido lo que realmente ella te quiso decir.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
25/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
Debido al uso de la armadura por parte del contrincante, en este turno el pokémon recibe 5 puntos menos de daño.
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Miér 29 Abr 2020, 20:30
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Sáb 02 Mayo 2020, 03:43
En aquel instante en que Mawu aterrizó sin mayores problemas a pesar del Megacuerno de su oponente, la pareja de retadores experimentó de manera práctica el efecto adverso de la Armadura Restauradora. Heracross había recuperado fuerzas, sí, pero la reducción de daño resultaba el costo equivalente, la otra parte de la balanza que igualaba el sacrificio con el beneficio. Al menos ese había sido el único percance. De momento el insecto peleador se veía bien, por lo que podía notar el castaño en medio de la batalla armada contra la Élite Cuatro de Acero. Su estrategia había dado resultado, y ahora Regine retrocedía afectada por la patada en su estómago y por un corte cercano a su pecho hecho con su katana.
Sostenía firmemente con cadenas metafóricas su preocupación por ella, ya que ningún novio gustaba de ver a su novia sufriendo de algún modo. Era como cuando se debía tirar de la correa a un Growlithe para que no atacase a un conocido de la familia pese a que él lo considerase una amenaza. Sabía que estaría bien, y que lo ocurrido era parte del oficio, parte de lo que ella consideraba posible que sucediera de acuerdo a sus normativas y disposiciones. Tomaron distancia ambos, recobrando un poco el aliento y así reconfigurar o confirmar sus estrategias. Recién habían comenzado, así que no había expectativa de nada. No podía decir bajo ninguna circunstancia que estaba ganando. Básicamente se habían mostrado los colmillos entre gruñidos antes del verdadero enfrentamiento.
Sonrió levemente ante su halago, guardándose para sí el hecho de que costaba una enormidad no ver a su mujer, a la persona que quería como su compañera para el resto de su vida, en esa figura galante, elegante e implacable que representaba un desafío más a superar para alcanzar su meta. Amplió su mueca suavizando un poco su semblante, como dándole las gracias con la mirada. Intentaba imaginarse por un segundo el nivel de fortaleza mental que debía tener para poder llevar a cabo su función de evaluadora sin distracciones ni alteraciones generadas por la relación sentimental entre los dos. Intentaba ponerse en su lugar, y creía firmemente en que sólo alguien como ella sería capaz de llevar a cabo una labor así. Después de todo, ella representaba el Acero más duro e inquebrantable de la región completa.
Empuñó su katana con firmeza y le escuchó atento, consciente de a dónde quería llegar con su reflexión inicial. Con la cantidad de tensión justa en su cuerpo recordó las diferencias entre Incógnita, con su análisis mental capaz de enloquecer en las adversidades, Invel con su capacidad combativa guiada por el instinto más puro, y ella, quien buscaba poder más relacionado a la persona que al Pokémon, o al menos eso daba a entender. Así como los Líderes de Gimnasio, tan diferentes como ellos mismos, los Élite Cuatro también tenían diferencias. Y era lógico, ya que con mayor razón aún debían tener distintos puntos de vista y aproximaciones para juzgar y pulir a los aspirantes a Campeón de todas las formas posibles.
No hubo más palabras desde ese momento. Mawile tomó postura de combate y Heracross no esperó instrucción, ya que escuchó los pasos veloces de la entrenadora de su oponente. Gritó y golpeó el suelo con sus brazos, generando de inmediato un movimiento telúrico violento que buscaba afectar todo el campo de batalla, incluido el de los humanos. - *¡Eso fue brillante!...* - La rapidez de pensamiento de ambos permitió que Taichi pudiera retroceder unos pasos tambaleantes, lo suficiente para que el filo de la espada ajena cortase unos cuantos cabellos de su característico peinado, y al mismo tiempo intentar desestabilizar a Mawu. - ¡¡Ahora, Heracross!! –exclamó, y de inmediato el Terremoto terminó. Tai fue a por Carter buscando un corte diagonal ascendente de izquierda a derecha a la altura de las costillas, intentando aprovechar la inercia del movimiento anterior de su rival. Heracross, entre tanto, volaría rápidamente para intentar tomar a Mawile y elevarla por los aires del salón para ejecutar un Movimiento Sísmico que finalizaría con un lanzamiento directo desde el cielo hacia la tierra.
Con el movimiento de su novia, Taichi supo que lo único que se estaba guardando era el hilo rojo de destino y amor que los unía. Regine estaba atacando a matar, como si se encontrase frente a su peor enemigo. Él no iba a ser menos, por mucho que escogiese la costilla en vez del brazo. Juntó los dientes y gritó junto a su Pokémon al ejecutar ambos sus maniobras, sincronizados sus sentimientos sin Megaevolución.
*- 5 de daño en el próximo turno debido al uso de la Armadura Restauradora*
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 1/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 30/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 25/40 PV
Sostenía firmemente con cadenas metafóricas su preocupación por ella, ya que ningún novio gustaba de ver a su novia sufriendo de algún modo. Era como cuando se debía tirar de la correa a un Growlithe para que no atacase a un conocido de la familia pese a que él lo considerase una amenaza. Sabía que estaría bien, y que lo ocurrido era parte del oficio, parte de lo que ella consideraba posible que sucediera de acuerdo a sus normativas y disposiciones. Tomaron distancia ambos, recobrando un poco el aliento y así reconfigurar o confirmar sus estrategias. Recién habían comenzado, así que no había expectativa de nada. No podía decir bajo ninguna circunstancia que estaba ganando. Básicamente se habían mostrado los colmillos entre gruñidos antes del verdadero enfrentamiento.
Sonrió levemente ante su halago, guardándose para sí el hecho de que costaba una enormidad no ver a su mujer, a la persona que quería como su compañera para el resto de su vida, en esa figura galante, elegante e implacable que representaba un desafío más a superar para alcanzar su meta. Amplió su mueca suavizando un poco su semblante, como dándole las gracias con la mirada. Intentaba imaginarse por un segundo el nivel de fortaleza mental que debía tener para poder llevar a cabo su función de evaluadora sin distracciones ni alteraciones generadas por la relación sentimental entre los dos. Intentaba ponerse en su lugar, y creía firmemente en que sólo alguien como ella sería capaz de llevar a cabo una labor así. Después de todo, ella representaba el Acero más duro e inquebrantable de la región completa.
Empuñó su katana con firmeza y le escuchó atento, consciente de a dónde quería llegar con su reflexión inicial. Con la cantidad de tensión justa en su cuerpo recordó las diferencias entre Incógnita, con su análisis mental capaz de enloquecer en las adversidades, Invel con su capacidad combativa guiada por el instinto más puro, y ella, quien buscaba poder más relacionado a la persona que al Pokémon, o al menos eso daba a entender. Así como los Líderes de Gimnasio, tan diferentes como ellos mismos, los Élite Cuatro también tenían diferencias. Y era lógico, ya que con mayor razón aún debían tener distintos puntos de vista y aproximaciones para juzgar y pulir a los aspirantes a Campeón de todas las formas posibles.
No hubo más palabras desde ese momento. Mawile tomó postura de combate y Heracross no esperó instrucción, ya que escuchó los pasos veloces de la entrenadora de su oponente. Gritó y golpeó el suelo con sus brazos, generando de inmediato un movimiento telúrico violento que buscaba afectar todo el campo de batalla, incluido el de los humanos. - *¡Eso fue brillante!...* - La rapidez de pensamiento de ambos permitió que Taichi pudiera retroceder unos pasos tambaleantes, lo suficiente para que el filo de la espada ajena cortase unos cuantos cabellos de su característico peinado, y al mismo tiempo intentar desestabilizar a Mawu. - ¡¡Ahora, Heracross!! –exclamó, y de inmediato el Terremoto terminó. Tai fue a por Carter buscando un corte diagonal ascendente de izquierda a derecha a la altura de las costillas, intentando aprovechar la inercia del movimiento anterior de su rival. Heracross, entre tanto, volaría rápidamente para intentar tomar a Mawile y elevarla por los aires del salón para ejecutar un Movimiento Sísmico que finalizaría con un lanzamiento directo desde el cielo hacia la tierra.
Con el movimiento de su novia, Taichi supo que lo único que se estaba guardando era el hilo rojo de destino y amor que los unía. Regine estaba atacando a matar, como si se encontrase frente a su peor enemigo. Él no iba a ser menos, por mucho que escogiese la costilla en vez del brazo. Juntó los dientes y gritó junto a su Pokémon al ejecutar ambos sus maniobras, sincronizados sus sentimientos sin Megaevolución.
*- 5 de daño en el próximo turno debido al uso de la Armadura Restauradora*
Mawile 25/40 |
Heracross ♂ 30/40 EXP |
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 1/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 30/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 25/40 PV
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Sáb 02 Mayo 2020, 03:43
2278
20
4175
2278
20
4175
Regine Carter
Coordinador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
2278
20
4175
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Jue 23 Jul 2020, 16:40
Tanto el ataque ajeno del entrenador, como el del Pokémon, despertaron en ambas contendientes el brillo de una verdad con sabor a sangre en sus labios. Las dos, maestra y criatura, actuaron conforme a la poderosa mano de su instinto combativo, y reaccionaron a los movimientos ajenos, cada una a su manera.
—No te preocupes por el relamer de mis heridas, Yagami —Su mirada, inquisitiva, buscaba mantener el temple en situaciones de estrés, ¡maldición! ese golpe en el estómago sí que le dolió—. Por ahora puedo mantenerme en pie, soy muy difícil de derribar, como bien debes saber.
La reacción y respuesta de sus contrincantes fueron perfectas.
Mawile no pudo mitigar del todo el daño que había recibido, pero la joven Carter no podía permitirse el salir herida nuevamente. Bloqueando el golpe que iba directo a sus costillas con la hoja de su fiel compañera, la guerrera pudo alejarse un par de pasos hacia atrás en busca de una oportunidad para salvaguardar su cuerpo. Todavía tenía muchas cosas que hacer; un largo trecho de combates se avecinaba para su suerte; a pesar de que su vida todavía seguía marcada por las inclemencias de tantas cosas pasadas, el deber la llamaba a forjar en la mente ajena una verdad muy cruda, pero tan importante como la existencia misma.
Esta era otra de las características que quería poner a prueba dentro del combate.
Ella sabía de una realidad que tendría que ser plena y consciente en la mente de todo aquel que aspiraba a campeón: aquellos que un día fueron tus amores, se convertirán en tus enemigos en el instante que deseen alzar la mano contra la región. La dicha del campeón ya no radicaba en una sola persona o en su propio equipo Pokémon, sino en las muchas huestes humanas y no humanas de bien que circulaban en este suelo. Regi jamás podría permitir que los enemigos tomasen Ysiel, y no solo por su posición, si no por la responsabilidad de encontrarse delante de muchos pueblos que un día pedirán cuentas de sus acciones.
El sacrificio por las miles de vidas que allí residían debía ser absoluto; una persona con poder debería entender que las verdaderas batallas se libraban —y se librarán— estando en lo alto. Allí, ella tenía a un Taichi Yagami como enemigo acérrimo al que debía de probar. No lo quería desligar de su persona, ¡pensarlo siquiera le suponía una incoherencia demasiado grande! lo amaba demasiado como para vislumbrar la sola idea de dejarlo teniendo en cuenta los muchos dolores atravesados en pos de un caminar juntos y sin restricciones.
Solo rogaba al cielo que él no se desviara del camino que se impuso al querer llegar a estas instancias del juego.
—Muy bien, creo que podemos acelerar esto de una buena vez, para que empecemos a bailar como es debido, ¿no lo crees, Yagami? —No esperó respuesta ajena, simplemente se movió—. Mawu, es momento de que empecemos~.
Realidad en su mirada, una sonrisa enorme en su rostro, y una fuerza interna que de a poco empezaba a reforzar en medio de sus muchos desafíos internos. Mantuvo su arma en la mano sin atacar al contrincante; solo había una determinación férrea y la plena conciencia de una verdad: la primera batalla estaba a punto de terminar.
Un chasquido de dedos, y los movimientos de la criatura armada se tornaron fuerza y vigor, expandiendo sus fauces para atacar de manera directa a Heracross, haciendo uso de su mordisco para atacar al oponente. A saber si funcionaba, pero ella no se perdería en el intento.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
20/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
Debido al uso de la armadura por parte del contrincante, en este turno el pokémon recibe 5 puntos menos de daño.
—No te preocupes por el relamer de mis heridas, Yagami —Su mirada, inquisitiva, buscaba mantener el temple en situaciones de estrés, ¡maldición! ese golpe en el estómago sí que le dolió—. Por ahora puedo mantenerme en pie, soy muy difícil de derribar, como bien debes saber.
La reacción y respuesta de sus contrincantes fueron perfectas.
Mawile no pudo mitigar del todo el daño que había recibido, pero la joven Carter no podía permitirse el salir herida nuevamente. Bloqueando el golpe que iba directo a sus costillas con la hoja de su fiel compañera, la guerrera pudo alejarse un par de pasos hacia atrás en busca de una oportunidad para salvaguardar su cuerpo. Todavía tenía muchas cosas que hacer; un largo trecho de combates se avecinaba para su suerte; a pesar de que su vida todavía seguía marcada por las inclemencias de tantas cosas pasadas, el deber la llamaba a forjar en la mente ajena una verdad muy cruda, pero tan importante como la existencia misma.
Esta era otra de las características que quería poner a prueba dentro del combate.
Ella sabía de una realidad que tendría que ser plena y consciente en la mente de todo aquel que aspiraba a campeón: aquellos que un día fueron tus amores, se convertirán en tus enemigos en el instante que deseen alzar la mano contra la región. La dicha del campeón ya no radicaba en una sola persona o en su propio equipo Pokémon, sino en las muchas huestes humanas y no humanas de bien que circulaban en este suelo. Regi jamás podría permitir que los enemigos tomasen Ysiel, y no solo por su posición, si no por la responsabilidad de encontrarse delante de muchos pueblos que un día pedirán cuentas de sus acciones.
El sacrificio por las miles de vidas que allí residían debía ser absoluto; una persona con poder debería entender que las verdaderas batallas se libraban —y se librarán— estando en lo alto. Allí, ella tenía a un Taichi Yagami como enemigo acérrimo al que debía de probar. No lo quería desligar de su persona, ¡pensarlo siquiera le suponía una incoherencia demasiado grande! lo amaba demasiado como para vislumbrar la sola idea de dejarlo teniendo en cuenta los muchos dolores atravesados en pos de un caminar juntos y sin restricciones.
Solo rogaba al cielo que él no se desviara del camino que se impuso al querer llegar a estas instancias del juego.
—Muy bien, creo que podemos acelerar esto de una buena vez, para que empecemos a bailar como es debido, ¿no lo crees, Yagami? —No esperó respuesta ajena, simplemente se movió—. Mawu, es momento de que empecemos~.
Realidad en su mirada, una sonrisa enorme en su rostro, y una fuerza interna que de a poco empezaba a reforzar en medio de sus muchos desafíos internos. Mantuvo su arma en la mano sin atacar al contrincante; solo había una determinación férrea y la plena conciencia de una verdad: la primera batalla estaba a punto de terminar.
Un chasquido de dedos, y los movimientos de la criatura armada se tornaron fuerza y vigor, expandiendo sus fauces para atacar de manera directa a Heracross, haciendo uso de su mordisco para atacar al oponente. A saber si funcionaba, pero ella no se perdería en el intento.
Mawile ♀ -Mawu-
—Intercambio—
20/40
Armadura: Defensiva
Estos elementos son estrictamente defensivos. Puedes otorgarle a tu Pokémon un escudo que reduce la potencia de los ataques de tu contrincante, restando diez puntos del daño que la criatura reciba. Puedes utilizar estas piezas en el combate dos veces, pero tendrás que pagar un precio. Al activar su uso, el siguiente ataque que efectúes tendrá menos efectividad, restándole cinco puntos de manera automática. Si el dado recae en el fallo, la oportunidad se perderá, además, se restan los cinco puntos por su intento de uso.
0/2 usos.
No se aplica el +5 de bonificación de la motivación, por el uso de la armadura
Debido al uso de la armadura por parte del contrincante, en este turno el pokémon recibe 5 puntos menos de daño.
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Jue 23 Jul 2020, 16:40
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
Taichi Yagami
Entrenador Pokémon
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
¡El Valor me dará alas!
5289
40
123350
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Vie 24 Jul 2020, 01:07
El choque de metales se fundió con el estruendo de la tierra que los recibía volviendo aquello una armónica demostración de esfuerzo por parte de los retadores. Aun con la demanda de energía de la Armadura Restauradora, Heracross había conseguido hacer algo de daño; pero por otro lado Taichi había sido bloqueado nuevamente con la habilidad ya sabida y consagrada de quien alzaba su arma característica contra él en aquellas circunstancias. Así como ella retrocedió, él también lo hizo con un par de saltos hacia atrás para reagrupar sus ideas, estrategias y pensamientos respecto al combate. Buscó serenar su respiración para así mantener el agarre firme de su katana, con firmeza también en su semblante y en su actitud hacia su Pokémon, quien había imitado a su entrenador en el afán de tomar distancia luego de aquel impacto.
Sus ojos, entrecerrados por la concentración extrema, contemplaron y analizaron la situación. Mawu se incorporaba a una distancia más que prudente del bicho peleador –lo cual evitaba, en teoría, ataques sorpresa-, y Regine- -Carter- se había dado algo de tiempo para reponerse. Eso le produjo, nuevamente, preguntas que no iba a exteriorizar. ¿Le había herido de verdad? ¿Estaba bien? ¿Tenía algún impedimento?... ¡No!
Un suspiro fuerte que terminó de tranquilizar sus pulmones fue la respuesta visual para que no surgieran tintes preocupados en su rostro, para que el novio no se sacase la máscara guerrera del retador que venía a vencerla en busca de gloria. Era normal en los combates buscar distancia de vez en cuando. Ni Pokémon ni humanos intercambiaban golpes sin parar. Ahora, con esos pensamientos fuera de discusión, venía la otra presunción. La pausa también podía ser estratégica. ¿Y si era parte de sus planes que empezase a cuestionarse lo que precisamente estaba cuestionándose? ¡Malditos traumas con Incógnita!
Volvió a botar aire y empuñó con ambas manos su arma, con fuerzas renovadas. Tenía calor por la intensidad del primer intercambio, pero todavía no había cansancio como tal. Su cuerpo trabajado y atlético le permitía mantenerse entero por más tiempo que antes, y vaya que agradecía haber asumido un estilo de vida más activo consigo mismo. Así como sus Pokémon se habían fortalecido, él también lo había hecho en todo sentido. Incluso en el más literal como la apariencia o la potencia física.
Su Élite, su amada y su oponente rompió con el silencio instaurado, regalándole una amplia sonrisa al tiempo que la Mawile llevaba a cabo su próximo movimiento. La Pokémon se dirigió directamente hacia Heracross, abriendo sus fauces ante quien le había seguido con la mirada todo el tiempo. Taichi se sincronizó con la posibilidad de defensa de su compañero sin decirle qué hacer, tensando su cuerpo antes de dirigirse directamente hacia su duelista. – Sí…¡Vamos a bailar, Carter! – respondió con una amplia sonrisa, una hambrienta de batalla como un Pyroar macho deseando defender su territorio mientras Heracross se aprestaba a enfrentar las fauces de la Acero/Hada.
El insecto azulado esperó sin moverse –más allá de los brazos separados en postura defensiva-, haciéndolo justo antes de que los colmillos se cerraran contra él, con una pequeña aceleración hacia un costado. Incrementaría su velocidad nuevamente para contraatacar en el acto con un segundo Megacuerno, esta vez privilegiando una embestida en vez de un levantamiento.
En cuanto a Taichi, sus pasos resonaron con eco hacia su objetivo a alcanzar, manteniendo esta vez su arma inclinada más cerca del suelo, a unos cuantos centímetros de que el filo tuviera contacto con éste. Cuando estuvo a una distancia prudente retomó la postura frontal y buscó un nuevo choque de armas atacando directo a su rostro, pero su plan real era usar la fuerza de sus brazos para empujarla hacia atrás y desestabilizarla. De lograrlo, intentaría un sablazo horizontal teñido del fervor de la voz castaña, intentando darle más fuerza al movimiento con su espíritu.
Quién sabe…podía funcionar.
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 1/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 30/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 20/40 PV
*Al haberse cumplido los dos turnos del efecto adverso de la Armadura Restauradora, el daño de Heracross vuelve a la normalidad.
Sus ojos, entrecerrados por la concentración extrema, contemplaron y analizaron la situación. Mawu se incorporaba a una distancia más que prudente del bicho peleador –lo cual evitaba, en teoría, ataques sorpresa-, y Regine- -Carter- se había dado algo de tiempo para reponerse. Eso le produjo, nuevamente, preguntas que no iba a exteriorizar. ¿Le había herido de verdad? ¿Estaba bien? ¿Tenía algún impedimento?... ¡No!
Un suspiro fuerte que terminó de tranquilizar sus pulmones fue la respuesta visual para que no surgieran tintes preocupados en su rostro, para que el novio no se sacase la máscara guerrera del retador que venía a vencerla en busca de gloria. Era normal en los combates buscar distancia de vez en cuando. Ni Pokémon ni humanos intercambiaban golpes sin parar. Ahora, con esos pensamientos fuera de discusión, venía la otra presunción. La pausa también podía ser estratégica. ¿Y si era parte de sus planes que empezase a cuestionarse lo que precisamente estaba cuestionándose? ¡Malditos traumas con Incógnita!
Volvió a botar aire y empuñó con ambas manos su arma, con fuerzas renovadas. Tenía calor por la intensidad del primer intercambio, pero todavía no había cansancio como tal. Su cuerpo trabajado y atlético le permitía mantenerse entero por más tiempo que antes, y vaya que agradecía haber asumido un estilo de vida más activo consigo mismo. Así como sus Pokémon se habían fortalecido, él también lo había hecho en todo sentido. Incluso en el más literal como la apariencia o la potencia física.
Su Élite, su amada y su oponente rompió con el silencio instaurado, regalándole una amplia sonrisa al tiempo que la Mawile llevaba a cabo su próximo movimiento. La Pokémon se dirigió directamente hacia Heracross, abriendo sus fauces ante quien le había seguido con la mirada todo el tiempo. Taichi se sincronizó con la posibilidad de defensa de su compañero sin decirle qué hacer, tensando su cuerpo antes de dirigirse directamente hacia su duelista. – Sí…¡Vamos a bailar, Carter! – respondió con una amplia sonrisa, una hambrienta de batalla como un Pyroar macho deseando defender su territorio mientras Heracross se aprestaba a enfrentar las fauces de la Acero/Hada.
El insecto azulado esperó sin moverse –más allá de los brazos separados en postura defensiva-, haciéndolo justo antes de que los colmillos se cerraran contra él, con una pequeña aceleración hacia un costado. Incrementaría su velocidad nuevamente para contraatacar en el acto con un segundo Megacuerno, esta vez privilegiando una embestida en vez de un levantamiento.
En cuanto a Taichi, sus pasos resonaron con eco hacia su objetivo a alcanzar, manteniendo esta vez su arma inclinada más cerca del suelo, a unos cuantos centímetros de que el filo tuviera contacto con éste. Cuando estuvo a una distancia prudente retomó la postura frontal y buscó un nuevo choque de armas atacando directo a su rostro, pero su plan real era usar la fuerza de sus brazos para empujarla hacia atrás y desestabilizarla. De lograrlo, intentaría un sablazo horizontal teñido del fervor de la voz castaña, intentando darle más fuerza al movimiento con su espíritu.
Quién sabe…podía funcionar.
Mawile 20/40 |
Heracross ♂ 30/40 EXP |
- Se anulan ventajas y desventajas
- Por uso de armadura, no hay +5 por Motivación
- Usos de Armadura Restauradora 1/2
Estado del equipo de Taichi:
- Heracross = 30/40 PV
Estado del equipo de Regine:
- Mawile = 20/40 PV
*Al haberse cumplido los dos turnos del efecto adverso de la Armadura Restauradora, el daño de Heracross vuelve a la normalidad.
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Vie 24 Jul 2020, 01:07
276681
0
0
276681
0
0
Admin Ysiel
Webmaster
TIENE LOS SIGUIENTES OBJETOS:
276681
0
0
PERMANENT LINK FECHA DE POSTEO → Miér 07 Abr 2021, 22:25
Finalizado
r e t o de E l i t e 4
Debido al retiro del E4, este reto queda oficialmente cerrado.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|